lunes, 8 de enero de 2024

Sándor Márai: La herencia de Eszter

Idioma original: húngaro

Título original: Eszter Hagyateka

Traducción: Judit Xantus

Año de publicación: 1939

Valoración: Está bien

 

Como no lo tengo claro, al terminar la lectura voy a ver qué se ha dicho de otras obras de Sándor Márai en este blog, donde sé que tiene varias reseñas: pues nada, casi todo bueno, mayoría de Recomendables, lo que habla de autor sólido, seguramente con un estilo definido que mantiene a lo largo de su trayectoria, que quizá no entusiasma del todo pero que en general convence a lectores de paladar fino como son los lectores y reseñistas de ULAD, actuales y antiguos. Veo también que el libro se publicó a finales de los años 30, la etapa quizá más prolífica del autor, y no mucho antes de la que parece su novela más celebrada, El último encuentro.

Entonces me planteo que quizá he hecho algo mal, que no he leído con suficiente atención o que no he sabido detectar las cosas valiosas que el libro ofrecía. Porque, la verdad, me ha parecido más bien poca cosa, algo que me ha podido interesar en ciertos momentos pero que ha terminado dejándome más bien frío.

Hablamos de la herencia de Eszter, herencia en sentido más bien metafórico, porque esta mujer, que narra su historia en primera persona, no parece haber recibido mucho más que la vieja casa donde vive con Nunu, una de esas nodrizas que con el paso de los años forman plenamente parte de la familia. O no ha recibido más, o el resto se lo ha llevado Lajos, que de alguna manera es el protagonista indirecto del relato. Lajos era un tipo de esos que parecen tener luz propia, que atraen y conquistan con su sola presencia, distinguido, seductor, dicharachero, de exquisita educación y que siempre tiene algo que contar, que ofrecer, que pedir. Sobre todo esto último, porque el caballero, que va por la vida siempre en busca de aventuras y negocios infalibles, tiene una capacidad casi sobrenatural para sablear a todo el que se le aproxima. Préstamos, avales, joyas empeñadas, todo es poco para financiar su tren de vida y sus inversiones.

Pero, como era de temer, Eszter sigue enamorada del trilero, a pesar de que sus vidas han transcurrido separadas durante largos años, y cuando se anuncia su regreso, se agolpan las sensaciones y los recuerdos que la mujer, ya entrada en los cuarenta, nos relata con calma y como vencida por la fatalidad. En este sentido resulta un personaje triste y resignado, que parece no tener nada que poner en la balanza de la vida, solo esperar, vegetar y apenas removerse al son que toca el seductor reaparecido.

Claro está que el hecho de que los personajes no nos sean simpáticos no quiere decir que la narración no sea convincente. Pero es que parece que la grisura de Eszter, su inmovilismo y postración durante años, se transmiten al relato en su conjunto, y de esta forma las sensaciones que genera son siempre más que tenues, esclerotizadas. Si además consideramos que todo se desarrolla en interiores, parece que estemos ante una obra teatral del XIX, dominada por recuerdos y diálogos, todos ellos infructuosos, acerca de un amor juvenil que ha cicatrizado mal porque uno de sus protagonistas no ha sabido asumir una realidad que conoce de sobra.

Sí, el libro está escrito con pulcritud, con una prosa digna y clara que hace agradable la lectura, está claro que es el producto de un buen escritor, y habrá quien disfrute de las apesadumbradas cavilaciones de Eszter, quien esté expectante ante la aparición de un Lajos ya maduro y quizá cambiado, o a quien encandile la morosidad de esta historia un poco decimonónica. Personalmente me parece un relato anticuado, sin chispa ni profundidad, algo en lo que podemos invertir una tarde lluviosa pero que muy probablemente no nos provocará ninguna reacción ni nos dejará ninguna huella.


Todas las obras de Sándor Márai reseñadas en ULAD: aquí

3 comentarios:

Elena dijo...

Hola: Queria decir que Sandor Marai escribe como los ángeles , para mí debería ser un autor IMPRESCINDIBLE. Su sensibilidad en los contenidos y la belleza de su estilo son únicos, incomparables, ningún escritor se le parece. Me encantarón LA HERMANA. LA EXTRAÑA y EL ULTIMO ENCUENTRO. Divorcio en Buda y Los Rebeldes quizás un poquito menos.
Cuando leo que hay escritores "rollo patatero" o simplementes malos escritores como Javier Marias...puagg... o Murakami... un simple OKEY... encunbrados a los altares ... sonrio para mis adentros... lamento el tiempo que perdí con Corazón tan Blanco y pienso en que aún me quedan obras del maestro Sandor Maria por descubrir... pero claro, puede que no todos puedan apreciarlo :-)
Leer a Sandor Marai por primera vez para mí fué una verdadera experiencia apasionante
ahora voy a buscar esta sin falta
EAA
(lease con humor)

Carlos Andia dijo...

Al margen de tus opiniones sobre esos otros autores que citas (algunos por aquí cerca aplaudirán con las orejas), solo puedo decir que me alegro de tu entusiasmo acerca de Márai. En mi caso, este el el único título que conozco, y se me ha quedado un poco tibio, la verdad. Es cierto que escribe muy bien, pero la historia no me ha convencido demasiado. De todas formas, cuando la leas espero que nos aportes tu comentario, a ver que te ha parecido.

mélan dijo...

Elena, ¿ya leíste La Herencia de Eszter? en tal caso, ¿qué te pareció? saludos.