martes, 21 de abril de 2020

Louisa May Alcott: Mujercitas

Idioma original: Inglés
Título original: Little women
Traducción: Gloria Mendez
Año de publicación: 1868
Valoración: Recomendable



A Meg le gustan sus ojos (...) Brooke conseguirá hacerse rico de alguna manera, se la llevará y quedará un hueco en la casa; me destrozará el corazón y todo será de lo más desagradable. ¡Pobre de mí! ¿Por qué no habremos nacido todas hombres? ¡Entonces no tendríamos de qué preocuparnos!
(Jo March)

Si queremos leer Mujercitas más allá de los clichés cursis y facilones consolidados por algunas de las adaptaciones cinematográficas y por las mediocres etiquetas editoriales, entonces resulta imprescindible conocer el espíritu de la autora y las circunstancias que rodearon la publicación de su obra más aclamada. 

Efectivamente, que Louisa May Alcott (1832-1888) fuera feminista, abolicionista, sufragista y soltera por convicción no es algo que pase desapercibido en su novela a pesar de los muchos esfuerzos del editor por darle la pátina de «novela tonta para jovencitas» que creyó tener entre manos tras la lectura de los primeros capítulos; cuesta, por otra parte, imaginarse a ese mismo editor refiriéndose a Las aventuras de Tom Sawyer como una «novela tonta de gamberradas». En todo caso, el hombre decidió darles esos primeros capítulos a sus jóvenes —¿y tontas?— sobrinas que, tras su lectura le reclamaron imperativamente el resto de la historia. 

No obstante, la versión de Mujercitas que se acabó publicando fue objeto de recortes así como de la imposición de un final en el que la rebelde Jo acababa no solo casándose si no alabando las virtudes del matrimonio. Y es que según los cánones editoriales de la época, solo había dos desenlaces posibles en el arco dramático de una heroína: matrimonio o muerte, por lo que la feliz soltería con la que Louisa May Alcott había concluido las cuitas de su alter-ego Josephine March no tenía cabida alguna. Que la autora accediera a tales detrimentos responde únicamente a las necesidades económicas por las que atravesaba su familia y que Louisa May Alcott —al igual que Jo en la novela— antepuso al espíritu de su obra. Por tanto, su lectura debe abordarse con una atención y una sensibilidad especiales para, por una parte, poder leer entre líneas el mensaje que subyace y, por otra, no permitir que los convencionalismos de la época nos lleven a engaño. La novela tiene para todos:
«Todo iba de maravilla hasta el día de la inauguración, cuando surgieron algunas de esas pequeñas rencillas que es prácticamente imposible evitar cuando veinticinco mujeres, jóvenes y mayores, tratan de trabajar juntas a pesar de sus resentimientos y prejuicios.»
Y también:
«A Laurie, el sermón de Amy le hizo reaccionar aunque, por supuesto, no lo hubiese reconocido por nada del mundo. Los hombres rara vez lo hacen, porque cuando una mujer aconseja algo, los amos de la creación no aceptan sus instrucciones hasta estar seguros de que coinciden con lo que ellos mismos pretenden hacer.»
Resumen resumido: la vida de las cuatro hermanas March (Meg, Jo, Beth y Amy) desde que entran en la adolescencia en ausencia del padre —que se halla luchando en la Guerra de Secesión—, y bajo la amorosa tutela de su madre, hasta que cada una de ellas encuentra su camino vital y se sumerge de lleno en la vida adulta. 

