martes, 3 de marzo de 2020

Biografías lectoras II: La Vuelta al Libro en 7 etapas (y un prólogo) y dos metas volantes

Prólogo (1977- 198X): No vamos a empezar diciendo que nací con un libro en las manos. Ni mucho menos. De hecho, el único “material” que había en casa era un puñado de ediciones del Círculo de Lectores y una enciclopedia que adornaba con dudoso gusto el salón. Para más inri, lo más parecido a una librería que teníamos (y tenemos aún) en el pueblo era la papelería donde comprábamos el material escolar o mi madre y mis abuelas comparaban el Hola y demás artefactos.

1ª etapa (198X-1991): Salimos a fuego desde el km. 0, aunque condicionados por lo comentado en el punto anterior. La propia enciclopedia y sus mapas fueron, así, mi principal lectura y el más que probable origen de mi fascinación por tierras lejanas, exploraciones polares y demás familia. En cuanto a ficción se refiere (aunque quizá hablar ahora de la URSS, Checoslovaquia o Yugoslavia sea más ficción que cualquier otra cosa), nada que pueda sorprender a los nacidos a mediados o finales de los 70: la colección de El Barco de Vapor, Los Cinco, Los Hollister (qué horror), tebeos, Elige tu propia aventura, Michael Ende, etc

2ª etapa (1991-1995): Etapa rara en la que quizá se acusa el cansancio de la etapa anterior. Hago "la goma" desde los primeros kilómetros. Acercamientos a Baroja (el primer autor que leí de forma casi compulsiva), a Luis Martín Santos, a Unamuno, a la poesía de Blas de Otero. Alejamientos literarios y también extraliterarios. Los literarios me llevan ahora a preguntarme, y a no hallar una respuesta clara, hasta qué punto es necesario forzar a chavales de 15-16 años a leer a Lope, Calderón, Lorca, Unamuno, Cervantes, etc. Los extraliterarios tienen dos componentes: las experiencias propias de la edad y la bicicleta, parte fundamental de mi vida. A más kilómetros, menos libros. Por suerte, con la edad he alcanzado una sabia combinación de kilómetros y libros.

3ª etapa (1995-2000): Pájara lectora casi total, sobre todo en su primera parte. Mucha bicicleta, mucha música y nada de lectura, más allá del Plan General Contable (¿qué hostias me llevaría a mi a la Facultad de Económicas (lo sé, pero prefiero no recordarlo)). Por suerte, ese mismo motivo (aunque con otro nombre) y algún pequeño percance ciclista me llevaron de vuelta a los libros. Etapa iniciática en lo que a literatura latinoamericana se refiere: Isabel Allende (¡!), Gioconda Belli, García Márquez, etc. ¡Había que estar a la altura!.

4ª etapa (2001 – 2003): Recupero las buenas sensaciones. Madrid o el deslumbramiento. Librerías modernas, librerías de viejo, grandes superficies… Autores que llevan a otros autores. De García Márquez a Cortázar, a Rulfo, a Tolstoi, a Faulkner… Primeras lecturas de los grandes clásicos del siglo XX.

5ª etapa (2003 – 2004): La etapa reina. Puerto de los gordos en forma de bicho extraño que se ha metido en mi cuerpo. Meses y meses del hospital a casa y de casa al hospital. Meses en los que los libros, el cine y la música (también la medicación y algún que otro intangible) me salvaron. Meses en los que la lectura era una huida, una forma de engañar al miedo, de vivir otras vidas (a lo mejor lo fue desde el principio). No llevé la cuenta pero la lista es interminable: Dostoyevski, Mishima, Kundera, Sabato, Borges… Parecía que la vida se iba y había que apurarla.

6ª etapa (2005): La etapa transoceánica. Apenas dos meses en Buenos Aires son más que suficientes para dejarme marcado para siempre. Las librerías de la Avenida Corrientes (aún guardo algún marcapáginas de la Librería Hernández – Av. Corrientes 1436), Palermo… Fui con una maleta y volví algo más cargado: Saer, Piglia, Mujica, Pauls, Arlt, Silvina… Ojalá pueda volver algún día, ojalá.

7ª etapa (2005 – 2020): Lecturas más variadas, más arriesgadas, más completas creo yo (y más desde que formo parte de esta maravillosa locura que es ULAD), aunque la novela y el relato sigan siendo predominantes. Autores clásicos (Proust, los rusos del XIX, Víctor Hugo...) aunque prestando atención a "novedades" (Bolaño, Cartarescu, Mariana Enríquez y todas las nuevas narradoras latinoamericanas, Carrere, el amigo Houellebecq …) y también aproximaciones a una literatura situada un poco en el margen (Sara Gallardo, Danilo Kis, William Gass, José María Arguedas...). Me dejo a muchos autores en el tintero y espero dejarme a muchos que vendrán en futuro más o menos lejano. 

Las metas volantes (2008 y 2013): Un par de personas nuevas aparecen por casa y nos convierten en "respetables padres de familia" y nos hacen comenzar un círculo nuevo cuando aún estamos a medio camino del nuestro. Y aunque contamos con mejores medios y con más oportunidades que nuestros padres, tenemos las mismas ganas de hacerlo bien y el mismo miedo de hacerlo mal. En esas estamos.

P.S.: Espero no haber sido demasiado pesado ni haberme puesto demasiado ñoño.

17 comentarios:

Gabriel Diz dijo...

