jueves, 7 de septiembre de 2017

Colaboración: Richard Matheson: Soy leyenda

Idioma original: Inglés 
Título original: I am legend 
Traductor: Manuel Figuerosa 
Año de publicación: 1954
Valoración: Entre recomendable y está bien  


 Minotauro suele ser responsable de traducciones atroces. La de Soy leyenda no es una excepción. En este libro encontramos pasajes tan torpemente traducidos que se tornan confusos; también hay palabras o expresiones que se repiten excesivamente (en la página 131, por ejemplo, “sin embargo” se puede leer hasta tres veces). Si dejamos de lado este escollo, pero, podemos disfrutar la novela sin problemas. 

 Robert Neville es el típico hombre estadounidense, pragmático y manitas, capaz de apañárselas en un Apocalipsis. Es el último ser humano restante; todos los demás han sido infectados por un extraño virus que acaba convirtiendo a la gente en vampiros. El protagonista de Soy Leyenda es creíble, más que el de la película con el mismo nombre. No le afectan únicamente la soledad y los recuerdos, sino que también la falta de sexo, el alcohol y los asedios constantes de los vampiros. Su cordura bordea peligrosamente zonas periféricas a la demencia, y durante la lectura, nosotros asistimos a ese oscuro viaje con impotencia, con preocupación. Otro rasgo que me resulta interesante es que Neville no es científico de profesión (ni siquiera parece particularmente instruido), y debe aprender sobre bacterias o a hacer funcionar el microscopio para investigar el virus que ha arrasado a la humanidad. 

 Porque sí, hay una investigación sobre el virus y los vampiros. Los vampiros de la novela, aunque menos intimidantes que aquellos a los que estamos acostumbrados en la ficción, son una auténtica deconstrucción del monstruo; no como en el film (de hecho, los infectados allí no son vampiros siquiera, sólo comparten algún que otro rasgo con esas criaturas). Matheson les aborda científicamente, tratando de justificar su intermitente presencia en la historia, el porqué de sus debilidades... Y esta dirección tan atractiva y original tendría que haber sido, a mi parecer, la que guiara a la obra. Es una lástima que el escritor no se recreara más en ella. Su ingeniosa deconstrucción se vuelve anecdótica, dado que ni la trama da mayor relevancia a esta aportación. El arranque del libro está más enfocado en hablar de Neville y sus problemas, y cuando parece que se empieza a hacer hincapié en la disección de los vampiros, el giro de tuerca final acaba por hacerla olvidar del todo. 

 Eso sí, pese a este potencial desperdiciado, Soy leyenda tiene una premisa interesante, momentos conmovedores, y, aunque acabe siendo un libro algo trillado por enfocarse excesivamente en el ser humano que sobrevive al fin del mundo (cosa que ya han hecho tantos otros antes), Matheson es capaz de ejecutarlo con bastante solvencia. Por cierto, quizás se pueden entrever otros temas en este libro, pero no me parecen abordados con la intención explícita de volverlos relevantes. 

 Otras de las muchas obras empeñadas en pergreñar una explicación científica al fenómeno hasta entonces sobrenatural de los vampiros: la novela El ansia (The Hunger) de Whitley Strieber o la película australiana Thrist, dirigida por Rod Hardy. 

Firmado: Oriol Vigil

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Si yo fuera el traductor de este libro, que no lo soy, daría un repaso importante y detallado a la redacción de esta reseña. Porque tiene errores para dar y tomar.
Parece escrita por alguien que no acostumbra a escribir en castellano.
No es mi intención ofender a nadie pero me ha llamado la atención que después de criticar con tanta dureza una traducción, se escriba así.

Juan G. B. dijo...

Hola anónimo:
Yo no soy traductor ni filólogo, así que me puedo equivocar, pero no veo tantos errores como tú afirmas. Como mucho un par de ellos: en el primer párrafo, el uso de la conjunción adversativa "pero" en vez de "sin embargo" (lo que sí podría ser un italianismo o catalanismo)
y en el penúltimo, debería poner "hacerla olvidar" en vez de "olvidarla", me parece a mí.
Por lo demás, el resto de la reseña está correctamente escrita en castellano, aunque puede que me equivoque.
Un saludo.

Anónimo dijo...

¡Vaya, mi reseña!
Anónimo, gracias por el comentario. Sé que mis palabras han sido algo duras, y no soy quién para desmerecer el trabajo de nadie (menos de profesionales), pero no puedo evitar sentir que Minotauro es a menudo poco exigente con sus libros, que no los acaba de cuidar lo mismo que otras editoriales. Por cierto, si ves, esto, ¿podrías decirme los errores que ves en la reseña? La verdad es que me la he releído y me cuesta encontrarlos, pero no dudo que tendrá varios.
Juan, mil gracias por anotar los fallos que has visto. Siempre es grato ver que la gente lee con detenimiento aquello que uno escribe. ¡Saludos!

