viernes, 17 de marzo de 2023

Robert Zimmer: Arthur Schopenhauer

Idioma original:
Inglés
Título original: Arthur Schopenhauer. Philosophie für Einsteiger
Año de publicación: 2021
Traducción: Alejandro del Río Herrmann
Valoración: Está bien (sobre todo para interesados)

Siempre me ha gustado Arthur Schopenhauer (1788-1860). Creo que su visión del mundo y del ser humano son bastante certeras y, por más que digan sus detractores, su pesimismo y misantropía tienen algo de catártico y constructivo. Asimismo, las obras de este pensador, deliberadamente antiacadémicas y vocacionalmente populares, están escritas con un estilo la mar de asequible, de manera que incluso los legos podemos adentrarnos en ellas. 

Pues bien, el alemán Robert Zimmer repasa por encima la vida y filosofía de su compatriota Schopenhauer en este librito homónimo. La labor divulgativa de Zimmer es loable: consigue resumir los elementos clave de su objeto de estudio y sintetizar exitosamente ideas sumamente complejas. Sólo le pondría una pega: tiene cierta tendencia a repetir información, ya que ésta se compartimenta en tantos apartados que, inevitablemente, aparecerá en varios.

Ah, las ilustraciones de Ansgar Lorenz, que comparten página con los comentarios de Zimmer, me sobran totalmente. En general no aportan nada al texto; si acaso, distraen la atención del lector. A eso hay que sumarle que son muy pobres a nivel técnico, que abusan del entramado para rellenar espacios estérilmente, que en ocasiones se reciclan con ligeras variaciones y que, en su gran mayoría, son calcos insípidos de imágenes preexistentes.



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6 comentarios:

beatrizrodriguezsoto dijo...

Hola, Oriol: Tu reseña me ha alegrado porque Schopenhauer es un personaje que me “cae” muy bien. Compraré el libro por ver si añade algo a lo que yo ya sè. He leído de él todo lo que encontré incluída su obra El mundo como voluntad y representación con la que coincido en casi todo. En su obra sobre las mujeres también coincido pero tendría que hacerle una objección que lo cambiaría todo. Aunque lo imagino como un gruñón, al estilo Pío Baroja, pero mucho más capacitado, me produce mucha ternura. Escribe muy bien y lo considero divertido, está siempre al pie del lector para preguntarle lo entiendes? He leído que tenía temperamento sanguíneo y eso me da bastante conocimiento de él. Imagino los altercados con su madre, que le desheredó tres veces, y me hace gracia. Su madre, que tenía una tertulia literaria de cierta importancia, decía de él: Cada vez me resulta más difícil tener una conversación con mi hijo: habla con sentencias categóricas que no admiten discusión. Es verdad, él tenía un gran concepto de sí mismo. A mi eso no me molesta, me resulta simpático.
Tenía antipatía por Hegel, al que consideraba un filosofastro de masas y en una temporada en que él dió clases en la Universidad, puso sus conferencias a la misma hora que las de Hegel. Tuvo un oyente y Hegel el aula llena.
Amaba mucho a los perros.
Saludos

Oriol dijo...

¡Hola, Beatriz! ¡Qué alegría que te guste Schopenhauer! Si al final lees el libro de Zimmer dime qué te parece, por favor; verás que varias de las anécdotas que mencionas se reflejan en los apartados biográficos del mismo.

Yo también conincido, en términos generales, con el cuerpo teórico del pensador alemán, aunque creo que en algunos aspectos más cientifistas no ha envejecido del todo bien. También patianaba bastante, a mi juicio, en los temas que le tocaban la fibra: las mujeres, por ejemplo. No sé qué te pareció a ti "El arte de tratar a las mujeres"; a mí me divirtió, pero no le vi ni una tercera parte del rigor que un opúsculo de este tipo debería tener.

beatrizrodriguezsoto dijo...

