Título original: Elect Mr Robinson for a Better World
Año de publicación: 1993
Traducción: Javier Calvo
Valoración: Está bien
Votad al sr. Robinson por un mundo mejor, la primera novela de Donald Antrim, es una sátira que recurre al absurdo para criticar a unos Estados Unidos irremediablemente divididos, profundamente paranoicos y completamente obsesionados con la violencia y el sexo.
Transcurre en una ciudad de la costa de Florida cuyos ciudadanos han linchado al alcalde, cuyos espacios públicos han sido bombardeados o minados, repleta de casas fortificadas rodeadas de fosos defensivos, patrullada por un par de guerrilleros trasnochados.
Sigue los pasos de Pete Robinson, un maestro de escuela primaria fascinado por la tortura medieval que quiere postularse como alcalde. Para ello deberá enterrar las distintas partes del exalcalde desmembrado mientras entona pasajes del Libro de los Muertos egipcio, ganarse la confianza de los vecinos de su urbanización y montar una escuela en su propia casa para alumnos de entre seis y ocho años.
Aunque siento que en algunos apartados podría haberse pulido un pelín, Votad al sr. Robinson por un mundo mejor funciona. Al fin y al cabo, tiene una prosa eficaz en su distanciamiento irónico, un mensaje nítido y bien articulado, un escenario suburbano distópico como interesante telón de fondo, un protagonista repleto de aristas y oscuridad y un par de escenas sumamente efectivas a la hora de conmovernos o transmitir tensión.
Las únicas pegas que le pondría a la novela es que, aunque el conjunto deja huella, ninguna de sus partes resulta muy memorable en sí misma. Por otro lado, no he sido incapaz de hallarle sentido a la subtrama de la esposa de Pete siendo una mujer-pez (de hecho, no he entendido la fijación de la obra por el mar y su fauna, y creo que Meredith es un personaje bastante desaprovechado en general).
Sea como fuere, Votad al sr. Robinson por un mundo mejor es una buena novela, sobre todo teniendo en cuenta que es la primera del autor. La recomiendo por la feroz crítica a los Estados Unidos que realiza, por su iconoclasta humor negro y por ciertas ideas que, en su desmedida extravagancia, bordean el género bizarro.
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