Idioma Original: Castellano
Año de Publicación: 2017
Valoración: Muy Recomendable
¿Qué hace que una sociedad funcione? ¿Los códigos y valores éticos, estéticos, morales, legales, organizativos, religiosos, económicos? ¿Lo que sirve de amalgama entre seres humanos es eso que denominamos contrato social, derecho, costumbres, cultura?, quizá todo y en diferentes proporciones; algo es seguro, nada de ello es fijo ni finito; las sociedades cambian, se construyen y se reconstruyen, pero, también, se destruyen; así lo demuestra Agustina Bazterrica en su novela Cadáver Exquisito.
Existió un momento en la historia de la humanidad en que los animales fueron víctimas del ataque de un virus que los hizo no aptos para su consumo, por lo tanto, tuvieron que ser sacrificados, y su carne ya no pudo ser ingerida, ante esta eventualidad, los gobiernos tomaron una decisión que cimbra la base misma en la que se sustenta la sociedad.
La autora crea una distopía ambientada en su natal Argentina, pero que tiene ecos y resonancias mundiales, el planteamiento principal es simple, aunque la trama y las interpretaciones no son tan ingenuas: una sociedad en la que el canibalismo es permitido, legalizado, promovido y regulado.
El personaje principal de la novela es Marcos Tejo, un ser en constante conflicto que ve cómo va cambiando su contexto, del viejo orden alimentado con animales a la implementación de la Transición, esa etapa que consistió en la adaptación de las personas al consumo masivo de humanos; por lo cual, las contradicciones a las que se enfrenta tienen relación directa con lo que vive a diario en el frigorífico Krieg, del cual es el encargado y responsable de su funcionamiento.
El protagonista de la obra es un ser atormentado, está separado de su mujer, Cecilia, puesto que ambos se encuentran en una crisis posterior a la pérdida de su hijo pequeño; además, tiene a su padre internado en un geriátrico o asilo de descanso, ya que las enfermedades y la demencia senil lo consumen día a día; por último, Marissa, la hermana, con su vida en sociedad, adaptada en todo su esplendor a la nueva realidad, viviendo en el modelo de familia feliz con su esposo y sus dos hermosos hijos, pero la que no es capaz de visitar al padre ni una sola vez en el lugar de residencia.
La vida de Marcos Tejo da un vuelco el día que recibe un regalo inesperado: una cabeza para su criadero particular y qué él, en un primer momento, no sabe qué hacer con ella, lo cual le plantea diversas opciones que deberá valorar, puesto que el Estado regula la cría de seres humanos bajo estrictas reglas y disposiciones; esta situación detonará en varios acontecimientos que harán que el protagonista revise sus propias convicciones y códigos éticos que sustentan su proceder diario.
Aunque la cuestión del canibalismo no es nueva en la literatura, ni tampoco en los mass media y se ha tratado de muchas formas y maneras, casi siempre ha estado vinculada a prácticas prohibidas y a patologías de seres inadaptados o enfermizos, asesinos seriales o como parte de los rituales de diversos tribus, grupos o sociedades (El sabor de un hombre, de Slavenka Drakulić; Hannibal, de Thomas Harris); y es ahí donde el relato de Bazterrica encuentra su riqueza y su diferencia, estamos ante la normalización del mismo: quien no consume carne humana es un inadaptado, sujeto de sospechas y una amenaza latente al nuevo orden establecido, es, por tanto, un enemigo de la sociedad.
Bazterrica describe un nuevo glosario, útil para nombrar lo que la actual sociedad necesita y requiere, una larga cadena de eufemismos que pretenden difuminar, encubrir y justificar el canibalismo; así, aparecen términos como “carne especial”, “lomo especial”, “riñón especial”, “bife especial”; y frases como “la carne de siempre, pero más rica”; aparecen también tecnicismos propios de la cría de ganado; en esta galería del horror que si bien, la autora procura no emitir juicios, no escatima en emplear recursos narrativos y de lenguaje (que en ocasiones rayan en el gore) que hacen que en más de una ocasión se tenga que pausar la lectura, contener la respiración y reflexionar sobre lo leído.
Las capas y posible metáforas que sedimentan Cadáver exquisito hacen inevitable evocar diversas lecturas e interpretaciones que son extrapolables a la realidad actual: en lo referente a la alimentación bajo el consumo y cría intensiva de animales en granjas industriales en donde, se ha documentado, existen condiciones deplorables de producción; los intereses nacionales e internacionales del mercado y los avances en la innovación científica y tecnológica que privilegian la satisfacción instantánea, el consumismo y el narcisismo sobre el cuidado del otro y del medio ambiente; la deshumanización en los gobiernos y las instituciones y la precarización en los servicios de supervivencia básicos como la alimentación y la vivienda; la anulación del otro como sujeto de derechos humanos y garantías individuales, potenciando la xenofobia, el racismo, el clasismo y el desprecio a la propia civilización.
Afortunadamente para nosotros, Cadáver Exquisito es una ficción, una novela, una distopía ¿o no?
Autor: Juan Alberto Ahumada
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