Mujercitas es una bildungsroman coral en la que destaca el personaje de Jo March (alter-ego de la autora). Desde un punto de vista puramente narrativo, Mujercitas tiene una prosa intachable con un estilo ágil y poderoso que resuelve tanto la descripción lírica como el diálogo mordaz. La trama está muy bien hilada y genera interés sin caer en giros inverosímiles. Pero lo mejor de todo es la construcción de los personajes, lo rápidamente que el lector puede formarse una idea de cada uno de ellos y distinguirlos del resto y sobretodo, qué bien retratadas cada una de las hermanas, con sus virtudes, sus contradicciones y sus torpes pasos hacia la vida adulta. Otro aspecto muy destacable es el tono positivo (que no buenista) que impregna toda la narración a pesar del cúmulo de desgracias que irrumpen con la misma naturalidad que en la vida real. El modo en el que Beth acepta la posibilidad de su propia muerte me ha dado uno de los momentos literarios más bellos que recuerdo. Mujercitas no es una obra superficial ni cursi ni «para mujeres» como a menudo se ha intentado retratar, es una novela cargada de valores que hoy resultan perfectamente vigentes porque son universales. El único aspecto que resulta más anacrónico es la voz editorial de la narradora que aparece de vez en cuando para guiarnos en la lectura y la reflexión, pero eso es algo muy común en los clásicos del XIX y si no se lo reprochamos a Galdós tampoco a May Alcott.

Así que Recomendable porque es una historia muy bien escrita, una oda lúcida y amorosa al viaje hacia la edad adulta. Diría que es Imprescindible como hito en la literatura porque pone el foco en el universo femenino, demostrando que la envergadura de los conflictos internos que albergan las mujeres en el pequeño ámbito familiar y «doméstico» son igualmente trascendentes para el ser humano. Su éxito arrollador en el mercado se debió a que por primera vez las lectoras se vieron fielmente reflejadas en una historia de ficción y pudieron proyectarse en ella. Lo femenino se convirtió en universal.

Mi experiencia lectora con Mujercitas ha sido enormemente grata y reconfortante, casi balsámica. La inmersión en una historia que pone el foco en la generosidad, la resiliencia, el amor entre iguales y el perdón no cae en saco roto y mucho menos en estos momentos tan delicados e insólitos que estamos viviendo.

En cuanto a las adaptaciones cinematográficas, la única que realmente ha indagado en el espíritu de la obra original es la de Greta Gerwig en 2019 que me parece una auténtica joya narrativa y un absoluto deleite. Nos hallamos frente al insólito caso en el que la película ha logrado —con maestría, belleza e ingenio— restaurar el espíritu de la novela (que había resultado tan deteriorado por las circunstancias) así como reivindicar su merecido lugar entre los grandes clásicos. Vale la pena haber leído la novela antes de ver la película para comprender y disfrutar la maravillosa filigrana que ha entretejido Gerwig entre la obra de ficción y la vida de la autora con gran delicadeza y acierto. En tres palabras: ya estáis tardando. 

Entonces, parece que todo estupendo ¿no? Casi. 

Desgraciadamente, el título de la novela ha envejecido realmente mal porque a día de hoy la palabra mujercita aislada del clásico invita más a la huida que a la lectura. El término mujercita no responde a ninguna realidad: las «mujercitas» o «mujeres pequeñitas» sencillamente no existen ya que cualquier personita que es más joven que una mujer joven, NO ES una mujer si no una niña y todos aquellos términos o expresiones que contribuyen a infantilizar a las mujeres o a sexualizar a las niñas están totalmente fuera de lugar y resultan rancios, ñoños y casposos. Si se hubiera titulado «Young women» o «The March sisters» no estaría ni mencionándolo siquiera. 

Y sobre las cubiertas, aunque la de la cabecera resulta muy original e invita a la reflexión, no refleja en absoluto la norma general. Prometo hablar largo y tendido de ello pero eso será en otra ocasión.

14 comentarios:

Lupita dijo...

Hola, Beatriz:
Soy una ferviente entusiasta de este libro que he leído más de 15 veces seguro. Me divierte, es tierno, reivindicativo y mil cosas más.
Lo que más me gusta del libro como adulta es el tema de la educación, basada en el respeto, la colaboración y en el crecimiento como persona. De niña y adolescente quería ser Jo y tener un desván al que subirme a leer, y me daba mucha envidia no tener tres hermanas.