Oriol.

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...

No he leído el libro pero sí la reseña, y me parece muy correctamente escrita. Al menos desde el punto de vista formal. Obviamente en el contenido no entro por desconocer el libro reseñado.

Sandra Suárez

Cities: Moving dijo...

Efectivamente Minotauro tiene algunas traducciones que dejan mucho que desear. Yo me he topado con más de una en los libros que publicó en los 1980s y 1990s, tanto es así que justo ha sido uno de los aspectos que no he podido dejar de señalar en el último libro que he comentado en mi blog: La juguetería mágica de Angela Carter. Yo también me leí esta misma versión de Soy leyenda y me pareció un novelón, independientemente de los posibles errores de traducción, que a fecha de hoy no recuerdo. Hay una edición revisada por el 60 aniversario de su publicación, es de suponer que habrán corregido esas deficiencias.

Interlunio dijo...

La obra no me interesa. Pero siguiendo el hilo de los comentarios, decir que a mi me pareció entender la reseña perfectamente. Incluso creo que has dado valor a una obra que en su sinopsis, atrae aún menos que antes de leer tu reseña.
Claro que yo no soy filólogo y mi sintaxis da asco. No puedes presumir, Oriol, de mi apoyo en estos temas. Sinembargo, creo que sé dar valor a los contenidos y, comprendo que una buena escritura es signo de muchas virtudes y se vuelve importantísima para que esos contenidos lleguen a puerto como el escritor pretende. Y creo que eso lo has logrado. Si tu principal idioma no fuera el castellano, pues, tu mérito es doble. Si tenemos en cuenta que tú has hecho esta crítica por amor al arte y que el traductor a quien críticas a cobrado por su trabajo, tu crítica tiene más valor que la que te hacen. Pienso yo.
A veces leer bien es más difícil que escribir correctamente. Hay muchos más sesgos que sortear. Cosas que no se aprenden en la escuela.

Anónimo dijo...

Hola desde México.

A mí me parece una reseña bastante bien escrita. Yo solo veo un error, y no es para nada grave: en el antepenúltimo párrafo antes de "sólo" debería ir punto y coma. Hay otro error, que más bien es un descuido, supongo: el hecho de que el nombre de la obra no esté en cursiva a lo largo del texto. Poniéndome a especular, yo creo que al comentarista inicial le molestó la valoración de la obra y las críticas a la traducción...

En cuanto a la obra, a mí, a diferencia del reseñista, me gusta el rumbo que toma la novela. De hecho, el personaje principal me parece particularmente bien elaborado, quizá porque me esperaba algo más plano.

Saludos.

Donardo

Interlunio dijo...

Agrego acá. Hablando de lo que me interesa: contenidos, sí has cometido un error. Un error que no solo cometes tú, lo hacen incluso los medios. "el típico americano" La mayoría de americanos estamos muy lejos de lo que debemos entender cuando leemos "americano". Lo curioso es que los que usan esta mala costumbre también saben que lo es.

Anónimo dijo...

ESTADOUNIDENSE, no "americano", !ESTADOUNIDENSE!, ¿por qué cuesta tanto..?

Anónimo dijo...

Bueno, si de hacer al articulista se trata, es verdad, hay muchas faltas, algunas de ortografía pero sobre todo de gramática y de sintaxis.

Como primera cosa, tal vez podría sugerirle que en lugar de comenzar con un detalle referente a la traducción, la próxima vez utilice la premisa aquella de empezar "desde lo más general hasta llegar a lo más específico". Primero comentando aspectos generales de la obra, luego algunos detalles y finalmente los puntos relativos a la traducción, la encuadernación, el precio del libro, etcétera. A mi me llamó la atención que la primera frase estuviera dedicada a la traducción, pero tampoco es que nos vayamos a morir por eso.

Otro apunte "el típico hombre americano", aquí me has roto :) ¿cómo es el típico hombre americano?, es más ¿americano de dónde?, ¿de Brasil, Perú, Bolivia, Canadá, de Estados Unidos, México..?, no sé yo...

"Es el último ser humano restante; todos los demás han sido infectados por un extraño virus que acaba convirtiendo a la gente en vampiros". Cuando pones "todos los demás" actúa como sujeto del verbo pero luego cambias ese sujeto a "la gente", entonces tienes dos sujetos en la misma frase.

"Es el último ser humano; todos los demás han sido infectados por un extraño virus que los ha convertido en vampiros."

"y debe aprender sobre bacterias o a hacer funcionar el microscopio"
"y debe aprender sobre bacterias y sobre cómo hacer funcionar un microscopio"

Y así.
Pues nada, espero que te ayude.

Unknown dijo...

Solo anotar que además de la pésima versión cinematográfica con Will Smith de protagonista, existe otra versión de los 60 o 70, con Burt Lancaster como actor principal , más fiel a la novela.


