Idioma original: inglés
Título original: Good to Eat
Año de publicación: 1985
Valoración: Recomendable
Seguro que todos nosotros hemos vivido alguna vez la siguiente situación: estamos sentados a la mesa, la comida que hay en nuestro plato está sin tocar y nuestra madre nos dice: “Cómetelo, que es bueno”. O al contrario, estamos a punto de comer algo y nos reprenden: “No comas eso, que es malo”. Pero, ¿qué es exactamento algo “bueno” o “malo” para comer? ¿Por qué aquí disfrutamos comiendo cerdo y los musulmanes no pueden tocarlo? ¿Por qué en la India no se come carne de vaca y en otras culturas el perro o los insectos son considerados un manjar? Si desde el punto de vista científico todos los animales y plantas pueden aportar vitaminas, proteínas, etc. necesarios y saludables, ¿por qué sólo una parte de ellos acaban en el plato? Y, sobre todo, ¿por qué hay tantas diferencias gastronómicas de una cultura a otra?
Para responder a estas preguntas, Marvin Harris investiga las características de cada cultura y sus hábitos alimentarios y llega a la conclusión de que más allá de tabúes religiosos, gustos o costumbres, lo que realmente determina qué comemos y qué dejamos de comer está estrechamente relacionado con la economía y, por supuesto, la nutrición y la ecología.
Así, conocemos por qué en EE.UU. la carne que más se consume es la de vacuno y, sin embargo, apenas hay consumo de carne de caballo; por qué en muchos países la leche es un alimento común y básico y en otros se consume tan poco que sus habitantes han desarrollado intolerancia a la lactosa o cómo la antropofagia no ha sido una costumbre tan poco común como nos gustaría pensar.
Una lectura recomendable, sin duda, que nos acercará a culturas de las que sabemos muy poco y nos mostrará, una vez más, que toda diferencia tiene una razón de ser y no por eso hay que considerarla como algo “malo”.
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