La película la fui a ver con mis hijas y mi madre; es una joya, como dices. Me gustó todo, y lo que más, Timotheé Chalamet.
Es cierto que en algunos aspectos ha envejecido, pero sigue gustando a las chicas jóvenes, por lo que he comprobado.

Saludos

Juan G. B. dijo...

Hola, Beatriz:
Entiendo lo que comentas sobre la voz de la narradora, porque yo estoy ahora peleando contyra un clasicorro del XIX y me pasa lo mismo; los diálogos son muy ágiles y la construcción de los personajes, estupenda, pero ciuando el narrador omnisciente se pone a pontificar se me cae de las manos... En fin todo sea por ULAD.
Buena reseña, por lo demás de un libro que, sorprendentemente, aún no teníamos fichado. Un saludo.

Anónimo dijo...

Estas navidades y me entusiasmo. Gracias por tan amena e instructiva reseña Beatriz. Kempes 19

Panchita dijo...

Justo lo estoy terminando de leer..
Excelente como siempre! Me encanta tu blog y espero nuevas recomendaciones !!!!

Beatriz Garza dijo...

Lupita, así que tenemos a una entusiasta de "Mujercitas"! Conforme en todo, menos en lo de Timothée Chalamet que no me disgustó pero me resultó un poco insulso (peix bullit/pescado hervido). A mi me sorprendió mucho la interpretación de Florence Pug como Amy, creo que no es un personaje fácil de defender y ella consiguió darle humanidad y consistencia.
Un abrazo.

Juan, yo tampoco me podía creer que con más de 4ooo entradas publicadas, Mujercitas no estuviera! en el caso de esta obra, las intervenciones de la narradora no son ni extensas ni numerosas pero precisamente por eso te pilla más inadvertida y cuando "aparece" se carga toda la atmósfera. Pero hay que perseverar, sí.
Saludo, compi.

Kempes 19, gracias por comentar.

Panchita, es una novela maravillosa, sí. Gracias por seguirnos!

Lupita dijo...

Beatriz:
Debido a que me veo reducida al uso del móvil y me cuesta, siento que hice un comentario poco ajustado a tu reseña y a lo que este libro significa para mí. Releer me gusta porque me dice cosas nuevas que no veía en su momento y es un poco "volver a casa" Mujercitas es un libro bonito, ameno, fácil de leer y edificante. Justamente ese valor de "edificante" es el que ha hecho que triunfe generación tras generación, obviando algunos de sus muchos valores y haciendo hincapié en su carácter femenino. Esto último hizo que durante años me diera vergüenza reconocer que me gustaba y lo leía a escondidas. En los años 80-90 las chicas queríamos ser como los chicos, y libros como este, centrados en lo familiar y doméstico parecían ridículos, tonterías de niñas. Por suerte, veo en mis hijas que no tienen ningún reparo en reconocer que les gusta tanto esto como los superhéroes de la Marvel, por ejemplo.

Me gusta por todo lo que ya has expuesto tú y he comentado anteriormente.
Ahora algunos matices:
- El narrador del siglo XIX no me molesta nada; es un ingrediente más de una literatura para lectores que querían ser guiados. La democratización de la cultura y la extensión del pensamiento crítico son posteriores. Algunos de los comentarios de este tipo de narrador nos dicen mucho del propio autor.

- Nunca he visto ningún tipo de infantilización de la mujer por el título. Creo que esa es una lectura nuestra contemporánea. No lo discutiría si en la obra dijeran que necesitan hombres en casa o alguien que les guíe en la vida; yo lo veo como un producto de la mentalidad de la época y una costumbre social. Las mujercitas son las jóvenes que ya tienen cuerpo de mujer, y empiezan a tener las responsabilidades de la edad adulta, pero con las dudas e incertidumbres de la edad. La autora tiene otra obra llamada "Hombrecitos", con chicos como protagonistas. Son personas jóvenes que precisan de una guía en la vida mientras que buscan su propio camino.

