sábado, 11 de enero de 2020

Augusto Rodríguez: El fin de la familia

Idioma original: Español
Año de publicación: 2019
Valoración: Recomendable

"El fin de la familia" es un libro breve, muy breve, de apenas 70 páginas que recuerda mucho al gran Eduardo Halfon. El hallazgo de un álbum de fotos de familia, instantes fugaces atrapados para siempre, sirve de base para un texto fragmentario con el que se reconstruye la historia familiar. Pero no solo esto ya que "El fin de la familia" es también una autobiografía (por persona interpuesta), una crítica de la mercantilización de los sentimientos y de la hipocresía de la sociedad ecuatoriana y una radiografía de esta última (o al menos de su clase media) y de su evolución en los últimos tiempos.

El libro se compone de tres partes. La primera de ellas, que es la más ligada a la infancia y adolescencia, es la titulada "Retratos de familia". En ella se contienen breves apuntes o retazos de personajes y lugares fundamentales en esas primeras etapas de la vida, microrrelatos que asemejan las piezas de un puzzle que en su conjunto resulta ser casi una novela de formación. Personajes como el abuelo (gran lector y contador de historias ligadas a la tradición oral), el padre (figura ausente durante un tiempo y que reaparecerá al cabo de los años), la madre (mujer, como tantas otras, condenada al fracaso), sus amigos J y X (víctimas de sus familias), etc y lugares como Urdesa (el barrio de Guayaquil donde nació), Chile (tierra paterna), Miami, etc que aparecen interconectados y que conforman un todo que va de lo particular a lo general.

La segunda parte, la más breve "El invierno de mi padre", viene a poner fin a la juventud y constituye un pequeño homenaje a la figura paterna, marcadas por sucesivos abandonos y reencuentros.

Todo lo anterior da paso a la final toma de conciencia, ya desde una posición "adulta". Porque pese a que "Es hermosa la infancia. Saber tan poco y entender tan poco. Aunque sientas mucho" , uno llega a la madurez y se da cuenta de que la familia puede ser tanto un camino para la paz pero también para el infierno, que es (nada más y nada menos) el camino de lo que fuimos y de lo que somos, una versión a pequeña escala de una sociedad hipócrita en la que los sentimientos también son objeto de compraventa y en la que solo importa ganar y cagar al otro. 

Dicho esto, tres son las principales virtudes de este libro: su capacidad de decir mucho con pocas palabras, una serie de personajes e historias más que interesantes y ese tránsito de lo particular a lo general que hace que este tipo de libros se sostengan.

Sin embargo, una de esas virtudes también tiene su cara menos positiva. Y es que me da la impresión de que muchos de los personajes de los que se habla en el texto tienen mucho más recorrido (ojo que esto es algo que también me pasa con Halfon), de que el libro podría haber dado más de sí. Aunque lo mismo esto es solo el comienzo y "El fin de la familia" es el tronco del que en un futuro saldrán nuevas novelas protagonizados por algunos de los seres aquí presentados. No lo sé, pero ojalá sea así. Aquí estaremos para comprobarlo.

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