Idioma original: Francés
Título original: Les amants ne devraient porter que des
mocasssins
Año de publicación: 2010
Traducción: Héctor Rodríguez Vizcarra
Valoración: Muy recomendable
Es este libro
apenas un fogonazo, breve y arrebatado, como lo es el deseo, el abrazo
lujurioso, la fantasía vislumbrada y, por fin, ejecutada. Un relato efímero e
intenso, cálido e inquietante, sorprendente y brillante, en el que se desata
esa fuerza poderosa e irresistible, ese apetito tirano que –nos dice Joumana
Haddad- no se puede aliviar por uno solo. Afortunadamente.
En Los amantes deberían llevar solo mocasines,
Joumana Haddad (Beirut, Líbano, 1970) nos narra la experiencia que supone
visitar, por vez primera, un club de swingers,
y lo hace desde dos voces –primera y tercera- y desde la opción por lo conciso
y lo concreto, saltándose ese límite o cliché establecido entre lo sugerido
y lo explícito. Es un lugar común decir que la frontera entre erotismo y
pornografía es tenue y vaporosa, y, en todo caso, uno no sabe muy bien donde
acaba el territorio de uno para empezar el de la otra (ni tampoco comparta eso de
que la diferencia está en la mirada del receptor), aunque tras la placentera
lectura de este texto queda por supuesto la sensación de que, en estas tareas, el
órgano más valioso es el cerebro. O, bueno, casi.
El detonante se
halla en esa capacidad tan corriente de juguetear con la libido (del latín libere, gustar) y de la oportunidad de
darnos el regalo de una primera vez…
Y con esto, ya hemos franqueado la puerta que nos sitúa en medio de la fantasía
concretada, hecha carne.
A través de las
distintas distancias y texturas de los dos puntos de vista –ella, yo-, la
autora nos describe lo que encuentra, lo que ve y lo que piensa, y esto último
es, por supuesto y con diferencia, lo más interesante. Desde la inspección
visual del espacio y de los ejemplares allí acogidos, de sus cuerpos, poses,
palabras y actitudes, el relato nos aloja en la corriente de sensibilidad y sensualidad que
circula por los poros, órganos y neuronas de la narradora. El resultado es una
zambullida consciente e íntegra en uno de esos momentos que supone una de las
grandes maravillas de la condición humana, “el
ingreso tierno e impetuoso del todo en
el todo”.
Los amantes deberían llevar solo mocasines es una
amalgama de timidez, inocencia, curiosidad y vergüenza. Y también de
inconveniencia y de algún momento ridículo, y de ahí su título. Y de desparpajo y
desafío y apasionada convicción, y ahí su principal mérito:
“¿Lo insólito y lo prohibido no son, acaso, los dos clítoris de la mente?”
Profesora,
periodista y activista cultural, Joumana Hadded, ha escrito poesía, ensayo y
narrativa en árabe, inglés y francés. Ha sido responsable de la información
cultural del diario de Beirut An Nahar y directora jefe de la ya desaparecida
revista Jasad, uno de cuyos principales argumentos era la reivindicación de la
sensualidad y la belleza del cuerpo humano frente a los tabúes y las
restricciones religiosas y culturales.
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