Año de publicación: 1985
Valoración: Muy recomendable
Llegué a este libro gracias a un curso de literatura del siglo XX al que no le dio tiempo de cubrir todas las lecturas propuestas. Terminé el curso con el libro sin leer, reposando en las baldas de mi biblioteca, y con el firme propósito de encontrar un momento para leerlo, especialmente porque valoraba mucho al profesor que me lo recomendó. Bastante tiempo después, llegó ese momento y, con ganas de descubrir qué se escondía en aquel libro que me había recomendado, me lancé a la lectura. El resultado, muy recomendable.
Julio Llamazares parte de una situación histórica muy concreta, un contexto que determina por completo el devenir de los protagonistas, pero luego centra su atención en la parte más humana y cotidiana del asunto, dejando a un lado datos históricos y exactitudes innecesarias. La novela narra la vida de tres makis, tres soldados de la República que ante el avance del ejército nacional deciden refugiarse en las montañas colindantes a su pueblo. A partir de ese momento, sus vidas se convierten en una lucha diaria por la supervivencia, al mismo tiempo cerca y lejos de sus seres queridos, esperando una amnistía, una intervención extranjera que ponga fin a la dictadura, cualquier cambio que les permita sobrevivir una noche más, un día más.
Llamazares analiza con profundidad el tema de la violencia. Violencia que no hace sino engendrar más violencia, convertir a los hombres en lobos desesperados que se rigen por una única norma: su instinto de supervivencia. Y además, lo hace con una novela cargada de poesía, escrita con sencillez, con las palabras justas y sin excesos estilísticos. Una novela que da gusto leer de principio a fin, pese a la amargura que transmiten sus palabras.
También de Julio Llamazares: La lluvia amarilla, El cielo de Madrid
Julio Llamazares parte de una situación histórica muy concreta, un contexto que determina por completo el devenir de los protagonistas, pero luego centra su atención en la parte más humana y cotidiana del asunto, dejando a un lado datos históricos y exactitudes innecesarias. La novela narra la vida de tres makis, tres soldados de la República que ante el avance del ejército nacional deciden refugiarse en las montañas colindantes a su pueblo. A partir de ese momento, sus vidas se convierten en una lucha diaria por la supervivencia, al mismo tiempo cerca y lejos de sus seres queridos, esperando una amnistía, una intervención extranjera que ponga fin a la dictadura, cualquier cambio que les permita sobrevivir una noche más, un día más.
Llamazares analiza con profundidad el tema de la violencia. Violencia que no hace sino engendrar más violencia, convertir a los hombres en lobos desesperados que se rigen por una única norma: su instinto de supervivencia. Y además, lo hace con una novela cargada de poesía, escrita con sencillez, con las palabras justas y sin excesos estilísticos. Una novela que da gusto leer de principio a fin, pese a la amargura que transmiten sus palabras.
También de Julio Llamazares: La lluvia amarilla, El cielo de Madrid
2 comentarios:
Yo he llegado al libro por el interés en conocer al autor y animado por la reseña. Aunque me ha gustado, mi impresión no es tan entusiasta. Para mi gusto, es una narración demasiado poética y descriptiva de una parte de la península que apenas conozco. No obstante, es una novela escueta, pero muy precisa en lo que cuenta utilizando las palabras justas. Transmite perfectamente el desánimo y la angustia de los personajes y su entorno sobre un luctuoso episodio de nuestra historia reciente. En mi opinión es un libro que está bien.
Luego de La lluvia amarilla, me he leído este. Para nada me defraudo. Escrito de un modo precioso, cada metáfora, cada sentimiento, cada acción lo sientes como si estuvieras allí. No soy española, he leído mucho sobre la Guerra y la post guerra, este me ha parecido uno de los mejores libros que se ocupan del conflicto. Siempre lo recomiendo cuando me preguntan acerca de libros de la guerra.
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