PD Todo error gramatical o de síntesis de este comentario es responsabilidad exclusiva del auto corrector del móvil. He dicho.

Anónimo dijo...

Evaluar la redacción a través de un texto que comete errores de redacción: de eso pocos se salvan. Que haya excepciones no lo dudo, pero desde luego no es el caso del anónimo de las 19:36, que además revoluciona los conceptos de "frase" y "sujeto" en menos de dos líneas y sin despeinarse.

Anónimo dijo...


Totalmente de acuerdo con este último anónimo. El de las 19:36 peca justo de lo que está criticando. Critica una redacción y lo hace francamente mal.

Juan G. B. dijo...

Hola otra vez.
Por tocar un poco las naric...estooo, crear un sano debate lingüistico, recuerdo que la cuarta acepción de "americano" según la RAE (lo acabo de consultar, que conste, no me lo sé de memoria) es, precisamente, "estadounidense". De hecho, la nación en cuestión se llama "Estados Unidos de América", (igual que existen los Estados Unidos Mexicanos, sin ir más lejos). Ergo, en mi opinión, americano es válido como sinónimo de estadounidense, aunque también es comprensible que el resto de habitantes de otros países de América se mosqueen con esa utilización habitual del término.
Un saludo mañanero a todos

Preste Juan dijo...

La novela, que tiene bastante más miga de lo que deja entrever el autor de la reseña, trata de lo que entendemos por "nosotros" y de lo que entendemos por "los otros" y de cuando esa frontera se borra: ¿En qué momento lo estándar, lo normal empieza a convertirse en el freak, en el monstruo? y lo contrario: ¿cuándo lo excéntrico, lo raro, lo monstruoso se convierte en lo normal?

Interlunio dijo...

Gracias por la aclaración, Juan. Y disculpas al articulista por señalar un error cuando el error fue señalarlo.

La Rae ya me caía mal, ahora me cae peor. Yo creo que necesita viajar un poco.

Hielo-9 dijo...

Hola a todos. En cuanto a la novela bien, aunque no sea de esas que tenga pensado volver a leer. Igual como señalaba alguien más arriba, creo que la diferencia entre el "nosotros" y el "ellos" es lo que articula casi la totalidad de la novela y lo que a mi parecer, le aporta más sustancia.

Y ya que alguien retoma el hilo de los "americanos" y los "estadounidenses" y que otro menciona el punto de vista de la RAE (¡Hola Juan G.B!), yo creo que, en esta clase de asuntos que no son tanto lingüísticos como político-sociales, por llamarlo de alguna manera, me decanto por prestar más oído a los involucrados. Personalmente creo que llamar "americano" a un estadounidense es lícito, pero también creo que puede herir la susceptibilidad de quienes piensan, opinan y sienten que América es un continente y no un país.

Saludos


Anónimo dijo...

Cities Moving, me anoto tu blog. Ya veo que en él hay cosas de Clive Barker. No necesito más razones para echarle una ojeada.
Hola, Interlunio. Gracias por el amable comentario. Las dos penúltimas frases de tu comentario valen para ser enmarcadas. ¡Y no hace falta que te disculpes!
Al Anónimo de Mexico, decir que yo también quedé sorprendido con el desarrollo del personaje. No es el más trabajado, pero eso tampoco era necesario.
Angel Muñoz, me apunto la película. Ni la conocía.
Preste Juan, decirte que yo también he notado que otros temas gravitaban en torno a la trama principal, como dejo entrever en la frase final de la reseña. Sin embargo, no me pareció que fueran seriamente abordados, sino que más bien aparecieran intermitentemente y por inercia.
Saludos a todos los que habéis comentado.

Oriol.

Juan G. B. dijo...

Hola por tercera y prometo que última vez:
Yo creo que se trata smplemente de tener en cuenta el contexto; si por ejemplo, hablamos de la Guerra Fría o la II Guerra Mundial, todos entendemos a quien nos referimos si decimos "los americanos". En otros contextos, en cambio, resulta necesario especificar más.
Por otra parte, quiero recordar que también tenemos tendencia a decir "Europa" y "los europeos", para referirnos a la UE, como si rusos, noruegos o suizos no lo fuesen.
Por último, no es por defender a la RAE (que ya tiene sus propios y muy aguerridos valedores(, pero son los propios estadounidenses los que syelen tomar el todo por la parte cuando sueltan cosas como "Make America great again"... Y está claro que en este caso no están pensando en el resto del continente...XP
Ahora sí que acabo; gracias por la paciencia ; )

Anónimo dijo...

Perdón por la corrección pero creo que te quieres referir a Charlton Heston y no a Burt Lancaster. The Omega man se titula la película.

Javier Ventura dijo...

Exacto! "El último hombre vivo" era su título español.