miércoles, 4 de noviembre de 2020

Ted Chiang: Exhalación


Idioma original: inglés

Título original: Exhalation

Año de publicación: 2019

Traducción: Rubén Martín Giráldez

Valoración: recomendable

Agosto 2020. F, llamémosle Reseñista A, recibe correos varios de editoriales de forma diaria, algunos, llamémosle habilidad de los redactores de las newsletter de la ya deprimida pero todavía entusiasta industria editorial, particularmente eufóricos y en concreto, los de Sexto Piso, haciendo énfasis en este libro de autor de exótico apellido (orígenes familiares en Taiwna) para ser estadounidense, precedido de una enumeración de premios que le han sido otorgados al autor a lo largo de una carrera prolongada que ha tenido una producción algo rácana (19 cuentos a lo largo de tres décadas, entiendo que los 9 de Exhalación completan los 10 de otra obra) y que ha sido también responsable de alguna que otra historia llevada a la (otrora dicha) gran pantalla.

Reseñista A hace caso de tan convincente argumento y se hace con el libro: no es para nada un entusiasta del género del libro, ciencia-ficción (aunque la entrada sobre el autor en Wikipedia dice que escribe ficción especulativa), pero la verdad es que las referencias e incluso los personajes públicos (Obama, ese añorado presidente que lee ficción y escucha a Kendrick Lamar o Frank Ocean) se expresan de tal manera que, aunque sean argumentos propios de las temidas fajas,  Reseñista A se deja atrapar en la tentación y también se deja atrapar por esas historias que no tienen nada que ver con los temas al uso. No hay naves especiales, personajes alienígenas, distopías de sometimiento de especies o de países, sino argumentos bien trenzados en los que el autor encaja con habilidad y bastante mérito literario ciertos aspectos propios de la mareante carrera tecnológica, incluso se permite el lujo de situar esos relatos fuera de sus escenarios habituales. El primer relato, el del espejo del tiempo, tiene unas atractivas tonalidades orientales que nos hacen prever un libro realmente original, y, aunque conforme se avanza en la lectura, en posteriores relatos, este escenario cambia y nos encontramos con contextos más cercanos y familiares, en futuros cercanos que, bravo Wikipedia, son especulaciones de situaciones que podríamos ver en un par de décadas, a poco que los mareantes avances de la tecnología tengan un poco de suerte y cierto aspecto sobrenatural dé un empujoncito. Los relatos tratan de forma recurrente de temas clásicos del género como los eventuales saltos en el tiempo, ya presente en el primero y en el del aparatito que enciende una luz antes de que pulses un botón o el que da título al libro. También surge a menudo la cuestión de que los avances tecnológicos empiecen a configurar una humanidad con una forma de relaciones adaptada a ellos, como el de los digientes, la cuestión de la convivencia posible de universos paralelos generados por nuestras decisiones alternativas en el cuento de los para-yos, con lo que, en general, Reseñista A se lleva una agradable sorpresa al comprobar que algunos de esos relatos se sostienen en puntos de partida que inducen a la reflexión por encima del puro divertimento. Decide que, dentro de los parámetros de un género a veces sobreexplotado y, teniendo en cuenta que Reseñista A solo fue un lector de clásicos como Clarke, Asimov o K. Dick, la experiencia ha resultado gratificante, incluso estimulante desde una perspectiva intelectual.

Noviembre 2020. B, llamémosle Reseñista B ha engullido el libro con cierta premura. Desde que empezó a oír hablar con insistencia sobre el libro, no solo en eso que se llama "foros literarios" sino en canales mucho más profanos, como las RRSS. Lo cual es muy propio. Ha habido algún comentario en que ya se ha dado por sentado que no solo leer los cuentos de Exhalación era lo más sino que ya había líneas de debate basadas en algunos de los dilemas que se plantean en el libro, que no deja de ser un muy bien escrito ejercicio de constante distopía, pero cuyo espectacular éxito editorial ya empieza a revelarse con ediciones posteriores (a Reseñista B le ha costado unas semanas obtener su copia de la editorial, que ha manifestado haberse visto superada por el elevado interés del público, cosa a lo que ayuda, supongo, el buen ojo de dicha editorial a la hora de diseñar su catálogo). De repente, todo el mundo lo lee y ha gozado con lo osado e incluso adelantado en el tiempo de sus planteamientos: no solamente se habla de realidades que se nos han acercado en apenas unos años, sino que han surgido a la palestra cuestiones con las que igual haya que dirimir en el futuro, como la que surge en el de los digientes, extenso relato o novela corta que parece erigirse en núcleo del libro, muy logrado al establecer las fronteras de la relación de los humanos con una hipotética y muy evolucionada especie de mascotas virtuales o robots guiados por la inteligencia artificial y llevarlos hasta extremos incómodos, si bien quizás, las fechas podrían o no cuadrar, algunas de esas cuestiones ( como la que se plasma en el relato de las existencias que quedan grabadas) ya han surgido en otros formatos como episodios de la serie Black Mirror, con lo que Chiang puede que simplemente esté trasladando a la ficción literaria algunos dilemas que pueden estarse planteando, a nivel filosófico o sociológico, conforme la tecnología y todas sus posibilidades, algunas inexploradas, penetra en nuestras existencias.

