Año de publicación: 1938
Título original: Homage to Catalonia
Traducción: Carlos Pujol
Valoración: muy recomendable
1984. Ese es el título que acude a la memoria del lector cuando se menciona a George Orwell. Algo a camino entre la ciencia ficción y la denuncia social. Pero Orwell, cuya corta vida fue intensa y profusa en compromiso personal, fue miembro de las Brigadas Internacionales que lucharon contra la sublevación franquista. Lo fue en primera línea y ésta es la narración de su experiencia. Una narración que cierra antes de conocer el triste desenlace del conflicto. Una narración que se inicia con un tono teñido de una triste ironía, unas primeras páginas que serían un alegato contra la guerra, pero que son un testimonio que deja bien a las claras lo poco que puede hacerse cuando son los militares los que deciden pasarse por el forro la confianza que se deposita en ellos, y giran las armas hacia su pueblo. Las descripciones de los paisajes del frente, de las tropas ajadas por el hambre y entumecidas por el frío, la repetición de la palabra andrajosos para referirse a un ejército, el republicano, precario, mal preparado y peor equipado. Gracias a las palabras de Orwell estamos sentados ahí, en una piedra en un promontorio cercano, como un observatorio desde el que contemplar el desastre que se avecina.
Aqui Orwell habla de ideología y de política, claro, pero este libro no es un panfleto. Habla de pueblos en ruinas, de piojos y ratas, de escasez, de fango cubierto de inmundicia. Habla en primera persona, sin recrearse en sufrimiento ni en otras sensaciones que no sean el absurdo, como mucho la angustia de la espera y de la incerteza.
Ahora bien, aclarar que, a pesar de su título, este no es en absoluto un panegírico hacia Catalunya. Lo más cercano es la observación de cómo la primera réplica contra el alzamiento fascista fue una especie de reacción revolucionaria que no se dio en otros lugares. Y, al regreso del frente, como los conflictos dentro del bando republicano minan su capacidad de respuesta a la sublevación, hasta un extremo incomprensible: las discrepancias entre comunistas, anarquistas y trotskistas llevan a una división que a la postre sería un excelente caldo de cultivo para la victoria del bando contrario . Lo cual crispa al Orwell persona, al Orwell militante que ve los ideales por los que ha acudido desmoronarse. La guerra o la revolución. Pero quien quiera encontrar aquí artefacto propagandístico o relleno panfletario, no lo hallará. Es un relato de vida en duras condiciones y de coherencia en lo personal. Orwell insiste en el sentido de la muerte por los ideales como contraposición a la muerta absurda y futil. Contenido político, claro, pero por encima de todo literatura, excelente literatura, rica, evocadora.
Aqui Orwell habla de ideología y de política, claro, pero este libro no es un panfleto. Habla de pueblos en ruinas, de piojos y ratas, de escasez, de fango cubierto de inmundicia. Habla en primera persona, sin recrearse en sufrimiento ni en otras sensaciones que no sean el absurdo, como mucho la angustia de la espera y de la incerteza.
Ahora bien, aclarar que, a pesar de su título, este no es en absoluto un panegírico hacia Catalunya. Lo más cercano es la observación de cómo la primera réplica contra el alzamiento fascista fue una especie de reacción revolucionaria que no se dio en otros lugares. Y, al regreso del frente, como los conflictos dentro del bando republicano minan su capacidad de respuesta a la sublevación, hasta un extremo incomprensible: las discrepancias entre comunistas, anarquistas y trotskistas llevan a una división que a la postre sería un excelente caldo de cultivo para la victoria del bando contrario . Lo cual crispa al Orwell persona, al Orwell militante que ve los ideales por los que ha acudido desmoronarse. La guerra o la revolución. Pero quien quiera encontrar aquí artefacto propagandístico o relleno panfletario, no lo hallará. Es un relato de vida en duras condiciones y de coherencia en lo personal. Orwell insiste en el sentido de la muerte por los ideales como contraposición a la muerta absurda y futil. Contenido político, claro, pero por encima de todo literatura, excelente literatura, rica, evocadora.
Así que Orwell no era sólo un escritor que imaginaba mundos alternativos, sino que sabía ser magistral en la descripción de su entorno. Un inglés para describir mejor que nadie un episodio patético cuyas consecuencias el estado español aún no ha digerido. Una crónica, aún inconclusa, de por qué, más veces de las que deberían, los malos acaban ganando. Un detallado paseo por el frente, que debe su título no a una soflama encendida sino a una comedida declaración de respeto.
12 comentarios:
Un homenaje además hoy a Cataluña en la Diada.
Pues sí: nada casual, pues soy barcelonés.
Salut!
Sería bueno una cadena humana leyendo a Orwell.
Paso a paso, Rochester.
O simplemente leyendo.
...Utopía, de Tomas Moro, puede ser también una lectura muy recomendable, imprescindible. Su verdadero título en latín es "Libellus... De optimo reipublicae statu, deque nova insula Vtopiae" (Libro del Estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía).
Os transcribo un texto como primer eslabón, no de una cadena (¡horrible palabra, nada humana!)de una lectura conjunta.
"Así, cuando miro esas repúblicas que hoy día florecen por todas partes, no veo en ellas - ¡Dios me perdone! - sino la conjura de los ricos para procurarse sus propias comodidades en nombre de la república. Imaginan e inventan toda suerte de artificios para conservar, sin miedo a perderlas, todas las cosas de que se han apropiado con malas artes, y también para abusar de los pobres pagándoles por su trabajo tan poco dinero como pueden. Y cuando los ricos han decretado que tales invenciones se lleven a efecto en beneficio de la comunidad, es decir, también de los pobres, enseguida se convierten en leyes."
Gracias, pero no me perdonéis.
Bueno: la cuestión de la cadena es por la imagen de los eslabones unidos. Gracias por los comentarios, y desde luego sería una imagen una serie de personas alineadas libro en mano. Pero hoy por hoy nos parece onírica, surrealista, utópica, desde luego.
Este libro lo leí hace tiempo, pero me gustó muchísimo, porque describe de primera mano los avatares de la guerra civil en Barcelona, sobre todo los llamados "Fets de maig de 1938". Un libro que debería leerse en las escuelas.
Pues Elvira, por el camino que vamos (Ley WERT y otras bagatelas) no nos acercamos precisamente a que libros como estos sean lecturas recomendadas. Gracias por el comentario,
Yo no he leido el libro, lo haré.
Hoy estamos a las puertas de otra Diada, 2014, y no se hará una cadena, se Hará una V
Yo, què me siento catalana de adopción y què estimo a Catalunya, potser, més què algun català, no m'agrada l'ambient què es respira ni aquí a Catalunya però molt menys a la resta de l'estat.
Ens portaran a on no haguessin tingut d'anar mai.
María, gràcies por el comentario. No me queda muy claro el concepto. Nos llevan a un lugar tan inofensivo como expresar nuestra opinión a través de un voto. Sea cual sea la opinión.
No era miembro de las brigadas Internacionales, sino de las milicias del POUM, en el frente de Aragón.
Publicar un comentario