Idioma original: inglés
Título original: Great house
Año de publicación: 2012
Traducción: Rita Da Costa
Valoración: recomendable
Nicole Krauss forma parte de una nueva generación de autores americanos que aún no han cumplido los 40 años: con lo cual ya hablamos no sólo de una generación, la de los Ford, Roth, DeLillo, que queda atrás, sino incluso la de Franzen o Louise Erdrich, que empieza a atisbar sus sucesores.
Porque Krauss es una autora sumamente brillante: un estilo impecable, minucioso y elaborado pero de lectura muy estimulante, y un encaje de tramas que delata un fructífero trabajo previo en su obra. La gran casa llega cinco años más tarde de su brillante La historia del amor, y el recibimiento general crítico indica que este es un libro aún mejor.
De estructura algo compleja, Krauss muestra en esta obra a personajes en distintos momentos de sus vidas, todas ellas relacionadas por la existencia de un elemento común: la posesión, en algún momento, de un mueble, un viejo escritorio lleno de cajones, que pasa de mano en mano, que viaja de continente en continente. Este protagonista inerte de la acción, y sus desplazamientos, acarrean consigo un misterio hacia cuya resolución parece precipitarse el libro. Pero el camino hacia ello está plagado de personajes y de torrente imaginativo. Las historias de sus sucesivos tenedores, los eslabones de la cadena que los une a través del tiempo, esa especie de sensación de custodia colectiva. La portentosa labor de construcción de los personajes, el desplazamiento de la figura del narrador, ahora un viudo a la búsqueda del secreto de su esposa, ahora una joven universitaria en medio de una discontinua historia de amor. Krauss pone todas las piezas en el sitio.
Ahora bien, sea la culpa del cine de Hitchcock, de la literatura policíaca o (no creo) de la trilogía Millenium, que han acostumbrado a esperar cierto efectismo en los finales, Krauss no acaba de ponerle a La gran casa un colofón a la altura de su espectacular progreso narrativo. Como cuando tienes que hacer veinte kilómetros de curvas para llegar a un restaurante que no merecía tanto la pena o, como cuando enseñan en la televisión una magnífica jugada de fútbol, una extraordinaria combinación de juego de equipo cuyo disparo final acaba estrellándose en el larguero. No es una decepción porque atrás han quedado más de 300 páginas de excelente prosa (de la cual creo que debemos dar las gracias a una esmerada traducción), pero sí un pequeño inconveniente. Puede que Krauss haya rechazado elegantemente la opción más pirotécnica, y concluya esta historia de misterios y ocultaciones con la sobriedad de quien quiere apostar por la carrera a largo plazo. Pero la expectativa creada hasta entonces es enorme. Gran escritora a tener en cuenta.
De Nicole Krauss en Unlibroaldía: La historia del amor
De estructura algo compleja, Krauss muestra en esta obra a personajes en distintos momentos de sus vidas, todas ellas relacionadas por la existencia de un elemento común: la posesión, en algún momento, de un mueble, un viejo escritorio lleno de cajones, que pasa de mano en mano, que viaja de continente en continente. Este protagonista inerte de la acción, y sus desplazamientos, acarrean consigo un misterio hacia cuya resolución parece precipitarse el libro. Pero el camino hacia ello está plagado de personajes y de torrente imaginativo. Las historias de sus sucesivos tenedores, los eslabones de la cadena que los une a través del tiempo, esa especie de sensación de custodia colectiva. La portentosa labor de construcción de los personajes, el desplazamiento de la figura del narrador, ahora un viudo a la búsqueda del secreto de su esposa, ahora una joven universitaria en medio de una discontinua historia de amor. Krauss pone todas las piezas en el sitio.
Ahora bien, sea la culpa del cine de Hitchcock, de la literatura policíaca o (no creo) de la trilogía Millenium, que han acostumbrado a esperar cierto efectismo en los finales, Krauss no acaba de ponerle a La gran casa un colofón a la altura de su espectacular progreso narrativo. Como cuando tienes que hacer veinte kilómetros de curvas para llegar a un restaurante que no merecía tanto la pena o, como cuando enseñan en la televisión una magnífica jugada de fútbol, una extraordinaria combinación de juego de equipo cuyo disparo final acaba estrellándose en el larguero. No es una decepción porque atrás han quedado más de 300 páginas de excelente prosa (de la cual creo que debemos dar las gracias a una esmerada traducción), pero sí un pequeño inconveniente. Puede que Krauss haya rechazado elegantemente la opción más pirotécnica, y concluya esta historia de misterios y ocultaciones con la sobriedad de quien quiere apostar por la carrera a largo plazo. Pero la expectativa creada hasta entonces es enorme. Gran escritora a tener en cuenta.
De Nicole Krauss en Unlibroaldía: La historia del amor
2 comentarios:
Es tal cual la crítica que hubiera escrito yo si lo supiera hacer tan bien como tú, pienso exactamente lo mismo de esta magnífica obra en la que el final queda demasiado tibio, incluso hay flecos sin terminar de colocar en su sitio, cosa rara en la autora. De todas formas, dada su juventud y con el curriculum que ya ha elaborado por supuesto que es una autora a seguir muy de cerca.
Muchas gracias por el cumplido! Si el final estuviera a la altura, y no un par de escaloncitos más abajo... lo cual no significa que no sea un libro disfrutable, eso ha de quedar muy claro.
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