martes, 18 de febrero de 2014

Antonio Orejudo: Reconstrucción

Idioma original: español
Año de publicación: 2005
Valoración: imprescindible

En 1535, el joven Bernd Rothmann vuelve a Münster tras haber pasado cinco años estudiando teología en Colonia. Es el protegido del obispo y como tal, éste le acoge con el arrobo de un viejo enamorado, pero Bernd prefiere apartarse de su vera y termina por convertirse en el líder de la revuelta anabaptista que agitará la ciudad, hasta que ésta acabe por ser arrasada.
Años después, Joachim Pfister, un tipógrafo afincado en Lyon es obligado por la Inquisición a seguir la pista del autor de un libro escandalosamente herético, La restitución del cristianismo, firmado por un tal MSV, un heterodoxo que parece renegar de toda doctrina y abjurar tanto de la Iglesia católica como de los protestantes, y al que éstos, a su vez, también aborrecen.
Y en esta búsqueda consiste la reconstrucción de la que habla el título: la reconstrucción de un pasado del que alguien ha renegado y también la de un personaje esquivo y huidizo, pero íntegro en su fragmentaridad y heterodoxia… el doloroso espejo en el que se contempla aquel que lo persigue. Del mismo modo, se trata de la reconstrucción de un tiempo pretérito, efervescente pero semienterrado, al que debemos tanto (y no sólo en España o Europa) como a las ideologías o poderes hegemónicos que han ido forjando nuestra identidad.
Entretanto, nosotros podemos disfrutar de una novela magnífica, sutil y heteróclita a un tiempo, que hace uso de los recursos de la narración histórica, de la “novela filosófica” y del humor, pero también de toques esporádicos del género fantástico… Una novela escrita con maestría pero sin alardes inútiles, sobria cuando debe serlo y esplendorosa si toca. Que deslumbra pero no apabulla. Y, sobre todo, nos recuerda quién es uno de los mejores escritores españoles de la actualidad; que ha pasado de ser la “esperanza blanca” de las letras hispanas, a un escritor del que ya sabemos cabe aguardar la excelencia (quizá no sea el que está más alto en el “escalafón”, pero tampoco le hace falta), como demostró con esta novela.
Don Antonio: me pongo el sombrero para poder quitármelo ante usted.

6 comentarios:

bernik dijo...

A mí también me gustó muchísimo. Una novela singular, histórica, pero libre de la pompa que muchas veces acompaña al género. Su estilo ágil, contemporáneo, parece que refuerce la idea de que lo pasado visto con ojos del presente nos prepara para el futuro.
Que la disfrutéis.

Juan G. B. dijo...

Amigo/a bernik: tú has dicho en menos de tres líneas lo que yo he necesitado toda la reseña para tratar de explicar. Gracias.

Maya dijo...

No conocía a Orejudo, su novela Reconstrucción me gustó mucho. Les agradezco la calidad y buen criterio de sus reseñas. De vuestra mano me he acercado a éste y a otros autores que no conocía, sobre todo de aquellas recomendaciones que valoran como "Imprescindibles" y que en su mayoría me han dado muy agradables sorpresas.
"Reconstrucción", me hizo recordar otra muy buena novela del colectivo de escritores Wu Ming: "Q" ambientada también en la convulsa Europa de las rebeliones contra la iglesia católica.

Anónimo dijo...

Buena reseña y buen comentario de bernik. Tampoco conocía a Orejudo, y por tanto, otro autor que voy a tener en cuenta gracias al blog. Pero una valoración que sigue sin gustarme es la de "imprescindible", como si al no leerlo perdiésemos la oportunidad de acceder a algo único e irrepetible. Pienso que un "Muy recomendable" ya es una valoración suficientemente alta para un buen libro, o quizá "Obra maestra". ToniLV.

Juan G. B. dijo...

Hola anónimo:
Que conste que yo , precisamente, no soy muy amigo de las valoraciones, o al menos no me siento cómodo con ellas, pero me pliego a las condiciones ya establecidas en este blog. En todo caso, de lo de conceder el "Imprescindible" a esta novela, sí que estoy del todo convencido, y no sólo por su valor literario, sino sobre todo porque pone de relieve una parte de nuestra pasado del que deberíamos sacar enseñanzas para nuestro presente y futuro...aunque mucho me temo que no vaya a ser así.
Un saludo y gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

He abandonado "La hilandera de Flandes". Espero tener más suerte con este.