Título original: Capitães da areia.
Idioma original: Portugués.
Fecha de publicación: 1937
Valoración: Muy recomendable.
Ésta es la historia de un grupo de niños que luchan por sobrevivir en las calles de Salvador de Bahía (Brasil).
El autor nos presenta a los personajes como si fueran los de un cuento, hasta cierto punto recortados, pero al mismo tiempo llenos de verosimilitud.
Por mi propia experiencia (laboral y personal) acompañando a niños en situaciones parecidas a las que describe la novela, encuentro en Pedro Bala, el Gato, el Sin-Piernas... algunos rasgos que me resultan "familiares".
Las generalidades nunca son ciertas pero creo que algunos de esos pequeños maltratados, despreciados, abandonados... tienen, como es lógico, una baja autoestima, dificultades para reconocer sus propios sentimientos y a veces, incluso, para expresar y recibir afecto. También, al mismo tiempo, y como claro signo de su enorme valía personal, demuestran una sorprendente capacidad para salir adelante y reponerse de las situaciones más dolorosas.
Por acercarnos a la realidad de muchos niños y niñas del mundo real, y por la belleza de la prosa de Amado, estamos ante un libro muy recomendable.
En lo personal, debo decir que su lectura ha sido muy importante para mí. Y creo que puede serlo también para cualquiera que reciba, con apertura y sensibilidad, la historia de ese grupo de niños de la calle: un historia que puede parecer, sobre todo, dolorosa e injusta, pero que muestra también la fortaleza, las capacidades y el valor de sus protagonistas.
Idioma original: Portugués.
Fecha de publicación: 1937
Valoración: Muy recomendable.
Ésta es la historia de un grupo de niños que luchan por sobrevivir en las calles de Salvador de Bahía (Brasil).
El autor nos presenta a los personajes como si fueran los de un cuento, hasta cierto punto recortados, pero al mismo tiempo llenos de verosimilitud.
Por mi propia experiencia (laboral y personal) acompañando a niños en situaciones parecidas a las que describe la novela, encuentro en Pedro Bala, el Gato, el Sin-Piernas... algunos rasgos que me resultan "familiares".
Las generalidades nunca son ciertas pero creo que algunos de esos pequeños maltratados, despreciados, abandonados... tienen, como es lógico, una baja autoestima, dificultades para reconocer sus propios sentimientos y a veces, incluso, para expresar y recibir afecto. También, al mismo tiempo, y como claro signo de su enorme valía personal, demuestran una sorprendente capacidad para salir adelante y reponerse de las situaciones más dolorosas.
Por acercarnos a la realidad de muchos niños y niñas del mundo real, y por la belleza de la prosa de Amado, estamos ante un libro muy recomendable.
En lo personal, debo decir que su lectura ha sido muy importante para mí. Y creo que puede serlo también para cualquiera que reciba, con apertura y sensibilidad, la historia de ese grupo de niños de la calle: un historia que puede parecer, sobre todo, dolorosa e injusta, pero que muestra también la fortaleza, las capacidades y el valor de sus protagonistas.
1 comentario:
Ya lo comentamos en persona, y estábamos más o menos de acuerdo, pero por si acaso lo pongo aquí, por si alguien más quiere opinar.
Una posible flaqueza de este libro es que sus personajes son a veces muy unidimensionales. Todo el libro es bastante maniqueo: los niños son muy buenos y nobles, aunque roben y se peleen con navajas; los burgueses, la Iglesia, los policías son todos muy malos. En cierto modo, sí que parece la estética de un cuento, en que los personajes no son tanto personajes, sino (proto)tipos...
Lo que más me ha llamado la atención desde el punto de vista narrativo, es que la novela está compuesta por cuadros y escenas sin demasiada relación entre sí, así que la unidad se basa fundamentalmente en que se mantienen los personajes. Y de esas historias, algunas son más verosímiles o más humanas que otras: a mí me gustó mucho la del tiovivo, o la del niño al que adopta una familia... Incluso la escena de la no-violación de una mulata a manos de Pedro Bala está bien escrita, aunque hace todo lo posible por desculpabilizar al protagonista, claro...
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