miércoles, 20 de octubre de 2010

Julia Leigh: Inquietud

Título original: Disquiet
Idioma original: inglés
Fecha de publicación: 2009
Valoración: Se deja leer
Con esta novela corta me ha pasado lo mismo que con otras tantas de autores jóvenes: como me he quedado helado tras leer su última página, he tenido que recurrir a opiniones y críticas ajenas para hacerme una idea de si mis impresiones son compartidas por más personas. Y una vez más, mi búsqueda me ha lanzado un chorretón de agua fría en mi jeta ejemplar: la australiana Julia Leigh no es que guste, es que apasiona...
Leigh, una lánguida y pálida dama de cabellos oscuros e inquietante mirada (a juzgar por las foticos de Google), escribió su primera novela, El cazador, hace nueve años amadrinada por la famosa Toni Morrison (por no sé qué historia de escritor consagrado-ayuda-a-joven, patrocinada por Rolex), y vamos, que encantó encantó encantó...La compararon con Coetzee y la propia y joven debutante confesó su admiración por Coetzee y que sí, que claro que estaba influída por él.

El libro éste no lo he leído, pero después de Inquietud, pocas ganas hay...
El argumento de Inquietud: una mujer vuelve al castillo de estilo francés de la campiña donde se crió con sus dos insoportables retoños a cuestas. Allí, aparte de su anciana mother y el servicio, está su tampoco muy normal hermano con su esposa velando el cadáver de su pobre bebecita recién nacida, al que no se les ocurre otra cosa que meter en el congelador para que se conserve...Y ya está, ¡no hay más argumento! Sólo un puñado de escenas duras y desagradables de esta gente tan rara-rara-rara en un entorno goticuno inglés y francés... Punto pelota.
Yo no veo por ninguna parte a la "gran hechicera" que la crítica ve en Leigh, la cual (esto ya me interesa más) ha dirigido este año una versión cruel y morbosilla de la Bella Durmiente (está ambientada en el mundo de la prostitución, no les digo más). A ver cuándo la estrenan...Será en plan Tim Burton, supongo, pero vamos..., si dirige como escribe, no le llegará al padre de Eduardo Manostijeras ni a la suela del zapatito...

4 comentarios:

faranram dijo...

Ese argumento da para un telefilme de sobremesa, de esos que echan los domingos, basado en una novela de Nora Roberts. Pobre Coetzee, cuánto joven aspirante a escritor lo emula y cuánta falacia hay en las campañas de marketing, que ya no saben qué decir para vender libros innecesarios.

Maese Salakov _ dijo...

Bueno, que Tim Burton tampoco es para tanto...

Virginia Mendoza dijo...

Menos mal que no estoy sola. Sólo he leído la mitad y lo voy a terminar por orgullo, por no dejar a medias un libro de menos de cien páginas. No sé si cambiaré de opinión a medida que avance, pero vamos, sobrevalorado, me parece, por ahora. Y mucho.

Anónimo dijo...

Un libro sin sentido. Las alabanzas y comparaciones…inexplicables.