martes, 15 de diciembre de 2020

Igort: 5 es el número perfecto

 Idioma original: italiano

Título original: 5 è il numero perfetto

Año de publicación: 2002

Traducción: Carlos Mayor

Valoración: recomendable


Hace poco escribí en este blog la reseña de una novela gráfica, Sordo, que recientemente se ha convertido en película. Pues bien, es el mismo caso de ésta otra, del italiano Igort, publicada allá por el 2002, aunque con la curiosidad de que es su mismo autor quien dirigió la adaptación cinematográfica en 2019. Ahora, con motivo del estreno de la misma en una plataforma audiovisual, el libro se ha vuelto a reeditar en España en este singular 2020.


La trama de 5 es el número perfecto se desarrolla en el Nápoles de 1970, y cuenta una historia de venganza y redención protagonizada por un sicario de la Camorra retirado, Peppino lo Cicero (interpretado en la película, al parecer, por el gran Toni Servillo), que recorre la ciudad -una Nápoles insólitamente lluviosa y desierta- repartiendo muerte cual un Clint Eastwood de spaguetti-western o un rōnin traicionado por su antiguo señor... -la mención a este último arquetipo no es gratuita, pues Igort comenzó este libro cuando vivía en Japóny, como explica en una entrvista añadida en esta nueva edición, las novelas gráficas aún eran una modalidad incipiente en el mundo de la historieta; más todavía en los fumetti italianos-; aunque para ser fiel a la verdad, hay que señalar que peppi lo Cicero sí cuenta con alguna ayuda en su peripecia: la de un viejo camarada camorrista, Salvatore, la de Rita, un antiguo amor que lleva veinte años esperándole, la de un matasanos de la Camorra y la de Ciro, un amigo de su hijo... Un grupo de cienco outsiders, si se quiere, aunque no sea a ese 5 al que se refiere el título (o quizá, también).

La historia que nos cuenta esta novela gráfica sería pues un noir (o giallo, en este caso)"crepuscular", por emplear el tópico... Pero, aun si obviar su evidente interés en este sentido, lo más destacable, en mi opinión, es el aspecto gráfico de la misma; no tanto en lo que respecta al dibujo en sí, de aspecto, en general, que parecentan sólo abocetado -curiosamente, los bocetos a lápiz que se incluyen en el contenido extra  resultan más pulidos que la historieta acabada-, sino a la composición de la página, los encuadres de cada plano... es decir, viñeta y, sobre todo, el dramatismo conseguido por medio del empleo de tan sólo tres tintas, o, mejor dicho, dos: negra y azul, junto con el blanco, que contribuye a crear decisivos efectos lumínicos. Aunque lo más interesante quizá sea el escenario donde se desarrolla la acción: como ya he mencionado, una Nápoles azotada por la lluvia y casi desierta, extraña para quien no conocemos la ciudad y la recreamos desde el tópico; la ciudad se convierte aasí en un escenario con aire de "pintura metafísica" donde evolucionan los actores del drama, sin perder, de todos modos su idiosincarsia peculiar, la de la ciudad omnívora y cruel, pero también vibrante y generosa que tantas obras y autores han querido y sabido plasmar, desde Anna María Ortese a la actual Elena Ferrante, pasando, cómo no, por Roberto Saviano, un escritor que bien podía haber firmado el guión de esta historieta... aunque quien sabe si ésta no sería también uno de los acicates que le impulsaron a escribir su estremecedora Gomorra.



Otros títulos de este autor reseñados en Un Libro Al Día: Cuadernos rusosCuadernos ucranianos 

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