jueves, 26 de enero de 2017

Elena Ferrante: Las deudas del cuerpo

Idioma original: italiano
Título original: Storia di chi fugge e di chi resta
Año de publicación: 2013
Traducción: Celia Filipetto Isicato
Este texto es una creación de Devoradora de libros y no está permitida su copia.Celia

Valoración: Muy recomendable

Antes de pasar a hablar de la novela en sí, un inciso: qué manía la de los editores españoles de cambiar los títulos de los volúmenes de la serie de Elena Ferrante:
  1. L'amica geniale > La amiga estupenda (bueno, no cambia tanto)
  2. Istoria del nuovo cognome > Un mal nombre (aquí ya la cosa tiene más calado, porque el original dice "apellido" y no dice que sea malo ni bueno)
  3. Storia di chi fugge e di chi resta > Las deudas del cuerpo (y esto ya me parece peor, porque es verdad que el sexo ocupa un lugar muy importante en la novela, pero hay muchos otros elementos que quedan ensombrecidos por ese título, y el original creo que trata mejor la tensión entre Lenú, que huye del barrio y de su pasado, y Lina, que se queda y hasta vuelve voluntariamente a él).
En fin, que probablemente detrás de este cambio e título hay criterios editoriales o comerciales que se me escapan, pero no me convencen. 

Y dicho esto, vamos al lío: tenemos entre manos el tercer volumen de la tetralogía, o de la novela en cuatro volúmenes, Dos amigas, de Elena Ferrante. En los dos volúmenes anteriores habíamos visto a las dos protagonistas pasar la infancia juntas, convertirse en adolescentes y dar sus primeros pasos en la edad adulta, con el descubrimiento del sexo, el matrimonio, la maternidad y el ascenso (y descenso) social. Al comienzo de este tercer volumen Lenú ya es Elena Greco, autora de una novela breve exitosa y algo escandalosa, a punto de casarse con un reputado académico florentino, mientras que Lina (o Lila) trabaja en una fábrica de embutidos en condiciones degradantes y convive con un hombre que no es su marido y con un hijo que no es de ninguno de los dos.

Como decía antes, el sexo ocupa efectivamente un lugar importante en la trama: estamos en la altura de mayo del 68, y Lenú (más que Lina) se replantea su forma de vivir la sexualidad, con su marido y con otros hombres; pero como también decía, hay otros elementos igualmente importantes, por ejemplo la política: son los anni di piombo en que los enfrentamientos entre comunistas y fascistas se recrudecen por momentos, y las dos protagonistas, cada una desde su posición vital, deben adoptar una posición al respecto.

De hecho, la tensión fundamental del libro creo que es la que plantea el título original: la que se crea entre quien consigue escapar, abrirse camino en el ámbito literario y ascender socialmente, y quien queda (hasta cierto punto voluntariamente) enredada en la vida brutal del barrio. Pero no se trata de una oposición binaria ni simple (positivo / negativo), porque ese ascenso de Lenú no es inocente ni definitivo: le provoca dudas sobre su propia valía; sensación de desarraigo y de inestabilidad por no pertenecer ni a un mundo ni a otro; culpabilidad por haber dejado atrás a su familia y amigos de la infancia; y un conflicto constante entre las expectativas generadas, y la realidad de un progreso que parece irse estancando.

Las deudas del cuerpo, como toda la serie, es un universo complejísimo de personajes que aparecen, desaparecen y vuelven a aparecer, tanto que a veces uno se pierde y tiene que pararse a pensar quién es quién; pero sin duda los dos personajes centrales, y la extraordinaria relación que las une (en la que hay amistad y admiración mutua, pero también envidia y recelo) la que soporta la narración. Como en el volumen anterior, quizás exista cierta repetición de temas y situaciones (personalmente, estoy de Nino hasta las narices, y quien haya leído las novelas quizás comparta este sentimiento conmigo), pero hay en cualquier caso una progresión o un adensamento de la trama y de los personajes que hace que se mantenga siempre la tensión y el interés.

Ya solo falta un volumen por leer para acabar la serie; esperemos que esté a la altura.
Este texto es una creación de Devoradora de libros y no está permitida su copia.

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