Título original: The Sisters Brothers
Año de publicación: 2011
Traducción: Mauricio Bach
Valoración: recomendable
Vamos con una del Oeste: en plena fiebre del oro, los hermanos Sisters, Charlie y Eli, forman una pareja de asesinos que trabajan para un magnate de Oregon conocido como el Comodoro. Éste les envía a California para finiquitar a un particular buscador de oro llamado Warm. En el trayecto los hermanos van encontrando a toda una serie de no menos peculiares personajes y resolviendo algunos problemas de su habitual forma expeditiva; al tiempo, vamos conociendo la personalidad de cada uno: Charlie, el mayor, es más malévolo, resolutivo y hasta sanguinario, mientras que el menor, el orondo Eli -quien, por otra parte, es el narrador de la historia-, parece más sensible, enamoradizo y tranquilo; su ambición, de hecho, es dejar la vida de malevaje y convertirse en tendero.
Resulta ésta una novela un tanto extraña, sobre todo en su primera mitad, más o menos, cuando, aparte del objetivo del viaje de los hermanos Sisters, que al principio aún parece muy lejano, no hay un hilo argumental que vaya hilvanando las diversas peripecias y encuentros, excepto el propio viaje en sí. Esta primera parte es fácil emparentarla, por tanto con otros muchos ejemplos de "novelas de viajes", desde, cómo no, Don Quijote de la Mancha a En el camino... (y empezando, claro está, por la Odisea); narraciones en las que los conocidos fortuitos, las historias que suceden o que cuentan las personas que los viajeros van encontrando en su ruta tienen un peso fundamental. Eso sí, si de Witt pretendía darle a este periplo un aire aleatorio, incluso un toque de cierta irrealidad, lo consiguió, sin duda: de hecho, (y creo que ya he utilizado estas comparaciones el alguna reseña de otro libro), la novela parece a veces haber sido escrita al dictado de los dados de un juego de rol o uno de los itinerarios posibles de una libro de aquellos de la colección Elige tu propia aventura... Sólo en su última parte cuando ya los pistoleros se acercan a su objetivo, la historia gana en unidad y coherencia. aún así, lo inusual, lo inesperado, lo accidental, juegan en todo momento un papel importante en el desarrollo de la trama.
Eso no significa, en cualquier caso, que el libro no tenga su interés e incluso su lectura resulte absorbente en muchos momentos; todo lo contrario. De hecho, es su propio aire de extrañeza, la entre la ingenuidad y la crueldad, lo que casusa cierta fascinación, no poco desconcertante. Al final, de todas formas, lo que queda es una fábula -la historia, pese a estar protagonizada por unos matones del Oeste norteamericano, denota también en ocasiones un regusto casi a cuento de hadas- sobre los sueños y aspiraciones, sobre el azar y la fortuna, y la falta de ella. Con una pareja de villanos protagonista a la que, pese a todo, se le toma cariño (quizá por ellos el gran Jacques Audiard, con su guionista de cabecera Thomas Bidegain, estrenaron este mismo año una película basada en la novela, y que no está nada mal. Aunque os prometo que yo también he leído el libro, que en ULAD no hacemos nunca trampas...ejem...)
Resulta ésta una novela un tanto extraña, sobre todo en su primera mitad, más o menos, cuando, aparte del objetivo del viaje de los hermanos Sisters, que al principio aún parece muy lejano, no hay un hilo argumental que vaya hilvanando las diversas peripecias y encuentros, excepto el propio viaje en sí. Esta primera parte es fácil emparentarla, por tanto con otros muchos ejemplos de "novelas de viajes", desde, cómo no, Don Quijote de la Mancha a En el camino... (y empezando, claro está, por la Odisea); narraciones en las que los conocidos fortuitos, las historias que suceden o que cuentan las personas que los viajeros van encontrando en su ruta tienen un peso fundamental. Eso sí, si de Witt pretendía darle a este periplo un aire aleatorio, incluso un toque de cierta irrealidad, lo consiguió, sin duda: de hecho, (y creo que ya he utilizado estas comparaciones el alguna reseña de otro libro), la novela parece a veces haber sido escrita al dictado de los dados de un juego de rol o uno de los itinerarios posibles de una libro de aquellos de la colección Elige tu propia aventura... Sólo en su última parte cuando ya los pistoleros se acercan a su objetivo, la historia gana en unidad y coherencia. aún así, lo inusual, lo inesperado, lo accidental, juegan en todo momento un papel importante en el desarrollo de la trama.
Eso no significa, en cualquier caso, que el libro no tenga su interés e incluso su lectura resulte absorbente en muchos momentos; todo lo contrario. De hecho, es su propio aire de extrañeza, la entre la ingenuidad y la crueldad, lo que casusa cierta fascinación, no poco desconcertante. Al final, de todas formas, lo que queda es una fábula -la historia, pese a estar protagonizada por unos matones del Oeste norteamericano, denota también en ocasiones un regusto casi a cuento de hadas- sobre los sueños y aspiraciones, sobre el azar y la fortuna, y la falta de ella. Con una pareja de villanos protagonista a la que, pese a todo, se le toma cariño (quizá por ellos el gran Jacques Audiard, con su guionista de cabecera Thomas Bidegain, estrenaron este mismo año una película basada en la novela, y que no está nada mal. Aunque os prometo que yo también he leído el libro, que en ULAD no hacemos nunca trampas...ejem...)
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