Año de publicación: 2024
Valoración: Recomendable
Si vamos por el lado obvio, lo primero que nos vendrá a la cabeza será alguno de los centenares de libros en los que la casa, y qué se puede incluir en el concepto y de qué forma es otro tema, ocupa un lugar fundamental: Casa tomada, La casa verde, La casa de Bernarda Alba, Casa de hojas, Segunda casa, Irse de casa, Casas vacías, Formas de volver a casa, etc.
Si rascamos un poco en la superficie y tiramos de memoria lectora, dos serán los libros que nos vengan a la cabeza: Siberia de Daniela Alcívar, también editado por Candaya, y Borderlands, editado por Capitán Swing). ¿Los motivos? Su carácter (semi)autobiográfico, su forma híbrida en lo genérico, su relación con el cuerpo, la autoría femenina (mujer migrante, además), etc.
El caso de que Que tenga un campo es un libro que juega con los géneros, ya que en el hay tanto de novela autobiográfica (¿o es autoficción?) como de relato o de ensayo, y que tiene, al menos en apariencia, cuatro patas que funcionan como planos paralelos: casa, cuerpo, familia y escritura. Digo en apariencia porque, parafraseando a Baroja, "pinta tu casa pero estarás pintando otra cosa". En este caso, esa otra cosa será la búsqueda de un sentido de pertenencia, de una identidad, de un asidero, de un lugar al que volver o del que huir, de un refugio que puede ser también lugar de aislamiento y soledad.
Yendo a lo argumental, Que tenga un cuerpo es el libro que la autora escribe mientras trata de escribir un libro de cuentos relacionados con la historia de España y con la historia de su familia paterna a través de sus casas. Pero como esas humedades que van apareciendo poco a poco en las paredes, hay elementos que se filtran y van impregnando el libro: la historia personal, la reflexión sobre la infancia, la construcción de la propia identidad, del relato, etc.
Decía anteriormente que el libro posee un carácter híbrido, tanto en lo genérico como en lo temático. También en lo estilístico. Predomina en el comienzo la frase breve, cortante y el uso de la primera persona. A medida que el libro se abre a diferentes ámbitos, comienzan a intercalarse la primera y tercera persona (mención especial al capítulo 10), las frases se vuelve más "convencionales", se introducen citas, etc.
2 comentarios:
Quizás fuera bueno publicar un fragmento, para tener una idea del ritmo y del estilo
Acaso osas poner en tela de juicio el cuasi infalible criterio de este sacrosanto blog? Venga, va un fragmento:
Una casa no tanto para estar siempre en ella, pero que mis cosas sí estén allí. Un lugar a donde volver mucho más que un lugar donde estar. Un lugar simbólico que ordene el desorden, que sane algo, que compense. Un derecho a la salida como un derecho a la vida
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