miércoles, 25 de abril de 2018

Serguéi Dovlátov: La extranjera

Idioma original: ruso 
Título original: Inostranka
Año de publicación: 1986
Traducción: Ricardo San Vicente
Valoración: recomendable

Que no se diga que no cumplo mis amenazas: como comenté en mi última reseña de este autor, mi idea es convertir este blog en Un Dovlátov Al Mes... mientras dure la munición, claro, que ya me voy quedando sin suministro... Da lo mismo: lo importante es reseñar un libro  más de este gran escritor, frecuentar al cual nunca le va a hacer daño a nadie (todo lo contrario). 

En este caso, se trata de una novela escrita ya en EEUU y que se desarrolla entre la colonia de exiliados rusos -quizás sea excesivo llamarlos así- de Nueva York. En la pequeña comunidad que se ha formado en la calle ciento ocho de Queens destaca  la treintañera Marusia Tataróvich; primero por su belleza, que atrae a todos los hombres del barrio; después porque, a diferencia de sus compatriotas, que de una forma u otra se han ido adaptando o al menos buscando la vida en su nuevo país, Marusia no parece encontrar su hueco en América: no sabe muy bien qué hacer ni acaba de encontrarse a gusto en el Nuevo Mundo. Porque -y esa es la tercera diferencia, quizás fundamental- Marusia no es una emigrada al uso, por razones política o económicas; bien al contrario, en la URSS era lo que podríamos llamar una "niña pija" (de buena familia, para que se  entienda desde América) soviética; hija de altos funcionarios con buena posición económica, casada primero con el hijo de un general y después pareja de un cantante melódico de gran éxito. pero como en las postrimerías de la URSS parece que entre la gente de su entorno y que se lo podía permitir lo habitual era emigrar a occidente, ella hace lo mismo, tal vez por aburrimiento, por falta de personalidad o por simple tontería...

En Nueva York, la desubicada Marusia recibe, ya digo, la atención de buena parte de los hombres de su colonia rusa o al menos del divertidísimo despliegue de secundarios que nos ofrece aquí Dovlátov con los Zaretski (supuesto intelectual), Lérner (maestro de ceremonias), Karaváyev (disidente) Drúker (editor calamitoso),  Rubínchik (comerciante), Baranov, Yeselevski y Pertsóvich (taxistas), etc... -en fin, todo un catálogo digno de un Chéjov o, cuando menos, de los Cuentos de Odessa de Isaak Bábel... y hasta aquí llegan mis referencias rusas-, pero ella , al final, sucumbe, bien que más resignada que enamorada-, a los requerimientos de un tipo del todo ajeno a su antigua patria, el latino Rafael González (y, permítanme el toque mitómano, no puedo sino felicitarme al pensar en todas las veces tuvo que escribir Sergéi Dovlátov tan egregio apellido), un galante buscavidas que la encandila en la misma medida que la exaspera.

Aunque se trata, hasta donde yo conozco, de la novela de este autor que más tiene de ficción "pura", aparece también él mismo como personaje, el amigo y hasta certo punto confidente pagafantas de la protagonistas...¡pero tranquilo todo el mundo: esto no tiene nada que ver con la jodi... recurrente autoficción a la que son tan aficionados otros escritores! Dovlátov es otra cosa, qué narices, y más aún aquí: no trata de contarnos su vida, sino de ofrecer un contrapunto, más o menos ecuánime, al desajuste que sufren los personajes principales. Con lo que además se refuerza el efecto cómico, porque, a pesar del poso melancólico, La extranjera es una novela de humor, y de qué manera... Yo, al menos, tuve que parar en más de una ocasión de leer por culpa de la risa. Lo cual, unido a que se trata de una novelita no demasiado larga, convierten la lectura de ésta en una auténtica delicia.

Otros títulos de Sergéiv Dovlátov reseñados en Un Libro al Día: La maletaEl compromisoLa zonaRetiro

9 comentarios:

Lupita dijo...

Hola, Juan:
¿Es perdonable no conocer a este autor? Bueno, me tengo que poner al día con él, y si es una novela cómica, no muy larga y ligerita, parece una buena forma de comenzar.
Por cierto, una extensión más comedida la de tus oraciones.
¡Qué narices! Me he fijado..
Saludos

Juan G. B. dijo...

Hola Lupita:

Pues sí, es perdonable no conocerle... hasta el 8 de diciembre de 2017,claro, que fue cuando publiqué aquí mi primera reseña de este autor ; )
No, en serio, yo tampoco había leído nada de él antes de Noviembre del año pasaado pero ahora soy megaFAN ... Desde luego que esta es una buena forma de empezar con él, o si no,antes incluso, "La maleta", que quizás sea su libro más conocido. Todos sus libros son delgaditas y de una porsa aparentemente ligera, excepto, quizás, "La zona" y , desde luego, llenos de un gran sentido del humor.
En cuanto a la extensión de mis frases (al igual que mi afición a los paréntesis y los puntos suspensivos)sé que me costará llegan a un punto óptimo, pero, como decía Julius en Pulp Fiction, me esfuerzo, te aseguro que no dejo de esforzarme...
Un saludo, Lupita y gracias por visitarnos, como siempre

eduideas dijo...

Tu insistencia hace que finalmente apunte el autor (con este libro) en mi lista de pendientes :)

Juan G. B. dijo...

