miércoles, 3 de abril de 2019

Jerzy Kosinski: El pájaro pintado

Idioma original: Inglés 
Título original: The Painted Bird
Traductor: Eduardo Goligorsky 
Año de publicación: 1965
Valoración: Recomendable (con matices)




Estalla la Segunda Guerra Mundial. Un niño es enviado a una aldea remota; sus padres creen que allí estará a salvo. Sin embargo, la cuidadora del pequeño fallece, de modo que éste deberá sobrevivir, por su propia cuenta, hasta el final del conflicto bélico. En estos años será testigo o incluso víctima de la maldad del ser humano.

Como podéis ver, El pájaro pintado es un "bildungsroman" en el que el contexto le arrebata la inocencia al protagonista de la peor manera posible. Por esta razón, difícilmente pueda leerse sin que uno se sienta asqueado hacia nuestra especie. Y es que en estas páginas se cartografía su faceta más oscura.

Aunque esta novela no sólo repugna en sentido figurado. También los eventos narrados en ella te revolverán el estómago de forma literal. Palizas, asesinatos, torturas, violaciones y más atrocidades, muchas más, abundan en El pájaro pintado. Todo ello descrito con un estilo preciso y rotundo.

Pero, ¿qué otra cosa podíamos esperar de una ficción que trata sobre la barbarie vivida en Europa durante la Segunda Guerra Mundial? Bueno, mejor olvidad lo de la Segunda Guerra Mundial. En realidad, este libro va sobre la barbarie a secas, y sobre la maldad intrínseca del ser humano. No en balde, la maldad plasmada por Kosinski no es provocada, la mayor parte del tiempo, por las circunstancias; el autor parece dar a entender que, simplemente, el hombre es así.

En serio, casi ninguno de los personajes de El pájaro pintado tiene redención alguna. Los campesinos, por ejemplo. Kosinski los retrata, por lo general, con inclemencia. Son gente ignorante, supersticiosa, bruta. De nuevo: el ser humano es malvado. Punto. 

Quizás este mensaje es demasiado evidente para mi gusto, eso sí. Además de con sutileza, también me hubiera gustado que se exhibiera con menos maniqueísmos. Quiero decir, con un poco de astucia, Kosinski hubiera sido capaz de transmitirlo sin tener que victimizar tanto al protagonista, y tampoco hubiera tenido que recaer en que éste sea un niño indefenso y vulnerable. 

Sea como fuere, al mensaje sobre la maldad inherente en el hombre hay que sumarle otro: el hombre es un lobo para el hombre. Esto sí que lo comunica Kosinski con inteligencia. En primer término, se anticipa esta reflexión gracias al título de la novela. Me explico: el niño es un pájaro pintado excluido por su bandada. Tiene piel morena, pelo oscuro y ojos negros. Es por eso que los aldeanos, sus compatriotas, lo discriminan: piensan que puede ser un judío o un gitano. No obstante, la novela cuestiona la raza del protagonista: ¿acaso no tenía su padre rasgos arios?, ¿acaso no le deja marchar un oficial de la SS tras examinarlo detenidamente? En otras palabras: El pájaro pintado denuncia lo fácil que es para el ser humano darle la espalda a otro sólo porque lo percibe diferente; arremete contra el odio que algunas personas sienten hacia sus semejantes, se deba a razones raciales, religiosas, etc... 

Otro acierto de Kosinski es no concretar en ningún momento el país en el que transcurre la acción, ni la cronología exacta de los hechos. Esta falta de referencias le da a la novela una pátina de universalidad, que encaja con sus temas y mensajes.

