domingo, 29 de julio de 2018

Patricia Highsmith: Crímenes imaginarios


Idioma original: Inglés
Título original: A suspension of mercy 
Traductor: Jordi Beltrán
Año de publicación: 1987
Valoración: Está bien 

Sidney (¿soy el único al que éste le parece un nombre femenino?), Sidney, digo, es escritor. Discute a menudo con su esposa, Alicia. Un día acaba por agotarla, de modo que ésta decide irse de casa, cosa que ya ha hecho otras veces en las que necesita algo de espacio. Pero en esta ocasión, Alicia no especifica el tiempo en que estará fuera, y las semanas avanzan sin que haya noticias de ella, por lo que su ausencia inquieta a mucha gente. Su familia y sus amigos empiezan a pensar que quizás su marido la haya asesinado. La forma de comportarse de Sidney al hablar del asunto, totalmente enturbiada por un humor negro que revela una completa indiferencia hacia el paradero de Alicia, no ayuda a que la policía o los medios de comunicación suavicen la impresión que el excéntrico escritor les ha producido. El propio Sidney pone a su imaginación al servicio de fabular que él ha matado y enterrado a Alicia, e incluso se ve a sí mismo como el verdugo de su esposa por momentos. A fin de cuentas, ¿acaso la alfombra enterrada, su libreta de crímenes, entre otras cosas, no apuntan en esa dirección?   

Patricia Highsmith lo ha vuelto a hacer. Cuando acabé de leer este libro (que, aviso, no me ha parecido estar, ni siquiera remotamente, entre los mejores que la autora ha escrito) alabé que hubiera construido, de nuevo, a un personaje de esos que tan bien sabe hacer. De esos que, como Mr. Ripley (protagonista de El talento de Mr. RipleyEl amigo americano, Ripley en peligro, etc...), o Edith y Cliffie (personajes de El diario de Edith), me ha parecido inmortal. Debido a su denso tratamiento psicológico y a su seductor carisma, Sidney mueve la novela sin esfuerzo. Quizás es bastante similar a otros personajes creados por la autora, pero el factor previsible de su forma de comportarse y pensar no quita que sea altamente disfrutable verle en acción.   

En fin. Los enredos a los que Highsmith nos tiene acostumbrados. Mentiras que son verdades y verdades desdibujadas por mentiras, ¿o eran verdades falsas? La tozuda voluntad de meternos en el fregado, de hacernos cómplices; Sidney, pobre Sidney, ¡que no te ocurra nada! Un nada sutil trasfondo misántropo, los susurros acerca de la pertinencia de desconfiar de la gente... La prosa concisa y directa. El ritmo algo irregular de todas sus novelas. Todo esto y más, señores, mucho más, en Crímenes imaginarios, libro que si bien no recomendaría a alguien que se quiera iniciar con Highsmith, creo que los incondicionales de la autora podrán disfrutar sobremanera. En cuanto a los que no conozcan a la escritora pero la premisa de esta novela les parezca interesante, que lean Wilt. Tiene un argumento más o menos similar, y aunque el tono se decanta hacia lo cómico, el libro está repleto de un humor y una crítica social realmente geniales.  


También de Patricia Highsmith en UnLibroAlDia: Aquí

10 comentarios:

Juan G. B. dijo...

Estupenda y muy divertida novela, sí señor... Y Wilt también, por supuesto...; )

Dr. Fabián dijo...

Muy interesante que para reseñar una novela termines recomendando otra. Coincidimos en recomendar a Wilt. Veré cómo me resulta ésta.

Anónimo dijo...

Pues no sé. Para mí Wilt parece frente a otros clásicos de humor como La conjura de losnecios o El lamento de Portnoy.

Un abrazo!

Oriol dijo...

Dr. Fabián, si lees Crímenes imaginarios ya dirás qué te parece. Para mí es muy similar a tantas otras novelas escritas por Higsmith, pero no deja de tener su encanto.

