Título original: Tommyknockers
Traducción: Edith Zili
Año de publicación: 1987
Valoración: Recomendable para fans
Después de revisar en el blog y constatar que no hay todavía ninguna reseña de esta joven promesa de las letras (¡ja! ¡Mentira todo!) me lanzo con uno de esos tochazos tan típicos del maestro del terror.
Qué decir, hasta qué punto un autor tiene un estilo propio o es un autoplagiador, no es el sitio aquí para comentarlo. Yo prefiero pensar que está (estaba) un poco encasillado.
Tommyknockers no será una sorpresa para nadie que haya leído un par de novelas del escritor de Maine, los ingredientes son muy similares o casi idénticos a los de libros de éxito anteriores: un poblado aislado, una amenaza del exterior, un mal que se va propagando entre los vecinos y unos héroes que no tienen porqué comer perdices al final de la historia. Puro Stephen King. De hecho, de varias de las novelas que he leído de él hasta el momento, esta es la que me ha parecido más pura, en el sentido de que es la más fiel a su estilo. De haberla escrito otra persona, no me extrañaría que el bueno de King decidiese presentar una demanda por plagio.
Pero vamos al meollo: Para empezar, antes de nada, ¿qué son los famosos tommyknockers del título? Pues al parecer son los protagonistas de una cancioncilla infantil, bastante lúgubre por cierto, que serán los antagonistas de la novela.
En cuanto al argumento, una escritora (Bobbi Anderson) pasa sus días en soledad permeada en ocasiones por un antiguo profesor y amante ocasional (Jim Gardener). Un día, paseando por el bosque (laralalá), entre la hierba mojada (uh uh uh) –mentira, es en una zona seca y terrosa)– Bobbie tropieza con un extraño objeto y a partir de entonces se obsesiona con desenterrarlo. Pero el objeto acaba siendo mucho más grande de lo que parece...
En estas, Gardener (¿quizá nos querrá decir algo King con este apellido?) decide hacerle una visita a su antigua pupila y descubre anonadado un comportamiento errático y desconocido para él por parte de Bobbie. Y no solo eso, sino que descubre unos artilugios muy avanzados científicamente que ha desarrollado la propia Bobbie, aparte de una novela recién escrita, que, descubre con gozo, es lo mejor que ha escrito nunca.
El propio Gardener se vuelva en el trabajo de desenterrar la nave, pero sin la obsesión monomaníaca de su anfitriona. A la vez, se da cuenta poco a poco de que el ambiente en el pueblo es cada vez más agresivo, y toda la población parece haberse convertido en un genio mecánico como Bobbie. Por si esto fuera poco, nota horrorizado como la gente de su alrededor empieza a mutar y descubre que él es relativamente impune, en parte por una placa en la cabeza, en parte por una continua borrachera.
Creo que hasta aquí puedo escribir sin destriparle la novela a nadie; a pesar de que parece bastante argumento contado, todo esto ocurre en una fase temprana de la novela, y a pesar del que considero el peor defecto del libro: la excesiva longitud. No es que me den miedo los tochos (¡hola Thomas Pynchon!) pero, con sinceridad, hay mucha paja, mucho relleno aquí metido.
Quizá demasiada importancia a algunos personajes secundarios muy poco desarrollados; otra cosa que creo que es un fallo importante es que en ningún momento da la impresión de que la epidemia llegué a salir nunca del pueblo. Los propios vecinos son los agentes principales en evitar intromisiones externas, y qué quieren que les diga, por muy empático que sea uno, no es lo mismo saber que hay un terrible peligro pero aislado y bien guardadito en una pequeña ciudad del otro lado del Atlántico, a pensar que de un momento a otro el gas se expande y puede llegar hasta la puerta de su casa.
Pero si por algo destaca King es por ser un escritor con talento, con facilidad para crear buenas historias, y algunas por aquí sueltas que merecen la pena. En particular, me gustó la de los dos niños hermanos.
Para ir terminando, decir que Stephen King escribió esta novela en un momento de su vida en el que tenía graves problemas de alcoholismo, y es inevitable trazar paralelismos entre Gardener y él. Además, creo sinceramente que la falta de novedades y el “autoplagio” al que me refería anteriormente se debió al abotargamiento producido por su enfermedad.
Así que, como dije más arriba, recomendable para fans. Si es la primera vez que te acercas a King, prueba con otras novelas más conocidas. Les gustará a los fanáticos de King, pero les recomendaría otras obras a aquellos que todavía no estén familiarizados con él. En ULAD hay muchísimas de él reseñadas (¿será quizá el autor con más reseñas en el blog?).
Firmado: EPS
Todo lo de Stephen King reseñado en ULAD: aquí
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