Valoración: Bastante recomendable
Tres mujeres, tres voces, tres formas de entender el propio cuerpo, el amor, el deseo, el sexo, la "condición femenina". Tres monólogos, un lenguaje literario apegado a la oralidad, con una poética extraña y una musicalidad salvaje, con frases cortas, reiteraciones, deconstrucciones (o reconstrucciones). Tres universos con varios denominadores comunes: el cuerpo y la sangre, el dolor, el desgarramiento / extrañamiento / desarraigo (sos como yo, como un saco cerrado y al mismo tiempo roto), la vulnerabilidad, la pulsión sexual, la culpa, etc. Tres textos que creo que van de más a menos pero es que el primero de ellos es una maravilla. ¡Veamos!
Por un lado, tanto "Cuñataí o de la virginidad" como "Demut o de la paciencia" se sitúan en la Misiones natal de la autora, territorio de frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay que condiciona en cierto modo la elección del personaje protagonista y el posterior estilo. Así, las protagonistas y narradoras son una mujer guaraní que acaba de dar a luz gemelos y una joven alemana recién llegada a Misiones que mantiene una relación incestuosa con su hermano. Esto hace que el lenguaje a utilizar haya de ser, por fuerza, "extraño", pese a que No es la lengua lo que me cuesta. Es hablar, y punto, aunque dotado a la vez de un ritmo y una belleza hipnóticos (Un corte en un sueño. La cicatriz que duele. Una tiene el hijo mientras duerme. Dos hijos, se hincha. De una herida, nacen). En este sentido, es inevitable hablar del "Eisejuaz" de Sara Gallardo, de su castellano "contaminado", plagado de frases breves como latigazos, de elipsis, omisiones, errores gramaticales, de su atmósfera turbia y de su rara belleza
Por su parte, "Adriana o del amor verdadero" es un monólogo que incide en los temas ya referidos a través de una voz muy personal, aunque el foco se aleja de la condición fronteriza de las dos anteriores.
Ya digo que me parece que el libro va de más a menos. "Cuñataí o de la virginidad" tiene una fuerza fuera de lo común, tanto en las imágenes como en el lenguaje o en el tratamiento de los temas y situaciones que se plantean en la narración, con mención especial a una escena especialmente brutal que sufre su protagonista. "Demut o de la paciencia" es también un muy buen texto, con una potente voz que refleja a la perfección la asfixia y la soledad de su protagonista. Ya digo que aunque el nivel se mantine, también es cierto que el factor sorpresa y el impacto inicial que supone "Cuñataí o de la virginidad" se diluye. Por último, "Adriana o del amor verdadero" me parece algo menos logrado que los dos anteriores, tanto en el tratamiento de la voz narrativa como en la poética del propio texto, que me resultan algo más convencionales.
Pese a esta sensación que me deja el último de los relatos, "Tres truenos" es un arriesgado y acertado acercamiento a la condición femenina (y humana, por qué no?) a través de la experimentación formal. Porque, ¡qué carajo!, para que me cuenten las cosas como me las contaban en el siglo XIX, pues me quedo con el siglo XIX o con Netflix. ¡He dicho!
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