domingo, 8 de diciembre de 2019

Lizzy Goodman: Nos vemos en el baño

Idioma original: inglés
Título original: Meet me in the bathroom
Año de publicación: 2018
Traducción: Ainhoa Segura
Valoración: imprescindible, para interesados y para todo el mundo

Para el cómodo parámetro actual de ciertos niveles, periodismo musical consiste en recibir discos gratis, entradas para conciertos gratis, si pueden ser lejos y con hoteles y gastos pagados mejor, y de vez en cuando acudir (si la cosa no se ha podido solventar por e-mail) a entrevistar a algún músico en la relajada atmósfera de una sala de hotel, para preguntarle un poco lo que le pregunta todo el mundo.
Bien: de esa clase de acciones jamás podría salir un libro como este. Lo que Lizzy Goodman nos demuestra es, desde luego, que en sus entrevistas no se limita a eso, a esa cómoda actitud de audición y visionado. Si fuera eso, este fascinante libro no se leería con el enorme placer que se lee, y sus casi 700 páginas nos parecerían demasiado una letanía monocorde de anécdotas, comentarios y chascarrillos.
Todo lo contrario: creo que me encuentro ante uno de los mejores libros sobre música que he leído en mi vida. Libro del que uno puede disfrutar desde muchos puntos de vista, pero al que le atribuiría una tensión narrativa coral, casi una consideración de representación teatral en forma de diálogos que nunca existieron.
Lo que hace Goodman es armar una espectacular serie de fragmentos de entrevistas, no un collage porque eso sería caótico y anárquico, le iría fenomenal a la pura idea del rock, pero nos dejaríamos por el camino ese espectacular y gozoso juego de contrapuntos entre fragmentos hasta construir un prodigioso universo que hace honor a su subtítulo (Renacimiento y Rock and Roll en Nueva York 2001-2011). Goodman cuenta una historia con las palabras de los protagonistas principales y secundarios. La historia de la explosión de ese movimiento sin un nombre concreto que lo aglutinase y que incluyó, directamente o por una espiral de abducción, a The Strokes, The White Stripes, Moldy Peaches, Interpol, LCD Soundsystem o The Killers, y cuya influencia musical y estética es aún muy palpable. Los personajes de estos diálogos agrupados en más de 80 capítulos son los propios músicos, los productores, los promotores, los directivos de las discográficas, la prensa, hasta sus profesores de guitarra van aportando elementos hasta edificar una soberbia obra literaria que se lee con avidez, y que tiene, cómo no, un megaescenario en la ciudad y sus barrios que evolucionan, barrios poblados por entes de toda clase, barrios que se transforman en esa década, el gran golpe, el 11-S que se produce antes de la publicación de Is this it, toda esa espectacular evolución donde están presentes muchos factores, desde el uso de las drogas en el proceso creativo hasta la irrupción de Internet (curioso recuerdo a modo de epitafio para Napster) y sobre todo, las palabras crudas de los músicos acerca de la formación de las bandas, sus percepciones, las relaciones entre los miembros, su actitud ante la música, ante el arte, ante la  vida. En algún momento nos damos cuenta de que también estamos leyendo, inconscientemente, un ensayo sobre el proceso creativo y sobre las turbulencias propias del estilo de vida asociado a la música. Aquí hay poca pose, quizás algún arribista que el escaso talento ha procedido a depurar.
El libro es, entonces, un extraordinario viaje desde dentro, que se vive casi en primera persona y esto solo es posible cuando alguien, en este caso la autora, está, siempre, en sitio y momento precisos. Crudo, fresco y auténtico, todo un shock.

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