Te aseguro que harás bien, eduideas.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Uno de los dos Dovlatovs traducidos que me quedan pendientes (el otro es “Los nuestros”). No acabo de pillar lo de la animadversión a la “jodida recurrente autoficción” ni quienes pueden ser esos “otros escritores”. Yo lo de la autoficción lo veo como un recurso que no es bueno ni malo en sí mismo y tampoco veo problema en utilizarlo de forma recurrente (más recurrente que Dovlatov ya me dirás tú). David Shields en “Hambre de realidad” utiliza el término “ensayo lírico” a.k.a “ese formato híbrido molón ahora que la novela ya no parece dar más de sí en el que realidad y ficción se reconcilian” para acabar concluyendo que entre la ficción y la autoficción tampoco hay tantas diferencias. Munición para cuando se te acabe el material del ídolo te sugiero a Viktoria Tokarieva (Tokareva en alguna edición). Universo parecido pero focalizado en el audiovisual soviético en vez de en la literatura, despliegue de secundarios igual de potente, voz poderosa con el plus de un intangible je-ne-se-pas-quoi muy propio. Y como puedes apreciar, no eres el único que tiene problemas con las frases largas, los paréntesis, los puntos suspensivos ….

Luciano dijo...

Buenas tardes Juan:
Después de leer tus reseñas sobre este autor tuve el pálpito de que iba a ser de los que me gustan. Y, en efecto, acabo de terminar "Oficio", y me ha encantado. Tiene ese estilo supuestamente ligero, que no es más, o eso creo, que el corolario de no notarse el trabajo que hay detrás, como debe ser; y un humor impagable. Para mí, esto último, el humor, está en la línea de su compatriota Nabokov, cuando tiraba de ese registro. Por ejemplo, en su maravillosa "Invitado a una decapitación". En cuanto al fondo, me parece un autor muy inteligente y revela una gran independencia de criterio, pues además de usar la sátira para reírse de la dictadura de la que escapa, también sabe hacerlo de la misma manera de la “democracia” a la que arriba.

El problema es que no encuentro ningún otro título. He ido a varias librerías de Sevilla, y me dicen que este es el único libro del autor traducido al español que puede obtenerse a día de hoy. Eso sí, el libro es, también, externamente, una auténtica joyita. La editorial es "Fulgencio Pimentel", que al parecer tiene proyectado editar toda su obra, pero mientras tanto... ¿Sabes dónde conseguir cualquiera de los otros?
¡Ah, y muchas gracias por el descubrimiento!

Juan G. B. dijo...

Hola a todos:
Con permiso, contestaré primero a Luciano, al que me algro muchísimo haber interesado en los libros de Dovlátov y que le haya gustado. "Oficio", sin embargo es uno de los que aún no he leído, así que ya te contaré... Coincido , aún así, al 100% con tu apreciación sobre este autor.
Por lo demás, no te puedo decir dónde puedes encontrar sus libros en Sevilla... Quizás en La casa del Libro te los puedan traer, al menos los editados por Fulgencio Pimentel, porque los de Ikusager, que era la otra editorial que los ha publicado en castellano, quizás sea más difícil. En fin, yo conozco alguna librería que los tiene todos, pero te pilla en la otra punta de la Península... ; ) Prueba también a buscarlos en bibliotecas; me extrañaría que en una ciudad tan grande no haya ningún ejemplar de este autor.
Anónimo del 28 de abril: tu comentario me ha hecho reflexionar sobre el por qué de mi animadversión a la llamada autoficción (aunque últimamente leo cada vez más lo de "literatura del yo", que quizás englobe también lo que toda la vida se han llamada "memorias", "diarios" y demás formatos en los que la frases en primera persona del singular suelen primar... no soy un teórico de la literatura, así que se agradecería una aclaración por parte de alguien que lo sea)y, sin embargo , me guste tanto este autor ruso. La razón, creo, es que me parece que, en general, los escritores que recurren a la "autoficción", salvo excepciones como "Los cinco y yo" de Orejudo, lo hacen por 1/ Ahorrarse el trabajo de inventarse una trama más complicada, personajes, etc... (hay quien llega a justificarlo diciendo que las tramas son una concesión al neoliberalismo). De ahí tambié n que haya tanttas novelas con protagonistas escritores...
2/ Pensar que como escritor/creador eres el centro del universo y todo el mundo está superinteresado en tus circunstancias y tu mesmeridad.
3/ Echarle jeta para componer un libro a base de retales y con no demasiado esfuerzo.
4/ Todo lo anterior, al mismo tuiempo
Dovlatov , en cambio, no hace ninguna de esatas cosas y sobre todo: tiene algo interesante que contar, a diferencia de muchos de los autores de esta literatura del yo (sobre todo los españoles actuales, me parece). Sólo el resumen biográfico de Dovlátov tiene ma´s interés que yo qué sé, las cien mil páginas del Salón de los pasos perdidos de Trapiello... (que no he leído, no, ni pienso, ni creo que lo vaya a hacer nadie).
Bueno , perdón por enrollarme, pero estoy procrastinando un día que mucha gente tiene puente y yo no, y ya se sabe...
Muchas gracias por recomendarme a Tokarieva; intentaré encontrar algo de ella... ; )
Un saludo a ambos y muchas gracias por vuestros comentarios y por aguantar el mío (si es que llegáis a leerlo)

Diego dijo...

Hola
Una delicia, como bien has dicho.

Humor, como bien has dicho (la entrada de Lolo en la obra, es monumental), y melancolía como también dijiste.
Muy bueno. Fue mi primer Dovlatov y no será el último.

Gracias

Juan G. B. dijo...

HOla, Diego:
Sólo puedo decir que los dovlatianos cada vez somos más... se nos reconoce por nuestro sempblante de felicidad cuando lo leemos ; )
Un saludo y gracias por tu comentario.