Hola, Oriol. Te prometo que el lunes buscaré el libro y lo comentaré. Hace tiempo que he leído a Schopenhauer pero recuerdo: Estoy de acuerdo en su determinismo: el ser vivo está marcado por el instinto de vivir. Para él la vida es sufrimiento, enfermedad, limitaciones y muerte, luego lo único coherente es revelarse contra esa ley y darse la muerte. Para el que no quiera suicidarse sugiere un “apartamiento”, con aficiones artísticas y algún contacto escogido teniendo cuidado de no despreciar a nadie considerando que todos somos viajeros por el mismo camino.Respecto a su punto de vista sobre las mujeres me divierte mucho porque es muy expresivo y gráfico: Cómo puede el hombre, alto, fuerte, hermoso, caminar al lado de la mujer, baja, de piernas cortas y caderas anchas? Yo estoy de acuerdo con aspectos que él achaca a las mujeres: calculadoras, manipuladoras, interesadas,etc. pero comete el error, a mi juicio, que cometen también los movimientos feministas, pretender la superioridad del hombre o la igualdad en el caso de las feministas, de los dos sexos. Yo le preguntaría a Schopenhahuer, quién es más importante para la única ley de la Naturaleza: Vivid? El hombre fecunda a la mujer y la mujer concibe, gesta, y cría. Toda la fisiología de la mujer está dirigida a eso y sus cualidades psíquicas también. Pero él, que seguramente era tan inteligente como se consideraba, también apreciaba que hubiese mujeres inteligentes y cuando define su utopía política dice: El gobierno de los más preparados, hijos de los hombres más honrados y de las mujeres más inteligentes.
Singular Schopenhauer.

Oriol dijo...

Curiosa matización a la concepción del bueno de Schopenhauer en torno a las mujeres, Beatriz. Personalmente no la comparto: no creo que los rasgos de los sexos (biológicos y/o culturales) sirvan para hacer análisis tan generalistas.

En fin, gracias por el debate y ya me contarás tus impresiones del libro de Zimmer. ¡Un abrazo!

beatrizrodriguezsoto dijo...

Hola, Oriol: Leí el libro de tu reseña y me ha gustado recordar a Schopenhauer y me ha hecho sentir muchos deseos de volver a leer su obra principal pero creo que este librito no está demasiado logrado. Pienso, como tú, que las ilustraciones gráficas, además de malas, le dan un aire de caricatura y de ligereza que ni el personaje ni su obra tienen. Y su concepto de voluntad está un poco embrollado. Siempre pienso y en este caso también, que el propio autor es el que mejor lo expresa. Leer directamente El mundo como voluntad y representación es más claro y mucho más enriquecedor .Y me parece que leer antes Sobre la voluntad en la naturaleza puede ayudar porque es acaso más fácil entender ese concepto de voluntad en la naturaleza.
Mi opinión sobre Schopenhahuer es que , a diferencia de los filósofos de su época, filosofastros los llamaba él, perdidos en estúpidas demostraciones de si la materia está en la silla que tú piensas o en la madera de la que está hecha, él se preocupó de la existencia. Y era tan vehemente que su idea sobre la existencia le dolía, necesitaba desesperadamente comunicarla. La actitud de su madre no le ayudó, él la culpaba de la muerte de su padre, en un no aclarado accidente? suicidio?. Puede que sí, que fuese una frívola, que fascinada por su tertulia, por sus amistades, descuidase a su marido en una silla de ruedas. Como le descuidó a él. Él tenía mal carácter y el carácter se educa. Creo que Schopenhauer no se conocía a sí mismo. Pensar en el nirvana un temperamento tan emotivo e impulsivo como el suyo es una quimera. Claro que santa Teresa, por ejemplo, era una mujer con corazón y con un fuerte impulso pero a saber qué pasó con ella. A él le fascinaban los místicos. Las filosofías seudo religiosas orientales le serenaron mucho. Leí, no sé si será verdad, que le encontraron muerto apaciblemente en su sillón de escritorio. A los 72 años.
Freud, que es mucho más templado que él, y que también es un gran escritor, se basó mucho en su pensamiento.
Un saludo.

Oriol dijo...

Estimada Beatriz, gracias por dejar tu opinión del libro. Veo que coincidimos, a grandes rasgos, en ésta: se tiende a la simplificación y reiteración de conceptos y las ilustraciones desvirtúan el conjunto. Yo sí creo que es una buena aproximación a la figura de Schopenhauer, aunque más a su vida que su pensamiento.