miércoles, 1 de marzo de 2017

Semana del ULADiano pródigo: Amatka de Karin Tidbeck

Nota explicativa: para conmemorar los ocho años de existencia del blog, hemos invitado a los antiguos miembros del equipo a colaborar de nuevo con nosotros con una reseña. Esta semana publicamos las contribuciones de los que han aceptado nuestra invitación.  
 
Idioma original: inglés
Título original: Amatka
Traducción: Marian Womack
Año de publicación: 2016
Valoración: Muy recomendable

Amatka es uno de los pocos lugares seguros que existen. Es una de las cuatro colonias del «nuevo mundo», donde los pioneros que la habitan sobreviven a base de cumplir una serie de estrictas reglas que logran que todo se mantenga en su sitio (y no sólo hablando en sentido metafórico, pues todo lo que contiene Amatka es fungible y debe mantenerse en todo momento bajo control para que no se venga abajo), y adonde es enviada Vanja por motivos de trabajo.

A pesar del constreñimiento para cumplir las reglas que recibe de la sociedad de Amatka, Vanja no tardará en formular ciertas preguntas prohibidas y, aún peor, en intentar encontrarles respuesta, mientras se salta las normas y se da cuenta de que ciertos acontecimientos pasados y aparentemente olvidados poseen la clave que le permitirá, si no se lo impiden antes, descubrir qué ocurre a su alrededor: por qué es obligatorio marcar los objetos a diario, qué le ocurre a la gente que actúa de manera diferente, a qué se debe ese pánico generalizado al cambio, qué sucedió con la quinta colonia o dónde se encuentra Amatka en realidad.

Avalada por el buen recibimiento de crítica y público que recibió su anterior obra, Jagannath (un estupendo libro de relatos que no debería faltar en ninguna biblioteca), Karin Tidbeck nos presenta en esta ocasión una novela que muestra una realidad distópica (y que claramente recuerda a la Rusia soviética) que pone sobre la mesa el siempre presente y aparentemente olvidado conflicto entre la sociedad y el individuo, el conformismo y la rebelión o la libertad y el bien común. Para ello confía en el culto a la palabra y la concepción de la poesía como motor de cambio (en mi opinión, uno de los grandes aciertos de la novela), y elabora una narración cuyo estilo es tan desnudo y conciso como el mundo que retrata, consiguiendo que el lector empatice con Vanja desde la primera página y que los problemas e intrigas a los que se enfrenta la joven pasen a ser también los suyos.

A pesar de que, en ocasiones, las altas expectativas creadas por un primer libro pueden ensombrecer la recepción del segundo, Amatka no decepciona y no sólo nos ofrece una novela interesante, integrante y muy bien escrita, sino que también se presenta como un motivo más para esperar con ganas el siguiente libro que publique su autora.

Firmado: Izas





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Izassss.. Se te echa mucho de menos. Leí 'La familia mashber' por tu reseña. Muchas gracias por ésta. Me la apunto.

Gabriel Diz dijo...

Gran reseña! Gracias por ser concisa y clara