sábado, 24 de marzo de 2018

Colaboración: Así empieza lo malo de Javier Marías

Idioma original: español
Año de publicación: 2014
Valoración: muy recomendable
“No hace demasiado tiempo que ocurrió aquella historia, y sin embargo hoy sería imposible. Me refiero a lo que les pasó a ellos, a Eduardo Muriel y a su mujer, Beatriz Noguera, cuando eran jóvenes, y no tanto a lo que me pasó a mí con ellos cuando yo era el joven y su matrimonio una larga e indisoluble desdicha”.
Este es el comienzo de Así empieza lo malo “una historia tenue de la vida íntima, de las que no suelen contarse o sólo entre susurros”, contada por el narrador, testigo y partícipe de esa relación.

En este breve comienzo y en solo cinco líneas el autor nos presenta el triángulo en el que se desarrolla la novela, situando el punto de enfoque ya sea en el narrador, en Eduardo Muriel o en la esposa de éste Beatriz. O en la relaciones entre cada uno de ellos, equidistante y que se amplía en el mundo familiar y social del matrimonio.

La presencia reiterada de personajes es magnífica: el profesor Francisco Rico (personaje basado en el profesor Rico, amigo del autor y que aparece en anteriores novelas del mismo), el Doctor Vidal, cardiólogo y también basado en el Doctor Vidal amigo de Marías en la vida real), Van Vechten, pediatra y uno de los hilos conductores que nos llevan en la trama desde los oscuros y grises años de la posguerra española hasta los años 80 en donde se sitúa la novela. Artistas y directores de cine presentes en la novela por el trabajo de Muriel, como director y productor de cine, también permite introducir otro personaje real dentro de la novela, Jess Franco, tío de Javier Marías.

La capacidad de Marías de reflejar en su prosa larga, detenida, proustiana, cargada de relevancia filosófica y a la vez descriptiva de los personajes, de las situaciones, del contexto social del Madrid de la movida (años 80), pero siempre deteniéndose en pequeños momentos de la misma. Utiliza la narración de esos momentos para expresarnos como una onda que remueve todo el contexto humano y social la vida de aquellos años.

El desarrollo de la novela es magistral: siempre desde la visión de un narrador que lo ve todo, escucha todo y retiene todo aquello que ve y escucha (en esto el paralelismo entre el narrador,  el joven De Vere, y el joven Marías como se le conoció en sus inicios como escritor y hasta no hace mucho, quizás hasta que muere su padre el filósofo y escritor Julián Marías, llaman la atención). Pero también la habilidad de presentar a través de los personajes, alguno de ellos exagerados, bufones de sí mismos, en conversaciones en las que no estamos acostumbrados a presenciar en la vida real pero que el autor nos invita a ser también voyeur de las mismas (es relevante las conversaciones entre Muriel tumbado en el suelo, tuerto de un ojo y Marías de pie o sentado, testigo de los pensamientos, registrando como un psicoanalista o como una máquina registradora las palabras de quien le ha contratado como secretario).

En Marías no está solo la capacidad de describir y profundizar en la psicología de los personajes siempre a través de la descripción de pequeños detalles que amplifican y nos hace detenernos en los mismos. Siempre encontramos además una representación de los sentimientos y algunas pasiones humanas que ha ido desplegando a lo largo de los años en sus novelas. En esta novela nos cuenta de forma homeopática el desarrollo del rencor, de cómo algo que ocurre en la vida es imposible de olvidar y está presenta el resto de la vida, en este caso algo que ocurrió entre la pareja Eduardo y Beatriz y que se convierte en el peso que ya no podrá quitarse de encima. Y dentro de ellos, en la pareja la muerte de su hijo quizás tenga un peso menor que la ocultación y la mentira. Historia de una amistad, de una relación entre un joven de 23 años con la vida, con la vida de los demás de la que es testigo y de su vida personal. También de crítica hacia aquellos que vivieron amparados por el franquismo y que reinventaron su biografía en los años del tardofranquismo o bien iniciada la transición en España. Pero la traición va más allá a la infidelidad, es como si estuviera por encima de la misma y esta no fuera más que una consecuencia de la primera. Como muchas de las historias últimas de Marías también es una novela de amor, de la imposibilidad de dejar de querer a quien se ha querido, aunque las relaciones tengan un final ya sea a través del divorcio (que todavía no estaba legalizado en España en el momento del desarrollo de la novela) o través de la muerte de alguno de los protagonistas.

De nuevo una novela total, elegida por los críticos como la mejor novela publicada en el 2014 y que constituye un placer leer de cabo a rabo.

Autor: Juan Díaz 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira que no puedo ni con él, ni con sus artículos. Pero cada vez que Marías publica novela, voy como un “bobo” a comprarla. Así empieza lo malo ha sido una de mis favoritas, junto con Los Enamoramientos y Corazón tan blanco.

Anónimo dijo...

Me gusta mucho mas el Marias novelista que el articulista. A excepcion de Los enamoramientos, que me parece una novela menor, el resto de su produccion es msgnifica.

ToniLV dijo...

Tiene muy buena pinta y la reseña anima a leerlo. Nada de lo que he leído de Marías me ha decepcionado, pero sí, probablemente Los enamoramientos sea lo más flojo que ha escrito.

Sir Robin dijo...

Pues a mí me gustan algunas de sus columnas, y esta novela es la primera que leí de él y me gusto mucho, aunque ahora casi ni me acuerdo de los detalles...Tengo apalancada Los enamoramientos para algún día de estos. Buena reseña. Buena novela.

Anónimo dijo...

Excelente. Poco más que añadir salvo recomendar su lectura.