Dicho esto, listemos los aspectos positivos de El pájaro pintado:

  • Su idea de base. A la ejecución de la misma le falta empaque, pero entrever aquello que Kosinski tenía planeado, la versión ideal de este texto, no tiene precio.
  • El porqué del título. El "leimotiv" del pájaro pintado aparece a lo largo de la novela en una escena, como símil y, especialmente, como tema. Éste último uso otorga sentido al título de esta novela con lúcido acierto. 
  • Su pretendida universalidad. 
  • Sus mensajes. 
  • El manejo de los temas.
  • El tratamiento de la violencia y el horror. Kosinski no usa eufemismos que diluyan la crudeza de la historia. 
  • Algunas reflexiones sueltas. Sobre todo, esas en torno al racismo, la religión o la Unión Soviética.
  • La trama es variada y, hasta cierto punto, rica en matices. Especialmente durante la segunda mitad del libro. 
  • La prosa. De sintaxis sencilla, es directa y concisa por lo general, aunque elegante y hasta poética cuando toca.
  • Recuerdo una omisión importante por aquí, un símil fuera de lugar por allá, o alguna reiteración que no parece intencionada. En general, pero, la narración es legible todo el tiempo, incluso inspirada en determinados pasajes.
  • La fluidez de la novela. Dividida en capítulos breves que se leen en un suspiro, pese a que estos carecen de diálogos y están conformados, mayoritariamente, por párrafos bastante gruesos, El pájaro pintado es una lectura ágil, casi vertiginosa. 
  • La descripción psicológica de algunos personajes. Sin recurrir a exposición barata, Kosinski es capaz de otorgar profundidad a varios de ellos.   

Por otro lado, creo que a El pájaro pintado se le puede reprochar que:

  • El argumento es algo repetitivo. Sobre todo, durante el primer tercio de la novela. No en balde, la mayoría de los capítulos de esa parte del libro tienen una estructura similar: el protagonista llega a una nueva aldea, donde es acogido por alguien (que normalmente le maltrata) y por la razón que sea acaba huyendo del lugar.
  • La exposición constante al horror anestesia al lector. Si éste se hubiera dosificado con mayor tino... 
  • La voz del narrador es algo inconsistente.
  • Ya puestos, tampoco me acabo de creer el desarrollo del niño, no solamente su voz. Pese a todo lo que sucede, rara vez se muestra enfadado o indignado por ello hasta el final de la historia. De todos modos, agradezco que su caracterización se preste a mostrar una personalidad contradictoria en el último tercio del libro.
  • Por cada personaje bien escrito en El pájaro pintado, otros cinco son malvados uni-dimensionales. 
  • Es demasiado conveniente que el "status quo" de la mayoría de aldeas se rompa en presencia del niño, sea él el desencadenante o no. Más teniendo en cuenta que, por lo general, no permanece demasiado tiempo en cada una de ellas.
  • Abusa de los "deus ex machina". El protagonista se enfrenta a la muerte en varias ocasiones, y en muchas sobrevive de forma demasiado inverosímil. Eso sí, las veces en que logra salvar el pellejo gracias a su astucia resultan satisfactoriamente catárticas.
  • Creo que el autor debería haber balanceado más el sufrimiento del niño. Hacerlo más emocional, no tan visual. Su tono distante puede parecer un acierto en un inicio, pero a medida que la narración avanza se siente forzado y hasta cierto punto contra-intuitivo.

En suma, El pájaro pintado es un buen libro. Por desgracia, le deja a uno la sensación de que podría haber sido todavía mejor. Además, recuerda enormemente a El gran cuaderno, de Agota Kristof (en su premisa, en el escenario brumoso, en el protagonista innominado, en la voz narrativa, en la prosa...), la cual es una obra muy superior. De todos modos, recomiendo la novela de Kosinski. Al menos, a aquéllos con un estómago fuerte, claro.


También de Jerzy Kosinski en ULAD: Pasos, Desde el jardín

8 comentarios:

Marcela dijo...

Buenas noches Oriol! Vaya reseña que has descrito.
No hace falta leerla, tú opinión ha sido muy descriptiva, pero lo que me gustaría comentar, es el horror en el que estamos viviendo.
Vemos series por televisión y películas en donde la censura quedó atrás.
La escritura de hoy, ( aunque el libro sea de 1965) si no tienen matices violentos y escenas que te sorprendan, dejan de ser vendibles y opinamos, que no han escrito nada nuevo.
Desafortunadamente, éstos escritores de hoy, necesitan escribir “ sin velos” lo que suponíamos lo qué pasó por imaginación. Éso, quedó atrás, hay que escribir sin tapujos...
.Bueno Oriol, hay lectores y muchos que les gustará leer éste tipo de lecturas,
Soy reconozco, de otra generación.... y sigo admirando a los Clásicos......
Saludos

Oriol dijo...