Hola Koldo:

Muy bonita cronología de tu vida lectora. Si se puede contar te pregunto: qué te trajo dos meses a Buenos Aires? Si no se puede no pasa nada.

Saludos

beatrizrodriguezsoto dijo...

La lectura ha sido una constante en tu vida excepto en la etapa de la bicicleta. Muchas gracias por el acercamiento.
Saludos

Koldo CF dijo...

En realidad no fue nada en particular. A raíz de la etapa anterior, simplemente cambió nuestra forma de ver las cosas y entraron ganas de ver mundo. Agarramos la mochila y allí que estuvimos un verano a la deriva: BA (sobre todo), pero tb el norte argentino: Salta, Jujuy...

Juan G. B. dijo...

Da gusto lo ordenaditos que tienes los libros... AHORA MISMO FUERA DE ESTE BLOG!

Carlos Andia dijo...

Eso mismo estaba pensando. O a lo mejor les ha pasado el polvo y los ha ordenado para las fotos. Así, para acomplejarnos a los demás

Koldo CF dijo...

Hablé antes con Marie Kondo y me convenció de que si los ordenas caben más!!!!!

Juan G. B. dijo...

No quieras saber lo que propone hacer la tal Kondo con los libros...:_(

Diego dijo...

En especial, felicitaciones por salir de la quinta etapa pedaleando y leyendo. Eso es ganarla.

Koldo CF dijo...

Gracias, amigo! Tiene narices yo contando aquí mis mierdas como si fuera el mismísimo KOK

Diego dijo...

Jejeje... "Nunca escupas para arriba" decía mi viejo.
Digamos que KOK se tiró veinte tomos "contando sus mierdas" y vosotros solo una página. Que nadie se torture.

Hablando en serio, estoy seguro que todos los lectores del blog tenemos una larga lista de pendientes a la que le viene bien tomarse un recreo. Por lo demás, vuestras biografías lectoras enriquecen vuestras reseñas de ayer y mañana.
Yo creo que todos los libros coinciden en algo: hablan de nosotros. Así también todas vuestras reseñas y todas nuestras lecturas. El positivismo de Comte murió hace tiempo y por eso este blog es lo que és ¡bienvenida sea esta semana!
Que nadie se torture.

Anónimo dijo...

Gracias koldo ¡ mayor Thompson

Lupita dijo...

Koldo, don Quijote dice que "quien lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho" Las dos cosas, tanto por los viajes y la bici como por la lectura, se enlazan en tu biografía, que es muy descriptiva y sentida. Felicidades.

Sólo unas consideraciones:
- Blas de Otero y Unamuno no recuerdo que tuvieran tanta importancia en la literatura del instituto, supongo que como varios sois de origen vasco, procede de ahí esa relevancia. A lo mejor me equivoco.
- Leer a los clásicos a edad muy temprana es algo que se debate continuamente y no encuentro respuesta; leo los libros de lectura obligatoria de la ESO ahora y tampoco me gustan mucho. La duda está entre si se hace leer para conocer libros o fomentar el hábito lector
-¿El mundo empresarial/económico está reñido con la literatura?

Mierdas son lo que sale en Telecinco y similares, lo vuestro batallitas lectoras.
Saludos

Anónimo dijo...

Mil gracias a koldo y cía por hacer día a día libro a libro esta maravilla de blog. De corazón gracias kempes 19

Koldo CF dijo...

No, muchas gracias a vosotros por estar ahí, comentar, debatir... Es por vosotros q esto merece (más aún) la pena.

En cuanto a lo q comentas, Lupita...
- Lo de Unamuno o Blas de Otero es posible que sea por venir de donde vengo
- Aunar fomento de la lectura con conocimiento de los clásicos lo veo tan difícil. Además, con 15-16 años hay chavales con una madurez tal que pueden ser capaces de leer casi cualquier cosa y otros maduran más tarde, etc. No sé, difícil solución, pero sí que creo que en la adolescencia se deja de leer (en general) y por algo será
- Pues mira, en el blog somos 3 con formación en la cosa económica y aquí estamos. En cambio, en mi trabajo seremos 20 y solo 2-3 leemos con asiduidad. Cuestión de inquietudes, supongo

Abrazos variados!

Anónimo dijo...

Bellísima historia del señor lector Koldo. Escrita desde el alma. Al menos así lo sentí.
Un par de apostillas relacionadas con su relato:
- Aunque nací y me crié en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires y a solo 60 km de distancia de la gran ciudad, Buenos Aires nos resultaba lejana. Era toda una experiencia viajar casi dos horas, en tren o en omnibus, para llegar al centro. Cuando por razones laborales debí instalarme allí, con casi 30 años, vivi´a tres cuadras de Corrientes y Callao. y recuerdo tardes y noches enteras recorriendo librerías. Para conseguir el segundo tomo de Yo, Claudio, caminé ida y vuelta todas las librerías de Avenida Corrientes, a la ida por una vereda, a la vuelta por la de enfrente. Y lo encontré!
- Unamuno. Creo haber comentado que estoy viendo la serie Star Trek: Picard. Uno de los protagonistas es un capitán español, que ya tres veces ha sido mostrado leyendo a ...Unamuno! Sera coincidencia que uno de los escritores de la serie sea Michael Chabon?
Abrazo grande desde el Sur!

El Puma

Koldo CF dijo...

Muchas gracias, amigo!!

Unknown dijo...

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