martes, 21 de mayo de 2019

Junji Ito: Uzumaki


Idioma original: Japonés  
Título original: Uzumaki 
Traductores: Marc Bernabé
                             Verónica Calafell
Año de publicación: 1998 
Valoración: Imprescindible para interesados; 
                          para el resto, recomendable


Junji Ito es ya un autor de culto. Aún y así, lo es en una disciplina, el manga, y en un género, el de terror, con no muchos seguidores en España, por lo que me toca reivindicar su figura. Tanto guionista como dibujante de sus cómics, Ito no se queda a la zaga de otras leyendas del horror nipón, leyendas de la talla de Kazuo Umezz, Hideshi Hino o Suehiro Maruo. Y eso, en una competición donde todos los participantes proyectan sus visiones pesadillescas, a cada cual más dantesca, no es moco de pavo. 

Uzumaki, nominada a los premios Eisner del 2003, es la mejor obra de Ito. El mangaka logra armonizar en ella lo extraño, lo estético y lo simbólico con gran acierto. Encima, no renuncia a tener oscuras ramificaciones o a hacer algún pertinente homenaje. Trata de lo siguiente: en Kurousu, un apacible pueblo de costa, empiezan a pasar cosas extrañas. Los protagonistas ven un patrón común en esos sucesos aparentemente aislados, las espirales ("uzumaki" significa espiral en japonés), y los atribuyen a una maldición. Irremediablemente se hallarán inmersos en un siniestro cauce al cual no podrán combatir, un cauce que acabará por engullir al pueblo entero. Como veis, una premisa simple que sin embargo nos sorprenderá al bifurcarse en las más disparatadas direcciones.

En el inicio de Uzumaki, cada capítulo es auto-conclusivo. Todas las historias, pero, acaban hilándose las unas con las otras, creando un entramado de lo más perturbador. La creatividad que demuestra Uzumaki, tanto en su planteamiento global como en las subtramas, es apabullante. Sin duda, estamos ante un manga pavoroso, enrevesado, obsesivo y enloquecedor, pero morbosamente fascinante al mismo tiempo; ante un manga que se desmadra sin miedo a exceder ningún límite. Lo mejor: esto que tan fácilmente podría haber derivado en un resultado poco redondo no impide que Ito lo cierre con maestría. 

Hay que reconocer que la protagonista de Uzumaki, una estudiante de instituto llamada Kirie Goshima, tiene una caracterización bastante pobre. Pero, por suerte, esta historia no necesita más. Bebe de H. P. Lovecraft, innegable influencia de esta obra y de gran parte del trabajo de Ito, y tampoco en los textos del escritor de Providence la víctima promedio del horror cósmico es muy compleja; no es más que la excusa narrativa para que presenciemos con impotencia los horrores que nos acechan, una especie de recipiente en el que nos proyectamos contra nuestra voluntad. Es cierto que resulta un poco conveniente que la pobre Kirie se vea inmersa en todas las circunstancias que tiene que presenciar, y algo inverosímil su capacidad para sobrevivirlas una tras otra. Pero aún y así, los momentos de terror son tan eficaces, sus atmósferas tan angustiosas, que siempre estamos temiendo por ella. Por más que sepamos que logrará escapar de la muerte y la locura, no podemos impedir pasarlo mal.  

El apartado gráfico de Uzumaki es increíble. Ito ya ha pulido su estilo de dibujo, y, al contrario que en Tomie, su primer manga publicado, donde se le notaba algo bisoño, aquí es capaz de ofrecernos las imágenes más bizarras, asquerosas o perturbadoras. Por más desafiante que sea la idea que tuviera Ito antes de ilustrar cada viñeta, logra representarla con pulso firme; y eso merece un respeto artístico inmenso. Su estilo, muy personal, es detallista y con un agudo uso del entramado, lo cual convierte cada imagen en un auténtico deleite visual. O, paradójicamente, en una ventana que da al infierno. 


Debo decir que la distribución de las viñetas, aunque convencional, no es gratuita en modo alguno. Su contenido se enrosca a tu alrededor, su hipnótica narración te zambulle en pleno Kurousu. Ito logra sugestionarte tanto que temerás pasar ciertas páginas. De igual modo que si estuvieras a punto de abrir la puerta de una cripta habitada por algún mal indescriptible. 

¡Ah, por cierto! Hasta ahora era complicado hacerse con esta obra. Existía una edición mensual (descatalogada, obviamente) de Planeta DeAgostini, que, por cierto, tiene invertido el orden de lectura respecto al de la versión original para comodidad del occidental promedio. Pero el 2017, aunque se hizo de rogar durante demasiado tiempo, la editorial nos brindó en un tomo integral toda la colección. Con algo de material añadido y respetando el orden de lectura original. Creo que este tomo integral sigue a la venta. Lo que significa que ya no hay excusas para dejar pasar Uzumaki. Salvo que te dé miedo, claro... O salvo que, como a un servidor, te cueste apoquinar veinticinco euros, aunque la inversión merezca la pena.

En definitiva: Uzumaki se graba en la retina de todos cuantos lo hemos leído. Allí gira y gira y gira. Garantizado, tras leer este manga no volverás a ver las espirales del mismo modo. Y reza porque ellas no te vean a ti.


También de Junji Ito en ULAD: Aula demoníaca, Sensor

1 comentario:

lupita dijo...

Hola, Oriol:

Te vas a convertir en el experto en bizarradas de ULAD (dicho desde el cariño, ¿eh? ), pues se distingue en seguida que la reseña es tuya. He leído tanto esta reseña como la otra que tienes de Juni Ito, y son buenísimas las dos. He de decir que no es lo mío; el terror me produce auténticas pesadillas, y el terror japonés ya no digamos, pues, como en todos los géneros que tocan, la sutileza retorcida que tienen es perturbadora al máximo. A pesar de ello, me ha gustado leer sobre él y su obra, ya que no le conocía y me hace darme cuenta de las "moñadas" de anime y manga que he estado tanto viendo como leyendo.

En mi ciudad hay una biblioteca que tiene bastante más manga que las demás, puesto que tienen un club de lectura de cómic, y un club-taller de haikus, al que he acudido alguna vez. Por desgracia, allí no lo tienen, y me conformaré con las imágenes que he visto en internet, que son..digamos.. altamente sugestivas.

Permíteme que haga un comentario ajeno a tu reseña: mi hija pequeña me ha pedido que le compre comics. Lamentablemente, no existen tebeos o comics como antiguamente de publicación periódica. En su lugar, hay esas horribles revistas de canales televisivos y demás que sólo sirven para idolatrar a los adolescentes famosos de turno. Sólo encuentro comic tipo "libro" (historia completa)y reediciones de tapa dura de personajes que ya no les gustan. Harían muy bien con volver a hacer ese tipo de publicaciones, que fomentan mucho la lectura.

Saludos