Idioma original: español
Fecha de publicación: 2008
Valoración: Repugnante
Aunque algunos no lo crean, me ha dado mucha pena tener que colocarle a este libro el "Repugnante" por dos motivos. El primero es un poco estúpido, pero qué se le va a hacer, es la verdad: me siento mal al afirmar que un libro escrito por una mujer con una vida tan interesante como Josefina Aldecoa y, para más inri, esposa de un escritor tan bueno como Ignacio Aldecoa, es repugnante. Y el segundo es que me hubiera gustado leer algo más de esta mujer, fallecida en marzo de este año ya octogenaria, para concluir si Hermanas (publicada en 2008) es obra de una buena escritora víctima de los años a la que ya no se le puede pedir lo mismo.
Pero en fin, no puedo mentir, no: Hermanas me ha parecido un libro malo hasta decir basta...
Los personajes centrales de la trama son, of course, dos hermanas, dos chicas bien del norte llamadas Isabel (la mayor) y Ana (dos años menor), hijas de una frívola mujer obsesionada con ser la más bella y distinguida del lugar y un elegante y bien situado hombre inglés que fallece en plena infancia de las chiquillas.
El libro comienza hablando un poco de la Isabel y la Ana niñas, y ya desde entonces, a base de tópicos toscos e intragables como un bocadillo de polvorones (a saber: Ana, como buena rubia, es tonta y frívola y ñoña hasta agotar; e Isabel, como digna morena salida a su rama española, a pesar de ser bella, es muy independiente, inteligente e inconformista), uno empieza a olerse que está ante un pestiño de tomo y lomo. Y página tras página la cosa no hace sino empeorar...
Cuando aparece el primo Ignacio, guapísimo, riquísimo y un gran viajero gracias a su chupi trabajo de diplomático, hasta el lector más panchito sabe perfectamente lo que va a pasar aunque este Ken les saque a sus primas barbies más de una docena de años...
Podría contar más de la (sonrojante) trama, pero si a alguien le apetece leer Hermanas, es mejor que la descubra por sí mismo... Eso sí, advierto de que no va a haber ninguna sorpresa: Ana, la primera que caza a Ignacio, cada vez va a ser más tonta, mezquina e insoportable; Ignacio, el tontaina de él, se va a dar cuenta de que en realidad, oh, le gusta más la hermana rebelde que la melosa, e Isabel, que se hace médico para irse de misionera a África (que sí, que sí, que no es broma), se presenta como la heroína pluscuamperfecta de la función, estilo Madeleine Stowe en El último mohicano, rechazada en un primer momento pese a ser tan guapa y encima más espabilada que la chorra de su hermana.
Y bueno, el resto de personajes... Ah, ¿pero es que hay más? Pues sí, hay una tía por ahí, un segundo plato por allá, un par de niñas quizás... Pero como los personajes principales en sí están perfilados con tanta desgana, imagínense qué pasa con los pobre secundarios.
Es que en Hermanas pasa como en casi todas las películas españolas: la trama se centra tanto en los protagonistas que en ocasiones uno tiene la sensación de que esos seres viven aislados y sólo se relacionan entre ellos, haciendo que la obra adolezca de una pobreza y de una incoherencia insoportables. Y en este caso, es de vergüenza... Ya que se supone que Isabel y Ana son la crema de la crema, deberían estar rodeadas de zalameros y amigas pelotas, ¿no? Pero nanay de la China... ,¡sólo se relacionan, nunca mejor dicho, con su primo Ignacio! ¿Pereza de la autora quizás?
En fin, que Hermanas es un libro malo, con una historia muy cutre y escrito con un lenguaje bastante pobre.
Si es que hasta Corín Tellado es mucho mejor a la hora de ponerse con estos folletines, siempre metiendo algún villano terrible o un punto exótico. Aquí, ni eso...
5 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo. Leí "Historia de una maestra" y también me pareció un ladrillo. Es del 90, pero es que casi todo lo que tiene lo escribió ya de mayor.
Ignacio Aldecoa, maravilloso.
A mí "Historia de una maestra" sí que me gustó (no la segunda parte, y creo que tenía hasta tercera). Después, leí "El enigma", también de hace pocos años, infumable. Y sobre todo muy tópico. Imagino que aunque te cases con García Márquez no tienes porqué escribir como él... Ojalá se pegara.
Nunca he leído nada de Josefina Aldecoa, lo reconozco. Sí me habían comentado que vivía y publicaba siguiendo la estela de su marido, que sí era buen escritor y sí se apellidaba de verdad Aldecoa.
Ignacio aldecoa era un escritor como la copa de un pino y lo recomiendo a todo el mundo.
Un horror de libro, no me ha parecido nada interesante, no aporta nada, es como leer el Hola, muy poco nivel
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