- El espíritu religioso protestante de la alabanza del trabajo duro y el sacrificio está muy presente. Casi nunca lo he visto comentado.
- Personalmente, lo que menos me gusta del libro es que educando a sus hijas en la tolerancia y el amor, no se condene la guerra. Eso no me gusta nada desde niña.
- Timothée Chalamet es totalmente adorable. Como Laurie tiene un aire bobo adolescente y patán que está muy bien logrado. Todo lo que se diga de la película: ambientación, guión, actuaciones, me parece bien. Es una bella obra de arte y fue una pasada disfrutarla tres generaciones a la vez.

La portada no me gusta nada; reducir cuatro personalidades distintas a cuatro vestidos de recortables de muñecas es.. ridículo.

Saludos desde Pamplona sin San Fermines

Unknown dijo...

Hola Beatriz.
Entre muchos buenos libros; Mujercitas no dejará de ser mi consentido. La primera vez que lo leí fue cuando tenía 15 años, me lo regaló mi mamá cuando los cumplí a petición mía. He visto todas las versiones cinematográficas y la de 2019 me encantó. Ágil clásico entre clásicos.

Beatriz Garza dijo...

Lupita, muchas gracias por tus aportaciones.

Cuando hablaba de la "infantilización" no hacía referencia al contenido de la obra, y ni siquiera al título en el momento en el que la autora lo concibió. Solo que el título no ha envejecido bien, como tampoco lo ha hecho "Hombrecitos" de la que ya tenía constancia. Es una apreciación personal pero me cuesta creer que hoy día te dirijas a cualquier chica de 14 años llamándola "mujercita" y se sienta identificada en positivo (a mí ya me repateaba hace la tira de años). Y seguro que pasaría lo mismo con "hombrecito". A eso me refería con lo de que el título no había envejecido bien.
Más allá de eso está la cuestión de la "infantilización" de la mujer o la "sexualización" de las niñas, que no está relacionado PARA NADA con la obra pero que me parecía pertinente mencionarlo.

Sobre la cuestión religiosa, es cierto que está muy presente en la vida de los personajes sobretodo, como dices, en la forma de afrontar la vida sacrificadamente. Acabo de descubrir que soy religiosa y protestante porque eso del trabajo duro y el sacrificio lo tengo tan interiorizado en mis valores que no me parecía remarcable :D

Totalmente conforme en la cuestión de que no se condene la guerra. Creo que en este caso concreto pesa más el pensamiento (aquí sí) buenista de que se esté "liberando a los esclavos" que el de que se estén matando los unos contra los otros.

Y como Timothée Chalamet ya le chifla tanto a todo el mundo, no quiero engrosar más su lista de admiradores :D

En cuanto a la portada (qué cosas) mi lectura es totalmente distinta: los recortables son las apariencias y la presión social que recae sobre esas niñas cuando se convierten en mujeres. Yo le veo una intención absolutamente crítica.

La literatura es maravillosa.

A cuidarse.


Unknown,
muchas gracias por aportarnos tu experiencia con el libro y la película.
Un saludo.

Letraherido dijo...

Hola, Beatriz Garza.
¡Pedazo de entrada! Mujercitas es un clásico que tengo pendiente, eternamente pendiente. A ver si algún día lo cojo! Aunque no lo tengo en casa (y sí tengo en casa muchos libros pendientes, y ya poco espacio para meter nuevos).
Con Mujercitas he visto una polémica, sobre si es feminista o no. Hay quien lo lee y dice que no tiene nada de feminista, pero leyendo tu reseña comprendo por qué hay que leer entre líneas. Y desconocía que el editor le marcase el final.
Sobre la edicion que reseña, ¿incluye las dos partes? Porque también he escuchado que son dos partes, y en algunas editoriales sólo está la primera.
Saludos :)

Unknown dijo...

