sábado, 14 de febrero de 2015

Eça de Queirós y Ramalho Ortigão: El misterio de la carretera de Sintra

Idioma original: portugués
Título original: O mistério da estrada de Sintra
Año de publicación: 1870 (1884)
Valoración: está bien

Hoy en día nos parece muy posmoderno esto de que los escritores de literatura seria se dediquen a la novela policiaca (como John Banville y su serie de Benjamin Black); sin embargo, hay muchos antecedentes de esto: en la literatura portuguesa, sin ir más lejos, Pessoa escribió unos relatos de Quaresma, descifrador, y ya algunas décadas antes Eça de Queirós y Ramalho Ortigão se habían lanzado con este Misterio de la carretera de Sintra, que si bien no tiene todos los rasgos que hoy esperamos en una novela policiaca, desde luego que parte del argumento típico de un whodunit: un cadáver misterioso cuyo asesino se desconoce.

En realidad, El misterio de la estrada de Sintra es una broma literaria que sus autores publicaron por entregas, y sin firma, en el Diário de Notícias de Lisboa, como si fueran cartas anónimas enviadas por un conjunto de personajes no identificados (el doctor ***., F., Z., A.M.C., la condesa de W...) para intentar explicar quién es ese hombre que aparece muerto en una casa de Lisboa (¿o será de Sintra) junto a un vaso vacío con restos de opio. Así, la novela tiene la forma de un conjunto de cartas, pero también una estructura de "historia dentro de la historia", ya que para explicar esa muerte es necesario contar la vida y aventuras de varios de los personajes, incluidos episodios sucedidos en la India o Malta.

Parece ser que en el momento de su publicación la novela causó bastante escándalo, ya que los lectores la tomaron por verdadera y jugaron a identificar quiénes podían ser los auténticos protagonistas de la historia. Ahora esto parece increíble, porque uno reconoce todos los tópicos, las exageraciones y el exceso de sentimentalismo romántico que los autores comparten aunque también los caricaturicen hasta cierto punto. De hecho, si hiciéramos caso a los propios autores en el texto de la tercera edición de la obra, la clasificación de la novela tendría que haber sido "execrable", por su acumulación de "cadáveres elegantes", "toilettes románticas", "siniestros vasos de opio"... La evolución posterior de ambos autores, hasta convertirse en representantes máximos del realismo portugués, explica que renegasen de esta novela, aunque permitiesen su reimpresión en formato de libro:



Todas estas coisas, aliás simpáticas, comoventes por vezes, sempre sinceras, desgostam todavia velhos escritores, que há muito desviaram os seus olhos das perspectivas enevoadas da sentimentalidade, para estudarem pacientemente e humildemente as claras realidades da sua rua.
[Todas estas cosas, aunque simpáticas, conmovedoras a veces, siempre sinceras, disgustan sin embargo a estos viejos escritores, que hace mucho que apartaron sus ojos de las perspectivas brumosas de la sentimentalidad, para estudiar paciente y humildemete las claras realidades de su calle]
Para el lector actual, El misterio de la carretera de Sintra no resulta tan interesante como para sus lectores originales, en primer lugar porque obviamente no puede reconocer a los referentes reales de los protagonistas (si es que estos existieron alguna vez) pero también, sobre todo, porque la estética post-romántica de la novela nos resulta demasiado lejana. Es sin duda un objeto literario imprescindible (se dice, de hecho, que es la primera novela policiaca portuguesa), pero para quien quiera leer algo de Eça de Queirós le recomendaría más bien empezar por Los Maia, El primo Basilio o El crimen del padre Amaro.

Yo he leído la novela en portugués (se puede descargar gratis y legalmente aquí), que para algo vivo en Lisboa; pero hay una edición reciente de Acantilado con traducción de Carmen Martín Gayte.

También en ULAD: Los MaiaAdán y Eva en el paraíso

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me gustó mucho este libro, pero es que reconozco que soy algo anticuada y romántica. Tengo ganas de leer La ilustre casa de Ramires, Alves y Compañía, El primo Basilio y El crimen del padre Amaro.