miércoles, 14 de agosto de 2024

Antonio Escohotado: Rameras y esposas

Idioma original: castellano

Año de publicación: 1993

Valoración: Está bien


Llega a mis manos, un poco por carambola, este libro de Antonio Escohotado que, reconozco, no me apetecía demasiado leer. No es buena cosa eso de leer con cierta desgana, aunque a veces se encuentra uno sorpresas agradables, que nunca se sabe. Por lo visto se trata de una reelaboración de un texto anterior (1978), que llevaba el menos impactante título de Historias de familia, aunque se conserva el subtítulo Cuatro mitos sobre sexo y deber. El currículum de Escohotado es tan abrumador, en volumen y temática, que uno casi se puede esperar cualquier cosa, aunque a primera vista parece que va a tener algo o bastante de polémica.

Tampoco podría asegurarlo, pero me atrevería a decir que no. No veo intención, como se podría suponer, de describir de ninguna manera la posición de la mujer en la Historia, ni tan siquiera en el mundo antiguo, sino más bien de analizar ciertas relaciones de poder en el ámbito de la pareja a través del estudio de cuatro de ellas, todas inscritas en el campo del mito o la leyenda: Ishtar y Gilgamesh, Zeus y Hera, Hércules y Deyanira, María y José. Los tres primeros relatos se exponen con claridad y de forma sencilla, poniendo de manifiesto algunas de las fuerzas que mueven estas relaciones: la seducción, los celos, el sentido de la posesión, la fidelidad o su ausencia, la venganza. Aspectos que en estas narraciones clásicas tienen un inevitable, y muy acentuado, carácter trágico.

Por su parte, en el relato bíblico tiene cabida, naturalmente, la partenogénesis mariana que ha entretenido a tantos durante siglos. Pero en el libro no es esa la cuestión central, sino la propia figura de María, que asume hasta sus últimas consecuencias el papel de madre del Elegido, convicción que guía su conducta y define, sin posible revisión, las relaciones en la pequeña familia. De forma bastante sorprendente Escohotado sigue al pie de la letra y sin contraste buen número de pasajes de los conocidos como 'evangelios apócrifos', lo que da lugar a un efecto bastante extraño y con aspecto de haber sido buscado de propósito: el relato bíblico, incluida la caracterización de sus personajes principales, puede perfectamente asimilarse a la atmósfera de los mitos antiguos que antes se han expuesto.

Tampoco me resulta fácil extraer conclusiones del libro, quizá es que tampoco lo pretende. Lo entiendo como un análisis de aquellas relaciones familiares o de pareja desde el punto de vista de los roles masculino y femenino, en especial desde este último. No obstante, se puede deducir que, según el autor, la mujer, postergada en tantos aspectos de la vida civil, no ha dejado de manejar armas poderosas con las que enfrentar sus desventajas, muchas veces en el ámbito privado, pero otras tantas trascendiendo, y de qué manera, al exterior. De ahí el énfasis en la figura de las prostitutas sagradas, hieródulas o hetairas, con otras denominaciones en diferentes culturas, cuya influencia resultaba decisiva en más momentos de lo que cabría suponer. 

A fin de cuentas, parece decir Escohotado, se trata en alguna medida de una lucha por el poder, el poder en general, o en poder sobre el otro. Aquellas mujeres míticas exhiben por ejemplo sus invencibles dotes de seducción, suficientes para doblegar cualquier fuerza, y en todo caso mantienen la gran llave de la maternidad, que teje alianzas, urde traiciones o empodera a la madre generadora, protectora o manipuladora, según los casos. Se me ocurre que estos cuatro relatos tal vez no sean material suficiente para construir mucho más que un esbozo, unos rápidos apuntes sobre aspectos seguramente relevantes que lindan con la antropología o la psicología, pero que no terminan de constituir un cuerpo teórico sólido.

Sirven tal vez como fuente de información y como punto de reflexión, pero quizá no le podemos pedir mucho más.


También de Antonio Escohotado reseñado en ULADSesenta semanas en el trópico

1 comentario:

Anónimo dijo...

En el último párrafo se resume todo Escohotado. Enhorabuena por la capacidad de síntesis.