¡Ah, y gracias a todos por los comentarios!

Lupita dijo...

Hola, Oriol y todos los demás:
Me gusta mucho cómo escribe esta mujer, y cómo construye sus personajes.
El libro que más me ha gustado de ella es "Extraños en un tren". Creo que apuntaré este en mi lista de pendientes..interminable lista.
Respecto al "humor negro", yo me quedo con los relatos de Roald Dahl, como "La cata", o los de "Relatos escalofriantes". También es muy divertido "Boy, relatos de infancia"
Claro que Roald Dahl era un maestro. Si no lo habéis leído, ¿ a qué esperáis?
"La conjura de los necios" tengo que revisarla. Es un libro divertido y exasperante a la vez. Si habéis vivido con alguien así (tipo Sheldon Cooper, vamos)igual no hace tanta gracia.

Y para terminar de desvariar, cómo me gustó Matt Damon en el papel de Ripley (vale, me gusta él)Lo digo porque ayudó mucho a conocer a la autora.
Saludos

Lupita dijo...

Perdón, Roald Dahl está reseñado varias veces en Ulad.
Qué metepatas

Oriol dijo...

Buenos días, Lupita.

Yo también soy un fan de Higsmith. Me encantan sus personajes, aunque repita algunas caracterizaciones hasta la saciedad. Sus tramas también se reciclan un poco, pero no por ello son menos fascinantes. Me gusta su prosa, y la estructura de sus novelas (el que vaya incorporando descripciones cotidianas en ellas no me molesta, le da un mayor contraste a las secciones oscuras de sus libros). Vamos, que la adoro.

Durante una época estuve leyendo casi todo lo que ha escrito, y, para mí, entre lo mejor de su obra está su ópera prima, "Extraños en el tren", una de las novelas de la saga Ripley (creo recordar que era "El amigo americano") y su ensayo "Suspense". También tiene piezas de ficción alejadas de la novela negra. De esos me pareció bastante bueno "Gente que llama a la puerta" y "Carol".

Manuel Vino dijo...

Totalmente de acuerdo con la reseña: es un libro que está bien. En otro orden de cosas, decirte que yo también tengo este ejemplar, y que la cubierta me parece preciosa. Esa ilustración extraída de un grabado de Max Ernst, el color rosa, la tipografía... ¿pero quién demonios tuvo la ocurrencia de poner esa textura de mármol? Menuda horterada, por favor

Anónimo dijo...

Si os gusta Crímenes imaginarios, tenéis que leer Mar de fondo, también de Highsmith. Es aún mejor.

Anónimo dijo...

Retrata de forma esclarecedora, cómo algunos escritores por no meter en el mismo saco a todos los artistas, sienten una ira muy profunda al ser interrumpidos en sus labores. Como si la persona de carne y hueso, valiera menos que las ideas que se plantea y alberga, para dar a luz, en este caso, sobre el papel.
También nos deja ver que Sidney, el protagonista, fue más allá de una simple fantasía criminal, o de humor pesado con respecto al asunto de marras, evito spoiler.
A mí, por lo menos, los dos protagonistas lograron irritarme a partes iguales. No por poco creíbles o tontos, sino por la manera de asumir las situaciones. Gran trabajo de la escritora en lograr ese efecto. También genera la impresión de querer ver en la T.V. esa mala serie de El Látigo.
La versión que leí, tiene errores gordos y repetidos. Comerse unas palabritas que desacreditan la frase. Tiran para atrás. Faltan algunos con y algunos la, etc.
Como un corcel que huele el río, desde la distancia, cuando perfilo las 10 últimas páginas ya quiero terminar la historia y sopesarla. Digerirla. Tengo que auto refrenar la maquinaria para pensar un poco.
Una pasada que hayas recomendado a esta autora. Me sonaba su nombre, pero desconocía su obra.

Poy