Un libro al día: Cuarto aniversario

Miren: yo soy casi nuevo aquí. Pero me han pedido que me encargue de esta entrada celebratoria (este temperamento ibérico tan dado a las celebraciones...); y que no acabe poniendo las cosas de siempre.

Si yo fuera un profesional en esto, ahora mismo estaría leyendo esas entradas, las del primer, segundo, tercer año (y las de la entrada número 100, la 500, la 1000...). Estaría leyéndolas y sacando una especie de esquema común a evitar, más que nada para que no caer, que soy casi nuevo aquí, de bruces en esa reiteración.

Así que no hablaré de los tres o cuatro amigos que decidieron poner en marcha este blog por su pasión hacia los libros, ni de las polémicas o las entradas más exitosas, o de lo rápido que ha pasado este tiempo (o lo lento: el tiempo parece que nunca pase exactamente como pasa). No hablaré, porque sería un impostor si lo hiciese. Puedo hablar, brevemente, de mi experiencia personal, que es algo menos de la sexta parte de esos cuatro años: libre como un pájaro.

Pero bueno, hoy hablo yo por todos, o eso creo. Y digo: si nos gustaban los libros cuando empezamos, ahora todavía más. Si esos cuatro años han sido claves en la historia de la literatura o han sido como otros cuatro cualquiera, ni idea. Eso no se puede saber ahora. Pero, sigo hablando por todos, o eso creo (soy casi nuevo aquí), sin apelar a sensibilidades ñoñas, lo que sí hace inolvidables estos cuatro años es la relación con los lectores: el punto exacto, casi sexual, en el que el primer lector interactúa y deja un primer comentario, el que sea. El momento en que este roce se hace habitual (y el roce hace el cariño). Cómo algunos de los lectores empiezan leyéndonos en silencio o añadiendo comentarios y después se incorporan como colaboradores o hasta como reseñistas fijos. Ver cómo suben la visitas y empiezan a contactarte escritores o editores para ver si te interesa su libro. Cada uno de estos hechos son, llámenle empujón, llámenle razón, llámenle como quieran, motivos para seguir con el mayor de los entusiasmos.

Yo soy casi nuevo aquí. El próximo, el quinto aniversario, seguro, cómo no, que eligen a otro para que escriba un texto más profesional y más cargado de hipervínculos, puede que con alguna foto de todos sentados en una mesa con cara de achispados, o con un vídeo en Youtube destrozando alguna canción conmemorativa. Pero llegará, seguro, y estaremos aún más contentos: tendremos más visitas y más seguidores en Facebook y en Twitter y puede que hasta salgamos, otra vez, por la tele (nos deben aún 14 minutos y 50 segundos de gloria).

Sí, el año que viene seguiremos aquí. Para cargarnos libros que no nos gustan o poner por las nubes los que nos encantan. Para compartir puntos de vista con nuestros lectores o para discrepar con ellos.

Gracias por leer, gracias por leernos.