sábado, 20 de noviembre de 2010

Suzanne Collins: Los juegos del hambre


Idioma original: inglés
Título original: The hunger games
Fecha de publicación: 2008
Valoración: está bien

Ahora que se acaba de publicar el último libro de esta trilogía (formada, además de por el presente, por En llamas y Sinsajo), creo que es un buen momento para hablar del primero, un fenómeno editorial millonario en Estados Unidos que ya he visto en las manos de bastantes chicas jóvenes aquí en España.

Novela juvenil con vestuario de ciencia ficción y guiños evidentes a El juego de Ender y 1984, entre otros, Los juegos del hambre nos plantea un ejercicio de imaginación quizá un poco exagerado: en Panem, país dividido en 12 Distritos y gobernado con mano de hierro por el Capitolio, se organizan cada año los Juegos del Hambre, que son, básicamente, un espectáculo televisado en el que 24 niños o jóvenes, un chico y una chica de cada Distrito, se matan los unos a los otros hasta que solo queda uno. Como en general los Distritos están muertos de hambre, reprimidos y hasta exterminados, reciben con alegría que uno de los suyos resulte vencedor, puesto esto les supone un extra de alimentos, vestuario y fiestas. La protagonista de la historia es Katniss, dieciseisañera hábil con la flechas, acostumbrada a cazar en los bosques prohibidos y de lengua afilada. Tiene bastante mala leche, lo cual es uno de los puntos buenos de la historia.

La novela gira en torno a las peripecias de Katniss, evidentemente, cuando le toca participar en los Juegos. Pero también introduce reflexiones ligeras sobre el abuso de poder, la libertad del individuo y la violencia. Subrayo lo de ligeras. Suzanne Collins tiene mano para enganchar al lector, pues su prosa es fluida, desarrolla muy bien abundantes (y hasta escabrosas) escenas de acción y sabe encajar en la trama las necesarias pizcas de amor juvenil, vivencias familiares y dramas existenciales propios de este tipo de libros. Pero, si bien el argumento y los acontecimientos contados provocan una rápida trasposición sobre autoritarismos contemporáneos, la autora apenas enjuicia superficialmente estos aspectos, muy al contrario que otros clásicos de la ciencia ficción de los que uno salía como apaleado, abrumado por la crueldad o la poética. No es el caso. Los juegos del hambre es una novela entretenida, un poco moñas en ocasiones, pero muy accesible, ideal, quizá, para animar a leer a las nuevas generaciones, de las que se dice, creo que equivocadamente, que no es lo suyo.

Próximamente reseña de los otros dos libros. Me acabo de empezar el tercero.

4 comentarios:

Santi dijo...

Pues me recuerda bastante a Battle Royale, y también, aunque por motivos distintos, a La larga marcha, de Stephen King (aunque firmado como Richard Bachmann).

KoypeMusic dijo...

Sinceramente, esta trilogía, (los otros libros son En Llamas y Sinsajo), es la mejor que me he leído. Es simplemente: Impresionante.

Iván dijo...

Santi: en realidad, no. Porque los dos siguientes libros -que reseñeré, también- ya desarrollan un tema que solo se insinúa en el primero: la rebelión popular de los Distritos contra la dictadura del Capitolio, con Katniss como punta de lanza, y que desembocan hacia un argumento más centrado en la revolución y la política. Battle Royale y La larga marcha se quedan en la anécdota violenta/deportiva y nada más, al final se terminan.

Anónimo dijo...

No, no se quedan esos libros en la anécdota violenta, para nada; con irregulares resultados pero hay un trasfondo social de crítica detrás de esos libros. El nuevo orden social del primer libro de Los juegos del hambre es de risa. Apenas un pretexto para pasarse, eso sí, a la anécdota que quiere contar: los violentos juegos por la supervivencia. Y tanto es así, que los otros dos libros son sólo para engrosar en esta moda de las sagas. ¿Dudas? Léanlos. Rebelión contra el orden establecido, crítica social..., a nivel de bestseller comercial, y nada que no se haya hecho y mejor en otras obras. Y por cierto, quien tenga un mínimo de sentido común podrá darse cuenta, conociendo éste libro y el del autor japonés, que los Juegos del Hambre son un plagio descarado de Battle Royale.