domingo, 5 de febrero de 2017

Semana de la Revolución Rusa #7: El comisario rojo, de Jaroslav Hašek

Idioma original: checo
Título original: The Red Comissar (se trata de una recopilación inglesa de relatos de Hašek)
Traducción: (del inglés) Ester Donato
Año de publicación: antes de 1923, como relatos; 1981, como recopilación
Valoración: entre recomendable y está bien

Puede que a más de un conocedor de la más famosa obra de Jaroslav Hašek, Las aventuras del buen soldado Svejk, todo un compendio de antimilitarismo, sátira y descreimiento general, le sorprenda saber que su autor participó de forma directa en la Revolución rusa y además, con no poco entusiasmo por su parte. Hašek, que pese a sus intentos de escaqueo había acabado como soldado del ejército austrohúngaro en el frente oriental, desertó y fue capturado por los rusos, e internado en un campo de prisioneros, en donde se unió a la Legión Checoslovaca primero (para combatir a su antiguo Imperio) y después a la causa bolchevique. Sorprendentemente (se ve que los revolucionarios no habían leído sus escritos), fue enviado como comisario o comandante a la región de Bugulmá, en la Rusia oriental, una zona recién liberada de los "blancos" y con el frente de guerra aún cercano. Allí es donde se desarrollan los relatos que componen la primera parte de esta recopilación y en las que el comandante -primero del pueblo y después de todo el Frente- Gashek tiene que lidiar con las autoridades locales, la Iglesia ortodoxa, las monjas -hay un hilarante episodio al respecto- y, sobre todo, con el comandante del ejército revolucionario del Tver, Yerokhinov, empeñado en arrebatarle el puesto y en fusilar a todo el que se le pusiera por delante. El comandante Gashek -no sé si es un alter ego o es que en Rusia llamaban así a Hašek- resuelve las dificultades que se le presentan con la proverbial astucia y socarronería que caracteriza al escritor checo, incluido el delicado momento en que, denunciado por un beodo Yerokhinov, se las tiene que ver con un Tribunal revolucionario del Consejo del Frente Oriental, dispuesto a condenarle y ordenar su ejecución. El corrosivo relato seguramente sí que le habría supuesto algún problema por el estilo a Hašek, de haberse quedado en Rusia unos cuantos años más.

De cualquier forma, como se indica en el prólogo de esta recopilación, la imagen que da el autor checo de su experiencia revolucionaria es bastante amable e incluso bonachona, nada que ver, a pesar de desarrollarse también con el trasfondo de la Guerra civil, con la que nos transmite Bábel en Caballería Roja; quizás esta complacencia se deba, como también se señala en el prólogo, a su fuerte eslavofilia y también a que esta etapa como comandante bolchevique fue una de las más satisfactorias en la vida de Jaroslav Hašek. Y no sólo por su compromiso político, sino además porque tuvo que renunciar, en gran medida, al consumo de alcohol, cuyo abuso estaba castigado con la muerte por las autoridades revolucionarias. Además, Hašek aprovechó para casarse por segunda vez, con una mujer rusa a la que se llevó de vuelta a Praga... conviertiéndose en un célebre bígamo pues ya estaba casado en su país. Allí, por otro lado, le habían dado ya por muerto, circunstancia que él aprovechó para escribir otro jocoso cuento, Cómo conocí al autor de mi esquela, cuyo comienzo no me resisto a transcribir: 

"Durante los cinco o seis años que pasé en Rusia, fui varias veces liquidado por diversas organizaciones o individuos. Cuando volví a mi país, Checoslovaquia, me enteré de que había sido ahorcado tres veces, fusilado dos y descuartizado una por unos salvajes kirguises insurgentes, cerca del lago Kale-Yshel. Y, por último, fui muerto a puñaladas en una pelea con unos marineros borrachos, en una taberna de Odessa. En mi opinión, esto último era lo más probable."

A decir verdad, las aventuras rusas de Hašek -o Gashek- tan sólo suponen la primera parte de esta recopilación inglesa; el resto de la misma está compuesta por otros relatos del escritor checo (en todo caso, sólo un puñado de los casi 1500 que por lo visto llegó a escribir... si bien es cierto que la mayoría son bastante breves), muchos de ellos, siempre en tono mordaz,  relativos a la oportunidad de las leyes, el cumplimento de las mismas y a la convivencia organizada en la sociedad humana, en general. Por ejemplo, se especula sobre lo que sucedería en el caso de una huelga prolongada de delincuentes o la forma de mejorar las finanzas del Imperio gravando con un impuesto la muerte de sus habitantes. También hay una serie de relatos sobre la juventud del escritor, en su etapa como aprendiz de boticario, otros sobre el abuelo de Hašek, que era "alguacil de las lagunas" e incluso una apartado con los cinco primeros relatos de, cómo no, el valerosos soldado Sweijk.

Por último, un apartado -aunque no totalmente escrito por Hašek, sino que también hay una crónica de la mano de uno de sus "compinches", el también escritor František Langer- que se refiere al momento, en 1911, cuando estos y otros amigos fundaron el Partido del Progreso Moderado en el Marco de la Ley, con el que se presentaron a las elecciones al parlamento de ese año, recibiendo el apoyo válido de unos veinte votantes. Y todo para ayudar a uno de los miembros de su cuadrilla... es decir, partido, Dobrílek, a conquistar a la hija del dueño del restaurante donde se reunían. Claro que, ya de paso, esto le sirvió a nuestro autor para declamar unos discursos que debieron ser desopilantes -hay uno recogido en ele libro- y componer una parodia llena de cinismo pero también de acierto de los usos, tópicos y miserias de la actividad política de esa época y lugar. Que tampoco es que haya cambiado tanto... o por lo menos, no a mucho mejor.



Otras obras de Jaroslav Hašek reseñadas en Un Libro Al Día: Las aventuras del buen soldado Svejk

4 comentarios:

Anónimo dijo...


¿Dónde se puede encontrar el cuento sobre su propia esquela? ¿Está incluído en "El comisario rojo" o en algún otro voluen?

Gracias.

Juan G. B. dijo...

Hola:
Sí, está en "El comisario rojo", pero no dentro del apartado de los "Relatos de Bugulmá", sino en los otros, que se refieren a Praga.
Un saludo.

Marcela dijo...

Si se viaja a Las tierras de Kafka, Kundera y Hasek ( entre otros), es muy recomendable y divertido visitar la Cervecería del Soldado Sveijk en Praga...El lugar se llama UKalicha.
También es Restaurante. Saludos!

Juan G. B. dijo...

Hola, Marcela: sí, he oído hablar de ese sitio, pero aún no he tenido la suerte de ir a Praga.... espero que algún día pueda hacerlo y sin duda, un aspecto de mi visita será seguir algunas delas huellas de Hasek!
Gracias por tu comentario, como siempre.