miércoles, 11 de noviembre de 2020

Colaboración. Libertad Córdoba: Espejos. Redes. Mapas

Idioma original: español
Año de publicación: 2020
Valoración: recomendable

Mapas enredados en el espejo

Libertad es pura fuerza. 

Sus versos logran cruzar los caminos más inhóspitos de nuestros sentimientos.

Libertad es poeta y por eso, siguiendo a Heidegger, anda poéticamente sobre esta tierra en la que habitamos. Hace suyo este pedacito de mundo y declama que su “…silencio, reminiscencia /de dos pupilas que una vez /se hallaron hace siglos /es tu reflejo en esta fría calle” (p.25). Desde ese momento la poeta, ejerciendo su labor deicida, se vuelve espejo para que los lectores nos sintamos personajes guiados por sus palabras.

Calla, piensa, mírame.

Puede que sea tu espejo,

puede que sea tu límite.

(p. 33)

A Libertad la escuché recitar, por primera vez, un poema de su libro "Espejos. Redes. Mapas." el día de la escritora en la biblioteca pública de Málaga. 

Desde hace varios años, para identificar a un buen poeta, uso una técnica súper arbitraria que llamo El núcleo del poema. El ejercicio consiste en buscar unos versos que contenga todo el poema en ellos; que se pueda eliminar el resto y el mensaje quede intacto.  Cuando descubro esos versos me emociono porque tengo la certeza de haber hallado a un verdadero poeta.

Libertad estaba en el centro de las tres chicas y comenzó a leer un texto que me parecía banal hasta que escuché:

—“Tengo miedo de que no vuelvas /cada vez que te marchas”.

Para entonces no sabía que eran los versos finales del poema Perro soy, que no mujer. Sin embargo lo anoté en mi móvil, con su nombre, para buscarla en las redes sociales al llegar a casa. Instagram: Libertad Córdoba: @Libertad_sinmas. Vi que anunciaba un recital de poesía que tendría lugar en la tetería El Harén en el centro de Málaga. Y allí he comprado su libro. Una bellísima edición de la editorial Azimut llena de hermosas fotografías e ilustraciones que le dan al poemario otras rutas para transitar.

Caminé bajo la lluvia, ansioso como niño con juguete nuevo y me bastó abrir el libro para descubrir el mapa hacia las profundidades de un corazón.

Siempre he tenido miedo

de la tormenta y de los truenos,

del frío, del viento que silba

en el frágil cristal

de mi ventana

y de las inundaciones

que se provocan en mi casa.

(p.19)

Libertad se propone enredarnos con sus palabras. 

Juega con nosotros a su antojo. 

No sé si ella esté consciente de ello pues apenas la conozco. 

Creo que, en el fondo, lo sabe. Me ha hecho leer su libro entero en una hora. Y me he desvelado y hasta he llorado, por dentro, con muchos de sus versos. Nos dice, sin circunloquios, que no sabemos mirar (p.29). Allí radica el problema. El espejo/poeta nos muestra nuestros defectos y se convierte en retrovisor y nos lleva al peligroso territorio del amor; quizás el más difícil de transitar y ella ha salido airosa. A veces siento que va a perder el poema; que me llena de palabras tan cotidianas que no pueden ser poesía, pero…

si solo pegas con el puño

no será un buen golpe.

Hay que hacerlo

con todo el cuerpo.

Lo importante, sobre todo,

es darlo en el momento justo

cuando la distancia

sea la adecuada.

—Lo mismo sucede

con los besos, ¿no?

(p.27) 

Me encantaría creer que Libertad Córdoba no ha sufrido tanto en el amor como parece. Espero que sea solo una magnífica creadora de ficciones. Una artífice que por diversión fetichista de poeta va creando palabras “nostálgicogrisáceas” en medio de la “pánicotormenta”.

Nos alegra. Nos pone en pausa. Nos manda a callar y nos advierte que está “…cansada /y que se está infectando, /de nuevo, esta herida.” (p.55). Uno no puede evitar pensar que viene la descarga en contra del amor perdido, pero no. Libertad crea una oración para el amor aunque sabe que es guerra perdida y se despide, en silencio, como toda una dama.

Me voy porque me atraviesan

el pecho tus palabras

(p.66)

Y se crea su mapa hacia el refugio y confiesa que habita su soledad que, por ser espejismo, es la misma de todos los que la hemos acompañado en esta aventura donde, como ella, viajamos hacia el olvido en un Molly Malone de Málaga.

Firmado: Alfonso Matheus

15 comentarios:

Sandra dijo...

¿A esto se le considera poesía? Vaya...

Carlos Andia dijo...

No entiendo el comentario...

Libertad dijo...

Al igual que en todas las artes, la literatura no está exenta del subjetivismo del autor ni de la época en la que se escribe. Es evidente que si el bagaje cultural en cuanto a poesía se refiere se quedó anclado en la rima consonante o en los sonetos de Lope de Vega, mi poesía puede resultar fuera de lugar. Sin embargo, aconsejo que antes de juzgar alegremente un libro sin haberlo leído pruebes los maravillosos versos de poetas actuales a los que admiro y creo que sigo estéticamente: Angeles Mora, Luis Garcia Montero, Fernando Valverde, Benjamín Prado y un largo etc. Un abrazo y gracias por vuestras opiniones.

Sandra Suárez dijo...

Escribir poesía es quizá lo más difícil que hay, pues poesía es palabra sublime, y entre lo sublime y lo cursi hay una distancia muy corta.

De ahí que no sea fácil hablar o comentar acerca de la poesía, y por eso las reseñas de poemarios son casi siempre lamentables. La poesía no puede explicarse, no puede ser contada o reseñada; solo puede ser leída (y sentida).

Me gusta un haiku de Aitor Suárez que en mi opinión expresa bien ese "Fuego ( no juego) de palabras" que es la poesía:

Si no te quema
ni te muerde al leerlo,
no es un poema.

Anónimo dijo...

Creo que los poemas y libros de poesia también pueden ser recomendados. Por supuesto, la poesía hay que sentirla pero tamvien hablar de lo que te ha transmitido.De todas formas, para gustos, los colores...

Anónimo dijo...

"También"...se me fue el dedo con la emoción

Antonieta dijo...

Gracias Alfonso, me ha gustado mucho como trabajaste la reseña. Y a (esta) Libertad (también) le voy a seguir los pasos.

Abrazos fraternos l🌀c🌀s

Isidoro Capdepón dijo...

El lenguaje es una celda; y la poesía, su intento de evasión.

Alfonso Matheus dijo...

Es así. La poesía es un universo indescifrable. Y Aitor Suárez tiene razón.

Alfonso Matheus dijo...

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas /en mis pupila tu pupila azul. /¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? /Poesía... eres tú.

Eso diría Bécquer.

Libertad dijo...

¡Gracias! Creo que puede gustarte mi libro.Un abrazo para ti también...

Alfonso Matheus dijo...

Gracias, Antonieta. Más que una reseña son mi impresiones sobre un libro que, me parece, tiene muy buenos momentos. Libertad una poeta que promete.

Alfonso Matheus dijo...

Las reseñas son precisamente eso: las impresiones arbitrarias y muchas veces equivocadas de un lector. No más que eso.

Anónimo dijo...

No termino de coger el chiste, porque ¿esto es un chiste, no?

Anónimo dijo...

A este blog le ha salido su trol