sábado, 5 de noviembre de 2016

Banana Yoshimoto: Kitchen

Idioma original: japonés
Título original: キッチン
Traductores: Junichi Mattsuura y Lourdes Porta
Año de publicación: 1988
Valoración: se deja leer

Japón es un país extraño: uno lee las novelas de Murakami (sí, el Leonardo di Caprio de la literatura), o esta de Banana Yoshimoto, y se hace a la idea de que el Japón actual está lleno de huérfanos, viudos, hombres y mujeres solitarios y misteriosos, fantasmas y apariciones. (Cuando uno lee a Mishima o a Kawabata, o incluso a Ishiguro cuando vuelve a sus raíces, tiene la impresión de estar leyendo sobre un país distinto, más antiguo, más maduro, más intenso). Los tres relatos que componen Kitchen son un ejemplo de ese primer Japón, y la verdad, no es el Japón que me parece más interesante.

Los dos primeros relatos de los tres que componen el libro, "Kitchen" y "Luna llena", están ligados entre sí: tienen como narradora y protagonista a Mikage Sakurai, una chica huérfana que cuando muere su abuela decide trasladarse a la cocina, su habitación favorita. De ahí es rescatada por Yuichi, un simpático joven que conocía a su abuela, y por su madre (que en realidad es su padre, pero cambio de sexo cuando murió su mujer), Eriko. Los dos relatos cuentan la relación entre este triángulo de personajes, y después de la muerte violenta de Eriko, entre los dos huérfanos, que se quieren como amigos y a lo mejor como algo más.

El tercer relato, "Moonlight shadow", tiene como protagonista a Satsuki, una chica (otra diferente, aunque casi intercambiable con Mikage) que ha perdido a su novio en un accidente de coche. Para superar su dolor se hace amiga del hermano del muerto, Hiragi, que también perdió a su novia en el mismo accidente (oh, casualidad). Y a ellos se une Urara, una misteriosa mujer que no solo puede adivinar números de teléfono sino que también sabe el secreto para comunicarse con los muertos.

A la obra no le faltan méritos que pueden explicar que haya sido tan bien acogida: está escrita con un estilo propositadamente impresionista, que mezcla tiempos, sensaciones, pensamientos y diálogos de una forma ágil y entretenida. A pesar de su temática melodramática (¡tanta gente muerta en tan pocas páginas!) no cae demasiado en la cursilería, lo que es de agradecer. El problema es que tampoco cae en mucho más: los personajes son arquetipos bastante planos, que actúan de una forma que quiere ser misteriosa pero que resulta inconsecuente, y los posibles temas de la obra, como la gestión del dolor y del luto, no se exploran más allá de la mera enunciación.

Sé que si no existiera Murakami, Kitchen me habría gustado más. Si no hubiera leído Tokyo Blues (publicado, por cierto, solo un año antes que Kitchen), creo que esta novela me habría parecido más original y sorprendente. El problema es que no solo he leído Tokyo Blues, sino también After Dark y Sputnik, mi amor y... Y ya estoy bastante saturado de chicos y chicas japoneses solitarios y tristes, muy tristes, que deambulan de un sitio para otro comiendo udon, mirando a la luna y sintiéndose únicos.

También es verdad que esta es una novela de juventud, como la propia autora dice en el epílogo: solo tenía 22 años cuando se publicó. Quizás tenga otras obras posteriores donde los personajes sean más redondos y los temas se elaboren un poco más. Es posible que le dé otra oportunidad en el futuro.

8 comentarios:

Javier Ventura dijo...

Por curiosidad, ¿en qué sentido llamas a Murakami el di Caprio de la literatura? Es hoy por hoy un magnífico actor, mucho más inspirado que cuando era joven, al contrario que Murakami, todo sea dicho; y fue un guapito de Hollywood, algo irrelevante en el caso del escritor. El primero recibe elogios hoy por hoy, mientras que el segundo por desgracia recoge críticas: ya sabemos, esta tirria que tienen algunos cuando un escritor es tan bueno que es capaz de llegar a más gente de la que conforma el reducido grupo de repipis pedantes al que les gusta pertenecer. En fin, ¿a qué te referías?

Santi dijo...

¡Buenas, Javier! La comparación entre Murakami y di Caprio es ya un "meme" de internet: se basa en que los dos se han pasado un buen montón de años esperando un premio, el Nobel para uno y el Oscar para el otro. Di Caprio por fin lo ha ganado, pero Murakami todavía espera...

Sobre lo de que Murakami sea tan bueno que llega a más gente, lo siento pero no lo comparto. Ser difícil no es sinónimo de calidad, pero ser fácil tampoco. Hay autores muy buenos que tienen muchos lectores (se me ocurre Paul Auster por ejemplo). Murakami para mí es repetitivo y facilón, en ningún caso me parece digno del Nobel. Pero si todo sigue así y no se muere antes, terminarán dándoselo...

Javier Ventura dijo...

Ah! La verdad es que ahora que lo dices, había oído esas bromas al respecto de ambos, pero no las había asociado. Para mí Murakami, como comenté antes, ha perdido muchísimo valor literario, y hace ya tiempo que no lo sigo, porque efectivamente pienso que se ha quedado atrapado en su propio estilo; pero concretamente "Crónica del Pájaro...", "Kafka en la orilla", o "Tokyo blues", me parecieron geniales, y entiendo que ganara muchos adeptos. Por supuesto, no creo que merezca un Nobel, pero habida cuenta del dudoso criterio que tienen últimamente, no me extrañaría nada que se lo acabaran concediendo. Con Paul Auster coincido contigo: me parece un escritor estupendo, y con muchos seguidores, pero igualmente ha sido abandonado por los críticos de los que hablaba antes! Demasiado éxito para su gusto.
Muchas gracias por tus aclaraciones Santi, y enhorabuena como siempre por vuestro estupendo blog!

Marc Peig dijo...

Coincido contigo, Santi, en que Kitchen no es nada del otro mundo. Me decepcionó bastante puesto que tenía buenas referencias de la autora y no cumplió para nada las expectativas depositadas en el libro. Respecto a Murakami es cierto que lo último editado en nuestro país no es nada del otro mundo pero, en su mayoría, se trata de cuentos y/o libros antiguos. Cierto es que es difícil llegar al nivel de Tokyo Blues, After Dark o Sputnik... pero 1Q84 es una obra magistral, diría que superior hasta a las préviamente mencionadas.

Gabriel Diz dijo...

Agrego otro gran escritor con muchos seguidores: Gabriel García Marquez

Melany dijo...

Pues este libro me convenció, haré lo posible por leerlo; yo no he leído casi nada de autor japonés así que a mi seguro me parecerá original.

P.S los leo a diario pero nunca comento, me parece un pelín complicado; lo siento.

¡éxitos con el blog! <3

Anónimo dijo...

Recién me encontraba con el libro y has echado a perder el encanto contando desenlaces de manera torpe. No permites que de tu critica llegue emocion alguna. Quizá pueda entender (y lo has dejado claro) que ni Murikami o algún otro representante de la literatura japonesa sea de tu agrado pero en general, has llenado la atmósfera de Kitchen de crítica básica y barata. Deberías pulir* tu texteo en general sea de tu agrado el libro o no antes de hacer del dominio público tu comentario.

Victoria Cos dijo...

Me pasó lo mismo con este libro. Lo encuentro insulso y con personajes poco interesantes. La autora intenta darle originalidad con detalles melancólicos y extravagantes, pero la historia no termina de cerrar, es como que no pasa nada. Me aburrió.