viernes, 5 de junio de 2020

Edmundo Paz Soldán: Iris

Idioma original: Español
Año de publicación: 2014
Valoración: Recomendable


Hace ya un tiempo, reseñamos en este mismo blog "Las visiones", libro que, según los expertos, vendría a ser la continuación temática y estilística de "Iris". Pues bien, tras la lectura de este último, podemos confirmar, con algún matiz, el juicio de los expertos.

Si bien "La visiones" estaba compuesto por 14 relatos más o menos breves, "Iris" es algo parecido a una novela compuesta por cinco relatos, centrados en cinco personajes diferentes, de unas 60-70 páginas cada uno. "Algo parecido a una novela", ojo, porque no hay una estructura planteamiento/nudo/desenlace, sino una serie de relatos conectados entre sí que ofrecen una completa cartografía de un espacio y un tiempo que no aparecen definidos en el texto pero que sí podemos identificar. Ahora bien, podemos hacerlo moviendo el ratón a lo largo de la linea del tiempo, ya que "Iris" puede ubicarse, gracias a algunos elementos tecnológicos que aparecen en la narración, en un futuro apocalíptico al estilo "Blade Runner" (replicantes/ artificiales incluidos), en diferentes momentos del pasado porque las formas de dominio que los colonizadores ejercen sobre Iris son muy parecidas a las que en su momento ejercieron la United Fruit en Centroamérica o la Anaconda en Chile y porque algunos de los métodos empleados por los colonizadores con sus soldados/shanz no son muy diferentes a los utilizados por los estadounidenses con sus soldados en Vietnam, o en el momento presente (era cuestión de explorar un poco para darse cuenta de que todos vivían en lugares así, lo que cambiaba era el estilo de la extrañeza, la intensidad, la magnitud).

En este caso, es la corporación SaintRei quien se encarga de la explotación de las minas de X503 en  el protectorado de Iris y quien ejerce el dominio de facto sobre la población y el territorio. Para ello, cuenta con una serie de tropas, en las que se juntan humanos con artificiales, que no dudan en recurrir a las drogas, al sexo y a la violencia para sobrellevar la soledad y la tensión a la que están sometidos y para hacer frente a la creciente insurgencia irisiana. En esta insurgencia, liderada por el mesiánico  (¿leyenda?, ¿mito?, ¿ser real?, ¿excusa?) Orlewen (guiño a Orwell, quizá?), se observan referencias bíblicas y referencias a cultos precolombinos que confirman el ya citado movimiento en el tiempo de la novela. 

Este movimiento está, además, muy ligado a la forma y al fondo de la novela, totalmente contrapuestos. Así, mientras que la forma es la de novela de ciencia-ficción o novela distópica, el fondo no es otra cosa que un feroz alegato contra las diferentes formas de (neo)colonialismo.
Pero no es la única contraposición que encontraremos en "Iris". Destacan, por ejemplo, el contraste entre el hiperdesarrollismo tecnológico y el creciente culto a deidades estrechamente ligadas a realidades latinoamericanas pasadas y presentes, entre la racionalidad y la animalidad, entre el horror y el placer, entre la búsqueda y la huida, entre Barça y Madrid (hay un Rakitic y un Chendo!), etc.

Mención aparte merecen otros aspectos más vinculados a la opción "estilística" del autor. Uno, el lenguaje, plagado de neologismos, spanglish, palabras casi onomatopéyicas, que cuadra a a la perfección con las sensaciones que de ese mundo se desprenden. Otro, la elección de los personajes centrales de los relatos, casi siempre protagonizados por los colonizadores, y de un narrador externo a estos. 

Termino. Novela que sobrepasa los clichés del género sci-fi, compleja y algo irregular (por momentos), no indicada para todos los públicos tanto por esa complejidad como por su estilo y por la ausencia de una trama al uso, por el estilo, aunque recomendable para quienes se atrevan a entrar en el peculiar mundo de un autor con una larga y variada obra ya a sus espaldas. Un valor seguro.

También de Edmundo Paz Soldán en ULAD: DesencuentrosPalacio quemadoLos días de la pesteLas visionesBillie Ruth

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