Título original: Pulp
Traductoras: Cecilia Ceriani y Txaro Santoro
Año de publicación: 1994
Valoración: Decepcionante
Mi experiencia con Bukowski ha sido muy grata. Me enorgullece decir que gracias a él he vivido momentos increíblemente intensos. En un periodo en que no encontraba una literatura que no que me hastiara o me dejara indiferente, apareció él. Desde entonces, no nos hemos separado, y dudo que jamás lo hagamos (aunque con ello le daría una alegría a mi novia, que es una feminista convencida).
Debo decir que siempre me entrego a la obra de este autor, sobre todo si hablamos de su vertiente narrativa (la poesía en general, no sólo la suya, no me atrae demasiado), con gran entusiasmo. Cuando llevaba leídas unas pocas páginas de Pulp, sin embargo, ya percibí que el libro no iba a gustarme. Y no porque sea precisamente malo, sino porque, dentro de lo que el talento de Bukowski puede llegar a engendrar, se queda corto.
Use retazos autobiográficos o escriba ficción pura y dura, Bukowski es capaz de deleitarnos siempre con dos cosas: en primer lugar, nos entrega una media de veinte carcajadas (de las que te hacen parecer un perturbado mental si te encuentras en el metro y el resto de pasajeros te escuchan reír) con cada libro. Su genial humor acompaña cada uno de sus textos de narrativa (e incluso en varios de sus poemas), tiñe cada uno de sus párrafos con sus hilarantes y a veces también corrosivas sentencias.
No obstante, hay otro elemento en el trabajo de Bukowski por el que yo me siento sumamente interesado. Además de su sentido del humor, este escritor posee una capacidad inigualable para machacarnos, para humillarnos. O, al menos, eso es lo que creo yo. Cuando lo leo, siento que me desprecia, que su ponzoñoso desdén va aflorando de cada una de sus palabras y cala en mí. Su crudeza al retratarnos a nosotros, los seres humanos, es algo fantástico que, a mi forma de ver, convierte en verosímiles a todos sus personajes. Es un misántropo (y sí, un misógino, ¿estás contenta, cariño?) y nos odia tanto como se odia a sí mismo.
En los personajes de Pulp, sin embargo, no existe este realismo. Entiendo que, al ser una novela que parodia la literatura de consumo popular, no haga demasiado hincapié en la profundidad psicológica de los personajes, pero, al estar escrita por Bukowski, esa característica no hace más que desacreditarla un poco.
Así que sí, es cierto, Pulp es una novela que expone (o desnuda, palabra que considero muy acorde al hablar de la obra de Bukowski) los excesos del género de la novela policíaca o fantástica de las publicaciones “pulp”. Sí, no lo voy a negar, Pulp es tan tremendamente divertida como cualquier otro libro de Bukowski. Sin embargo, si tu relación con este autor es igual que la mía, notarás que él mismo se ha extirpado parte de su esencia al escribir Pulp. Es decir, que si lo quieres leer por separado, Pulp es un libro recomendable. No obstante, si lo haces para continuar un largo viaje con Bukowski, pronto comprenderás que te decepciona bastante.
También de Charles Bukowski en ULAD: Cartero, El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco, La máquina de follar, Hollywood
Firmado: Oriol Vigil
3 comentarios:
no coincido para nada con esta apreciación. Por primera (y única vez) Bukowski escribe una novela de "género" o mejor dicho de "Géneros": ciencia ficción, policial y fantástico. Y hay un montón de chistes literarios en el medio. Esta novela no es una crítica (en el sentido de menospreciar) a los -mal llamados- géneros menores, sino un homenaje y una manera de decirnos que toda la literatura no es más importante que todas las viejas publicaciones PULP. Una gran novela donde el adn bukowskiano, en su veta menos tremendista y más cínica, brilla en todo su esplendor. Saludos.
Luis Lhooner
Con Pulp la verdad disfruté, esa forma de hacer mofa de la seriedad conque se tomaban sus relatos inverosímiles sus autores. Es verdad que no se nota demasiado ese Buk que dice mucho con tres palabras, no obstante creo que logra su cometido. No escribo esto para llevarte la contraria de puro gusto, simplemente, me gustó la novelita. Saludos.
Poy
Teniendo en cuenta que tanto tú, Poy, como Luis Lhooner reivindicáis esta novela, quizás deba darle otra oportunidad. Al fin y al cabo, parece que estoy ahora, con 23 años, más predispuesto a disfrutar la literatura pulp que cuando reseñé esta obra, con 19.
Aunque es curioso lo distintas que son vuestras aproximaciones: tú, como yo, pareces entrever que Bukowski quiere denunciar los excesos de las publicaciones pulp, mientras que Luis Lhooner insinúa, más bien, que este texto es un homenaje.
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