Titulo original: The Establishment. And how they get away with it.
Traducción: Javier Calvo
Año de publicación: 2015
Valoración: terrorífico
¿Cómo? ¿Alguien aquí no sabe qué es eso del establishment? Va, hombre. ¿Cómo tienes ese libro, ese pequeño tocho de más de 450 páginas en tus manos, sin saber lo que eso significa? ¿No te ayuda la ilustración de la portada? Hombre, es bastante obvia. Aún así, ¿te queda lo bastante claro como para pasar por caja o para llevarte el libro prestado de la biblioteca? ¿Necesitas un empujoncito más? ¡Ya lo tengo! Subtitulemos con La casta al desnudo. Qué más da que el título sea diferente. Que en realidad diga "El Establishment. Y cómo se salen con la suya". Uh, no sé si Javier Calvo tuvo que ver en ese cambio. Supe que era él quien lo traducía cuando leí la palabra "cotarro". Por lo demás, qué más da que eso de la casta sea tan de aquí y lo del Establishment sea un término tan foráneo. Si Owen Jones ya es famoso por Chavs, no hará falta mucha más información. Pero con lo de apelar a la casta no fallamos. Es decir la palabreja y ver al señor de la coleta y la pinta casual sentado en el lado izquierdo de una tertulia replicando con sorna, educación y astucia a cualquier gilipollas en traje y corbata que le mira con aires de prepotencia. Uh. Eso tiene tirón.
Curioso que sea Seix Barral quien se haya hecho con la publicación de este libro. En vez de la aguerrida y entusiasta Capitán Swing, que, perdonen, sería más adecuado. Curioso, porque uno de los hechos en que más se incide es en la manipulación de los medios de información y en su puesta al servicio de los viles intereses del Establishment. Con todo el feo asunto que terminó con el cierre de News of The World, con Rupert Murdoch por medio de todo un tema de siniestros sucesos. Y va, y quien publica El Establishment es una subsidiaria de Planeta, grupo al que pertenece Antena3, La Sexta o La Razón. Medios, todos ellos, libres de toda sospecha.
Donde Chavs era bastante cómodo y adaptable al entorno más cercano (en un país donde Telecinco es la cadena de TV más sintonizada) El Establishment acaba siendo, para los desconocedores de los entresijos de la política y el poder en el Reino Unido, un ejercicio que se hace un poco ajeno y algo largo. Imposible de leer en diagonal, me ha llevado diez días largos acabar con él. No por denso, más bien por jugoso. No niego lo oportuno y lo extrapolable de sus planteamientos, pero quizás me hubiera parecido algo más acertada una especie de edición comparativa donde percibiéramos más las similitudes con el establishment propio del estado español, donde los nombres nos sonaran o tuvieran su equivalencia, cosa que suena extraña, pero que permitiría ejercicios de comparación que resultarían algo desasosegantes.
Estructurado de forma parecida a las temporadas de The Wire, este extenso ensayo va prestando atención a cada uno de los factores determinantes y necesarios para que el Establishment impere en el Reino Unido. Sociedad, políticos, fuerzas de seguridad, think tanks, medios de comunicación, la City. Cómo consiguen generar una realidad en la que su poder prevalezca y cualquier alternativa que se vislumbre se desplome por utópica o ingenua. Todos contribuyen a ese objetivo común: la definición y fijación de un statu quo que beneficia a una élite reducida, y la concienciación casi unánime de que ese statu quo no tiene alternativas razonables, o éstas entrañan el caos y el apocalipsis. Todos conchavados y con medios de lo más abyectos, con tal de mantener y monopolizar el dominio absoluto de todos los resortes que les permiten perpetuarse. Lo espeluznante es cómo Owen Jones demuestra esa situación. Porque testimonios y casos reales desfilan aquí y alejan cualquier duda, cualquier lógico recelo que el lector pueda albergar. Jones no oculta su condición: es un periodista que denuncia situaciones y la literatura de denuncia es tanto más necesaria cuanto más haya que denunciar y mayores las presiones para silenciar o ridiculizar esa denuncia.
Esto no es conspiranoico, entonces. Las situaciones existen y los nombres son casi siempre (porque hay testimonios que han pedido preservar su anonimato) los reales. Como conclusión, basada en 470 páginas que no admiten discusión: el horror, el horror. La democracia occidental, de la que tanto alardeamos y que tanto nos gusta imponer en todos lados, resulta ser una pantomima, una escenificación esperpéntica cuatrienal de perpetuación de la clase dominante. Digan si eso no da miedo.
También de Owen Jones en ULAD: Chavs, la demonización de la clase obrera
También de Owen Jones en ULAD: Chavs, la demonización de la clase obrera
3 comentarios:
Lo de "La casta..." no es casualidad: fíjate que Owen Jones en realidad es Iñigo Errejón cuando se quita las gafas...
Pues habrá que acostumbrarse a que estos tipos con aspecto juvenil tienen cosas muy importantes que exponer, y que "los mayores" tampoco les estamos dejando de herencia una sociedad ideal e igualitaria.
Salut, Juan.
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