viernes, 27 de julio de 2012

Colaboración: El palacio de la luna de Paul Auster

Título original: Moon Palace 
Idioma original: Inglés
Año de publicación: 1989
Valoración: muy recomendable

Paul Auster es un escritor bastante prolífico. Parece que ello sea un problema. O sea, cuesta seguir su ritmo de publicación, casi anual, y cuesta también creer que ello no repercuta en la calidad de sus novelas. Algo parecido a lo que pasa con otro célebre new-yorker, Woody Allen. Una obra al año, una actitud profesional y amante de su profesión, pero la eterna pose de escepticismo de las audiencias, como si fuera imposible mantener cotas óptimas de calidad.

Así que hablemos claro: ésta es una de las mejores novelas de Paul Auster. Mucha gente piensa que la mejor. Algunos se inclinan por otra también excelente, Leviatán.

Se hace difícil hablar de El palacio de la Luna sin mencionar cajas chinas o muñecas rusas. Pues es esta una novela, casi, biográfica que contiene otra biografía en clave, casi, de novela de misterio, que contiene otra corta novela, casi, del oeste. Todo ello en medio de relaciones paterno-filiales y con el aderezo de historias cruzadas marcadas por coincidencias fruto, parece, del azar (o no: esto es Auster). La trama es tratada de una manera casi matemática: las andanzas del protagonista parecen trazar ondas, golpes de suerte y puestas a cero, descensos a los abismos y súbitas pujanzas, en una especie de juego con un leve tono mágico, como si ángeles de la guardia velasen por él cuando parece precipitarse al vacío.

La prosa de Auster es directa y certera. No hay frases largas, no abusa de las subordinadas. Siguiendo con ese rigor matemático, cada palabra y cada frase parecen no poder estar nunca en un mejor lugar. Solo un afán perfeccionista puede estimar que, hacia el final, la historia de Solomon Effing resulta algo forzada y esas últimas 50 páginas, en las que deben resolverse algunos enigmas, son quizás la parte menos brillante de la novela. Pero antes nos hemos dado un festín de más de 250 páginas rayanas con la perfección, tanto en estilo y en resultado literario como en originalidad de la historia.

Sólo he leído cinco novelas de Auster, de entre su veintena. Supongo que en alguna de ellas bajó el listón o se equivocó. Pero no en El palacio de la Luna. Esta es una gran novela, una de las que justifican plenamente su status de autor de culto.

Firmado: Francesc Bon

También de Paul Auster en ULAD: Aquí

10 comentarios:

Juan dijo...

Otra gran novela de Paul Auster es "El Pais de las Ultimas Cosas". Es cruda y muy atrapante. Saludos, felicidades por el gran blog.

J dijo...

Para mí este ha sido de los libros más cautivantes de este autor, al que considero bueno pero no es de mis favoritos. Aun así, devoré este libro en su totalidad

Shanny dijo...

¡Debo leer algo de este autor YA!
Le tengo muchísimas ganas

Anónimo dijo...

Coincido en que "El Palacio de la Luna" y "Leviatán" han sido los libros de Auster que más me han gustado.

Mel Baliani dijo...

Fue el primer libro que leí de este autor, me maravillo su forma de relatar las cosas.Muy buena reseña, gracias.

Francesc Bon dijo...

Gracias Melina: Tanto tiempo que hace que escribí esto, y mucho desde que no he vuelto a leer a Auster. Igual hay que hacer algo al respecto.

Mel Baliani dijo...

Brooklyn Follies, recién termino su lectura. Después de leer autores como Auster, uno siente que ya no es el mismo. Creo que es lo fabuloso de leer.

Francesc Bon dijo...

Parece que Auster ha parado un poco en su draconiana producción. Veremos qué tal regresa. Gracias por comentar.

CARPENTIER dijo...

Mi primer acercamiento a este autor, del que tanto he oido hablar.
El Palacio de la Luna me ha parecido como una media maraton. Empiezas en frío y los primeros kilómetros cuestan, hasta que te calientas y los siguientes 17 o 18 son extraordinarios, hasta que llega el cansancio y estás deseando terminar. Pero esos kilómetros centrales son una maravilla: te haces uno con la carretera, la respiración se estabiliza, nada te molesta, tu cuerpo se ha activado, y sientes que vas evitando sobre el asfalto, hasta que las energías se van consumiendo.
Justamente esto es lo que que he experimentado con este libro.

Aparte de disfrutar con algún que otro fetiche, como el chipao de Kitty.

Y luego algunos fogonazos memorables sobre el futuro:
"Eso es el progreso.Una ratonera más grande y mejor cada mes."

"....y una vez que pruebas el sabor del futuro, ya no hay forma de volver atrás"

Y la geografía americana como personaje..... esas Cuatro Esquinas...

ENHORABUENA POR EL BLOG

José dijo...

Novela casi perfecta si no fuera por la excesiva e innecesariamente larga historia del padre del protagonista, sobre todo, el resumen del libro que escribió. Lo demás, una fiesta literaria.-