Es un libro lleno de valores ambientes familiares donde podemos ver la esencia humana de esa etapa llamada adolescencia y el paso a la adultez sin duda mi libro favorito y la película que acaban de sacar no es mala aunque creo que faltaron algunas situaciones importantes que se marcan en el libro como cuando van al baile y alguien dice que la señora March las quiere casar con alguien de ma yor clase social en el libro es una buena catedral de sencillez y de amor de madre me hubiera gustado esa escena en la película pero en general tanto la película Como el libro los podría leer Más veces de las que ya las he leído y podría ver la película Más veces de las que ya también la vi Posdata yo también me sentía Jo

Lupita dijo...

Beatriz:
Desde luego que he estado poco afinada con mi visión; debe ser que esos vestidos me han recordado a las muñecas cabezonas de papel con vestidos recortables de nuestra infancia. Te doy toda la razón, cuando, además, las hermanas sufren el tener que pasar con lo que tienen y ser juzgadas por ello. La vestimenta es el escaparate de su pobreza, y un modo de medirse socialmente.

Lo de "mujercita" era un horror; después de decirte "estás hecha una mujercita" se abría el hilo temporal: primero si tienes novio, luego cuándo te casas, los hijos, y un largo etcétera. Odioso.

A la espera de otra entrada de cubiertas, me despido.
Saludos, amiga

Beatriz Garza dijo...

Letraherido, tengo entendido que lo que en EEUU se publicó en dos partes muy próximas en el tiempo (Mujercitas- 1868 y Aquellas mujercitas- 1869) pero en Europa siempre se ha publicado conjuntamente. No tengo conocimiento de ninguna continuación más allá de lo que yo he leído pero si descubres algo más te agradeceré que lo compartas en este espacio de debate.
Muchas gracias por comentar!

Unknown, noté lo de la escena que comentas (que es muy interesante) pero me pareció que la película lo suplía aportando la información de otro modo. Es una película larga y aún así se percibe el esfuerzo por condensar y acortar. ¿No te parece curioso que Jo se haya considerado siempre una rara avis y que sin embargo seamos tantas mujeres las que nos identificamos con ella? da que pensar.
Un saludo.

Lupita, da por hecho las "malditas cubiertas" sobre Mujercitas.
Cuídate un montónnnnnn!

Lupita dijo...

Beatriz:
La edición que tengo de mi infancia es, curiosamente, la única que he visto en 2 tomos. Es la edición juvenil de 1985 de Interediciones,JM. Te dejo el enlace para que veas las cubiertas (me gustan mucho):
https://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano-novela-infantil-y-juvenil/mujercitas-1-2-louise-may-alcott-interedicciones-j-m-1985-coleccion-clasicos-juveniles~x43491798
Estos dos tomos conforman la historia de Mujercitas; Aquellas mujercitas lo tengo en Susaeta, y es la continuación de 1869.
Se tiende a ver como una trilogía estas tres obras: Mujercitas- Aquellas mujercitas(como has dicho, se han editado conjuntamente e incluso las películas recogen las dos historias en una), Hombrecitos y Los muchachos de Jo. No he visto en persona ninguna edición conjunta de todas ellas.

Si te interesa, más que nada por el friquismo, puedes buscar las cubiertas de la edición de "Las mujercitas se casan" o "Las mujercitas arrogantes", versiones aberrantes del libro.

A cuidarse

Beatriz Garza dijo...

Lupita, jamás pensé que sería tan complicado dilucidar esta cuestión! tu aportación nos da un poco más de luz. Juraría incluso que "Aquellas mujercitas" se ha llegado a editar bajo el título "Las mujercitas se casan" no como una versión sino como la segunda parte que ya conocemos. En fin... seguiremos hablando de esto.
Un abrazo y gracias!