Saludos, Marcela.

Estoy de acuerdo contigo en que hoy en día hay una tendencia literaria excesiva y tremendista, enfocada en la descripción explícita, en la casquería. Supongo que sus orígenes más evidentes están en el subgénero llamado "splatter", del cual se han desvinculado autores posteriores como Bret Easton Ellis, Chuck Palahniuk... Sin embargo, creo que los años dorados de dicha tendencia han quedado atrás. La gente empieza a reprochar el shock vacío, el rupturismo estéril. Yo mismo critiqué este proceder hace unos años, en mi reseña de la novela "Lunar Park". De modo que pienso que algo no es más vendible (ya no) en función de si tiene matices violentos, salvo para el público más morboso. En cambio, sí creo que a la gente, acostumbrada al móvil, le gustan cada vez más los estímulos constantes, los golpes de efecto. Ah, y las historias no textuales, esas en las que se agazapan sentidos ocultos, repele a un público que ansía la ficción llana, entretenida o escapista, que no les de quebraderos de cabeza.

Y aprovecho tu intervención para aclarar esto: me parece que, según lo propuesto por Kosinski en "El pájaro pintado", el tratamiento de la violencia es adecuado porque en ningún momento se siente gratuito. Describe la crudeza de la situación y el escenario como tiene que hacerlo, y, además sin concesiones embellecedoras. Pero entiendo que esta aproximación, aunque justificada, mantenga al margen a los que no os interesan este tipo de cosas. Ya digo: sin un estómago fuerte, mejor no acercarse a este libro.

Marcela dijo...

Gracias Oriol, por tu sabia respuesta....

Lucas Despadas dijo...

Hola, Oriol. Lo leí hace varios años y me gustó mucho. Sí que es verdad que buena parte de los personajes, especialmente los secundarios, se sienten planos (¡unos malvados de gratis!), aunque lo que más le achaqué en su momento fue, por lo visto (he tenido que releer lo que escribí porque no me acordaba, la verdad), algunos problemas de ritmo (tanto reiterar en lo escatológico me terminó por aburrir de cara a las últimas páginas). Por otro lado, tanto los puntos de partida como la ejecución de la obra las veo bastante aceptables. Tiene fragmentos de una potencia visual apabullante, como cuando se describe la triste vida del pájaro pintado (que se usa como símil dentro de la historia del personaje) o la escena angustiosa de la iglesia.

Parece, por lo que he leído, que esta es la mejor obra de Kosinski. Tengo pendiente "Pasos", aunque "Desde el jardín" me dejó muy indiferente.

Oriol dijo...

Saludos, Lucas.

Precisamente, a mí se me hizo repetitivo y lento el inicio de la narración, no el final. De hecho, el último tercio, con la aparición de los rusos, aportó frescura a una historia que parecía estancada. Ya ni te digo cuando se pasa de un escenario rural a uno urbano. Pero sí, como tú, creo que "El pájaro pintado" se recrea demasiado en lo escatológico. Si se hubiera contenido la violencia con más tino, el resultado hubiera podido ser todavía mejor: menos redundante y más impactante.

Tenía planeado leer de Kosinski "Desde el jardín", aunque después de tus palabras lo abordaré con más cautela.

Castro Ardura dijo...

Cómo se puede hacer una reseña, hablar sobre El pájaro pintado, sin aludir casi o sin casi a la clave absoluta de toda la historia. En niño es judío, lo mandaron a la aldea para evitar la persecución antisemita en las grandes ciudades polacas, y todo gira en relación con el hecho de que Kozcinski y el niño protagonista son JUDÍOS.

Castro Ardura dijo...

Todo el mundo sabe que es Polonia, de hecho miembros de la comunidad polaca de Chicago-Illinois, que son millones, intentaron matar de una paliza a Kozinski.

Oriol dijo...

Vaya, Castro, no tengo fresca la novela, pero qué quieres que te diga, yo la recuerdo deliberadamente vaga y asbtracta en aspectos que tú crees nítidos y cristalinos.