Título original: Travesti
Año de publicación: 1994
Valoración: imprescindible
Que nadie se fije en el título de este libro. Ni en el original (Travesti) ni en el que ha recibido la edición española (Lulu), no valen ninguno de los dos, pues cualquier cosa que nos inspire o que nos haga imaginar cualquiera de los títulos no tendrá nada que ver con la historia que se cuenta en este libro. O tal vez sea eso, precisamente, lo que pretende el autor: que iniciemos la lectura con una idea equivocada y así él pueda reventarla con la historia que realmente desea contar...
De cualquier manera, Lulu es un libro que no dejará indiferente a nadie. Es un texto extremo (o, como dice Carlos Pardo en su introducción, una "experiencia límite") y, por tanto, habrá quien lo adore y quien no lo soporte. Yo me incluyo en el primer grupo y no sólo puedo decir que ésta es una obra que me ha gustado, sino que la considero imprescindible en cualquier biblioteca y al mismo tiempo me arrepiento de haberla leído, porque voy a exigir a cualquier cosa escrita por Cărtărescu que lea a partir de ahora lo mismo que he experimentado en Lulu, y no sé si eso va a ser posible.
La historia que nos presenta Lulu es la de Victor, un adolescente solitario concentrado en leer y escribir, consciente de que un día sería escritor, de que escribiría la Gran Obra y de que, por tanto, estaba muy por encima de todo lo que parecía importar a sus compañeros de instituto (el sexo, el alcohol, fumar, drogarse, la música...). Claro que entre sus compañeros está Lulu, un chico que aparece y desaparece y que turba a nuestro protagonista hasta un punto que ni siquiera él puede soportar. Y también está el Victor adulto, un hombre de treinta y cuatro años, escritor conocido y respetado, que
se ha encerrado a escribir qué pasó cuando tenía diecisiete años, qué hizo Lulu con él y por qué tiene que adentrarse en lo más profundo de su mente para descubrirlo y poder ser libre.
Por tanto, podemos decir que Lulu es, en realidad, un viaje a las profundidades de uno mismo, una experiencia en la que (como dijo Giorgio Manganelli en La ciénaga definitiva) uno sabe cómo entrar pero de la que no todos consiguen salir. Y Cărtărescu logra entrar y logra salir, y nos ofrece al final una obra tan onírica como realista, desasosegante, imaginativa y brutal, con una prosa absolutamente medida en cada término y cada giro, pero al mismo tiempo salvaje y sucia, que dibuja un texto en el que todo es posible y que obliga, en ocasiones, a releer para poder estar seguros de que no se nos ha pasado nada.
Y es que Lulu es también el retrato de una obsesión, del malditismo adolescente, de la aceptación de la madurez y de todo aquello que nos angustia cuando nos quedamos solos y no tenemos más remedio que enfrentarnos a lo que somos.
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2 comentarios:
Parece muy interesante la novela. Por vuestra descripción del argumento, me ha recordado a Un buen chico, publicada recientemente por Mondadori y que también comparte un análisis despiadado del malditismo postadolescente.
Este tipo de reseñas me gustan mucho, porque me contagian de la emoción del que reseña. La buscaré, de eso no hay duda.
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