domingo, 19 de febrero de 2012

Arturo Uslar Pietri: Las lanzas coloradas

Idioma original: español
Año de publicación: 1930
Valoración: Muy recomendable

La literatura puede hacer muchas cosas con la historia: puede tomarla como fuente de inspiración, puede complementarla con pequeñas historias cotidianas, puede usarla como simple motivo narrativo... Puede respetarla y someterse a sus dictados sobre la "verdad histórica" (no vamos a entrar a discutir si eso existe o no), o puede manipularla y someterla a la "verdad poética", o dicho en otras palabras, modificar los hechos para conseguir el efecto estético deseado (y tiene todo el derecho a hacerlo, precisamente porque, como ya dijo Aristóteles, la literatura no es historia).

Eso es precisamente lo que hace Arturo Uslar Pietri en Las lanzas coloradas: partir de un episodio fundamental de la historia de la Independencia de Venezuela (la Batalla de La Victoria entre "realistas" -favorables a la corona española- y "patriotas" -favorables a la independencia-), y tomarse las libertades factuales que considera necesarias para construir una trama literaria acabada y redonda; la más importante de estas licencias es situar a Bolívar en un campo de batalla en el que nunca estuvo, consiguiendo así un efecto narrativo final que se habría perdido de seguir al pie de la letra el dictado de los hechos.

Pero al margen de estas licencias históricas, lo que Uslar Pietri escribió es una gran novela, una novela magnífica. A través de dos planos superpuestos (el público-histórico y el privado), consigue ofrecernos una visión completa de la sociedad venezolana en el momento de sumergirse en el torbellino de la guerra. Boves (cruelísimo general "godo") y sus siete mil lanceros, y Bolívar (el Libertador deseado) son los polos en el plano histórico; Fernando Fontas (abúlico terrateniente de provincias que solo se decide a apoyar a los republicanos cuando lo ha perdido todo) y Presentación Campos (su brutal mayordomo, esclavo ahora autoliberado y enrolado en las tropas españolistas) lo son en el privado.

La novela va creciendo a medida que avanzan las páginas: va creciendo en ritmo, en intensidad, en fuerza. Tras unos primeros capítulos sosegados y casi costumbristas, la acción se desboca desde el momento en que Presentación Campos decide rebelarse y entrar de cabeza en la guerra, empujando a Fernando Fontas a hacer lo mismo. Los dos últimos capítulos tienen la fuerza y la emotividad épica de una sinfonía romántica: las cargas de caballería, los cañones disparando constantes, lo individual armónicamente entrelazado con lo colectivo, la sangre volando por todas partes. (Me vienen a la cabeza, no puedo evitarlo, las imágenes de las escenas bélicas de las películas de El señor de los anillos).

Las lanzas coloradas es una grandísima novela, quizás injustamente ensombrecida por la enorme cantidad de grandísimas novelas que se escribieron en Hispanoamérica durante el siglo XX. Pero merece la pena, sobre todo para ver lo que es una "buena" novela histórica, y no muchas otras que pasan por ello hoy en día.

1 comentario:

Montuenga dijo...

Lo que dices me ha recordado un libro sobre el mismo tema pero enfocado hacia la psicología del personaje porque, aunque es novela, está escrito por un psiquiatra: "Boves, el urogallo" de Francisco Herrera Luque. Recuerdo que en su día lo disfruté y valoré pero no sé si ahora pensaría lo mismo. He vuelto a hojearlo y no tiene mala pinta.