viernes, 27 de abril de 2018

Manuel de Pedrolo: Juego sucio


Idioma original: Catalán  
Título original: Joc brut  
Año de publicación: 1965
Valoración: Se deja leer 

Un joven se enamora de una desconocida, ambos empiezan a verse, a intimar, y un día ella le suelta que solamente podrán estar juntos si él comete un asesinato. Esta vendría a ser la premisa de la novela. Parece simple; no obstante, el argumento se va volviendo cada vez más complejo, sin acabar siendo rebuscado. Mirad si se complica que en un par de ocasiones el autor logra subvertir nuestras expectativas. Lástima que durante la mayor parte del tiempo la historia sea tan predecible. Lo cual no la vuelve aburrida, entendámonos. Esta novela me recuerda a la típica película que pasará sin pena ni gloria por la cartelera del cine, pero que si la pillas una tarde tonta haciendo zapping te la tragas entera. Por cierto, sé que he sido parco con los detalles del argumento, pero cualquier comentario más sobre éste puede arruinaros la experiencia entera. Y nadie quiere eso, ¿verdad? Porque seamos sinceros: en Juego sucio no hay mucho más que una historia correctamente escrita y moderadamente audaz cuyos detalles más vale no conocer en demasía. 

En cierto modo, es triste ver que la novela queda reducida a esto. Es tan condescendiente... Pedrolo demuestra en el Mecanoscrito del segundo origen que puede escapar a la mera ciencia ficción, emplearla como un telón de fondo para centrarse en el desarrollo de sus personajes y en la construcción de un mundo plausible; con Crucifeminació nos enseña que puede ser ambicioso tanto en lo narrativo como en lo estilístico. En Juego sucio, sin embargo, se acomoda en los estándares de la novela negra. Y ya. Tenemos en este libro, por ejemplo, el arquetipo de la femme fatale, o el tropo de la trama de investigación y venganza; ambos, recursos manidos de este género literario. Pedrolo podría haber escapado a esto haciendo reflexiones sobre la confianza, el amor, o quizás explorando a los personajes, pero no; nos entrega una novela con una narrativa funcional y unos personajes unidimensionales cuya caracterización va simplemente ligada a tirar el argumento adelante. El protagonista, sin ir más lejos: es espabilado, no lo hace nada mal, lo de ser un detective amateur; no obstante, comente descuidos garrafales en varias ocasiones, tan estúpidos que parece que Pedrolo los puso solamente para prolongar unas cuantas páginas esta escueta historia.  

En fin... El libro es entretenido. Aunque esperaba algo más, mentiría si dijera que no lo he gozado. No soy un incondicional de la novela negra, pero disfruto una bien escrita, por plagada de clichés que esté. Y si encima es corta y nos acompaña durante un trayecto de tren, mejor que mejor. 


5 comentarios:

abismos dijo...

¿46 ediciones?¡WOW!

Anónimo dijo...

La obra de Manuel de Pedrolo es MONUMENTAL y ahora están empezando a editarse muchas de sus novelas que fueron abandonadas en un cajón durante décadas.
Gracias por la reseña.

Oriol dijo...

Saludos a los dos y gracias por los comentarios.

abismos, el ejemplar que yo saqué de la biblioteca estaba, si no recuerdo mal, alrededor de la veinteava edición... ¡Y eso siendo un libro de letra grande! En efecto, es alucinante; parece que "Juego sucio" ha gustado mucho.

Anónimo, todavía no puedo poner la mano en el fuego, ya que sólo he leído tres libros de Pedrolo (casualmente, los que están reseñados en ULAD), pero me fiaré de ti. Al fin y al cabo, mi experiencia con el escritor está siendo muy grata. Así que dejémoslo en que Pedrolo es, por lo menos, un buen escritor. ¿Me recomiendas algún título en concreto con el que seguir?

Por cierto, si no me equivoco, a Pedrolo se le está reeditando porque el Departament de Cultura ha declarado que 2018 es su año. Y hurgando por ahí, parece que fue una figura clave en la introducción del teatro del absurdo y la novela negra en la lengua catalana.

Anónimo dijo...

Te recomiendo las obras que componen 'La terra prohibida'. Es su obra más comprometida políticamente y esta editandose en la actualidad.

Oriol dijo...

Había oído hablar de ellas, a ver si ahora que me las has recordado me animo. ¡Gracias!