Reseñista B, por eso, lamenta que todo ese fenómeno haya distorsionado un poco su apreciación del libro hasta el punto, por ejemplo, de condicionar la contundencia de ciertas afirmaciones que no debería ahorrarse. Los relatos de Exhalación recorren unos quince años de producción de su autor, período que, en términos actuales es una barbaridad. En 2007 (fecha de publicación del primer relato)  no había TV por streaming por todas partes, Smartphones o Apps que controlaban incluso detalles absurdos de tu existencia. Las dudas existenciales sobre algunas de estas cuestiones han quedado resueltas, de un plumazo, por las dinámicas de los mercados, por el puro empujón de la demanda insaciable de gente que ha pasado de disfrutar de gadgets tecnológicos a que la tecnología esté integrada de tal manera en la vida que ahora ni nos planteamos que todas esas empresas de software no puedan estar metidas hasta el tuétano en cada detalle de nuestra existencia. Y es imposible no detectar que, en algún momento y aunque con una primorosamente envuelta sutileza, Chiang desliza algún mensaje o algún nudo argumental de aromas moralizantes, con cierto incómodo vapor new age, defecto, creo, al que el género es algo proclive casi por definición: imaginar otros mundos siempre acaba entrañando mostrarse crítico, por acción u omisión, con el que tenemos. A Reseñista B esos detalles le han hecho arquear la ceja en algún momento y algún cuento (el de la arqueóloga que dialoga con Dios) se ha convertido en una ligera pared difícil de escalar.

En todo caso, a Reseñista B ya le parece formidable, y por eso sigue recomendando el libro  (a lo mejor ineludible sería una valoración más exacta), que ciertas lecturas empujen a ciertas reflexiones y, aunque siempre recuerde la contundente afirmación de Javier Calvo sobre la industria editorial USA y su habilidad para vendernos lo que sea, desde luego, y ya acabo que en un rato uno va a oír la radio en su smartphone para enterarse quién va a tener las claves de los misiles en los próximos años, desde luego, más vale ese planteamiento como resultado de una lectura que quedarse igual y pasar a otra cosa, que es lo que hoy sucede con demasiados libros.

También de Ted Chiang en ULAD: La historia de tu vida

5 comentarios:

Marc Peig dijo...

Muy buena reseña, Francesc. Leí el libro hace pocas semanas y coincido mucho con tus comentarios. Un libro recomendable donde destaca principalmente en los cuentos con tintes futuristas (también el primer cuento, muy diferente al resto) por encima de sus aportaciones con aires new age que son menos logradas.
En cualquier caso, un buen libro.
Saludos
Marc

Anónimo dijo...

Leí La Historia de tu vida y me pareció, en su conjunto, un libro algo irregular, muy dado a la saturación de conceptos (por otro lado no tan explorados en la Cf, como la cuestión del lenguaje) y que llegaba a perjudicar la historia.

Unknown dijo...

Estupenda reseña Francesc... Gracias. Mayor Thompson

Francesc Bon dijo...

Gracias por los comentarios: supongo que la primera obra del autor no tardará en publicarse de nuevo o reeditarse vista la repercusión de esta. Yo le daré un tiempo, creo.

ChuangTzu dijo...

No suelo leer ciencia ficción pero me parece que este autor tiene mucho talento para desarrollar las situaciones de una manera creíble, analizando las implicaciones morales y filosóficas, y todo dentro de un relato de ficción, sin que suene a rollo teórico.
Lo que quería decir, sobre todo, es que creo que dais una idea equivocada del libro cuando habláis de New Age. En el libro no se habla de espiritualidad, ni de religiones alternativas, ni nada parecido. Las leves "moralejas" son más bien humanistas y se deducen totalmente del análisis que se hace.