miércoles, 9 de julio de 2025

Seicho Matsumoto: Un lugar desconocido

Idioma original: japonés 

Título original: 聞かなかった場所 (Kikanakatta Basho)

Año de publicación: 1975

Traducción: Marina Bornas

Valoración: bastante bien

Tsuneo Asai es un modesto, aunque de lo más eficiente, funcionario del Ministerio de Agricultura japonés que, en el transcurso de un viaje de trabajo con su jefe, recibe la noticia de que su esposa Eiko ha fallecido de forma repentina. Tras el estupor inicial y una vez cumplidas las debidas ceremonias funerarias Asai se pone a indagar sobre las circunstancias concretas de la muerte de su esposa, quien, por lo visto, sufrió un infarto y por ello hubo de refugiarse en una tienda de cosméticos de un barrio que no era el suyo, donde al fin falleció. Pero el viudo empieza a sospechar que hay algo raro en todo el asunto y comienza a investigar sobre una posible doble vida de su mujer.

La novela nos va desgranando, al menos en sus tres cuartas partes, toda esta pesquisa del infausto Asai para averiguar la verdad. No se trata, en todo caso, de un thriller trepidante, ya que el protagonista actúa exactamente como lo que es: un funcionario discreto e incluso gris, pero concienzudo y persistente, que va dando todos los pasos necesarios, uno a uno, pera llegar a su objetivo. Lo mismo que hace, por cierto, autor del libro, que elige una narración no diré que morosa, pero sí pausada y exhaustiva, con frecuentes recapitulaciones (quizá innecesarias, aunque tampoco es que molesten demasiado) sobre lo que ha ocurrido hasta ese momento. En todo caso, es una lentitud engañosa, puesto que llega un momento en que los acontecimientos se precipitan y de qué manera... No voy a adelantar nada, claro, salvo que el cuitado Asai acaba metiéndose por caminos que nunca pensó que fuera a transitar...

A Matsumoto, prolífico escritor de novelas no sólo policíacas (también de carácter histórico) se le considera, al parecer, el "Simenon japonés", al haber sido el primero en introducir una importante carga psicológica en la novela negra -más bien noir, en este caso- de su país. No digo que no, pero a mí esta obra me ha recordado más a las de la gran Patricia Highsmith, con sus personajes aparentemente inocuos pero proclives al crimen y sin remordimientos por ello -aunque sí con miedo al castigo-; sus tramas que transcurren en buena medida dentro de los pensamientos de sus protagonistas, su mundo de secretos y recelos... y también de los imprevistos de los que está trufada cualquier vida, por controlada que parezca y que determinan en muchas ocasiones nuestro devenir. Su comprensión de los rincones no sólo oscuros, sino turbios del alma humana y la empatía que no podemos dejar de sentir por sus personajes. Lo mismo que ocurre en este libro de Matsumoto, un escritor al que habrá que seguir leyendo y descubriendo pequeñas joyas como ésta, bisutería de aspecto modesta que pueden esconder brillantes quizá no perfectos del todo pero, precisamente por eso, más interesantes.

martes, 8 de julio de 2025

Catherine Lacey. Altar

 Idioma original: inglés

Título original: Pew

Año de publicación: 2020

Traducción: Núria Molines

Valoración: bastante recomendable

Decidí, a raíz de mi anterior reseña de Catherine Lacey, indagar en la obra de la autora estadounidense. Cosa aparentemente sencilla, es una autora joven y ha publicado sólo cuatro novelas, que reseñaré en un orden cronológicamente inverso a su publicación, veré si se aprecia una progresión, ya que la escena literaria norteamericana suele responder a estallidos iniciales que, en demasiadas ocasiones, la lista es extensa ya, no suelen cuajar en carreras continuas, regulares, coherentes; cualidades éstas que quizás  en estos tiempos no son necesariamente la panacea, pero ciñéndonos a los patrones clásicos, suele funcionar así: algunas novelas de tanteo hasta que se define estilo, consolidación, obras de madurez.

Biografía de X encajaría en este grupo. Novela de temática y estructura ambiciosa, muy bien acogida. Altar, en este sentido, es una obra que tiene poco en común pues es una novela mucho más introspectiva. Altar es el nombre que recibe una persona, no llegaremos a conocer ni su género en toda la novela, y su nombre es el que se le da cuando se la encuentra durmiendo cerca del altar de una iglesia a la que ha ido a refugiarse. La de un pueblo del sur de Estados Unidos, en un momento que no acabamos de identificar. La pequeña comunidad actúa de una manera hospitalaria, y Altar va siendo acogida en diversos hogares, entiende lo que se le dice pero no habla, no da indicio alguno sobre su pasado, sobre cómo ha llegado allí, a pesar de la insistencia de quienes le prestan cobijo, muestra una actitud pasiva y tenaz, incluso rehusando una pretendida revisión médica con la intención de comprobar su estado de salud. Altar es persistente en esa actitud, pero la comunidad empieza a no aceptar su actitud esquiva, su ensimismaniento, empiezan a urdir teorías sobre su pasado y la actitud hospitalaria pasa a tener matices, a acusar fisuras.

Altar funciona, obviamente, como  una parábola, y tiene no pocos equivalentes audiovisuales, aunque a mí me ha recordado bastante, en su desarrollo, en su intriga reptílica, a Dogville, el clásico de Lars Von Trier, una de esas que yo llamo películas cabronas en el sentido de que revelan, a un nivel casi faulkneriano, la larva de maldad que anida a veces escondida tras la aparente bondad, el inevitable rechazo a lo que no se amolda a lo establecido. Creo que la pura elección del perfil del personaje, de edad y género inciertos, está hecha con una pura intención de universalizar la narración y hacerla adaptable a muchas situaciones, cuestión que entraña asumir cierto riesgo, por cuanto la historia que se nos relata, aunque su ubicación temporal no se identifica, posee arraigos contemporáneos, diría que lamentablemente, por el señalamiento del diferente a nosotros por su mera diferencia, aunque esta sea inocua y pasiva. Altar pasa de familia en familia y apenas intercambia unas palabras con otro personaje que ha sufrido circunstancias parecidas a las suyas, no causa más problemas má allá de su actitud hosca y esquiva, no es violenta, no es molesta, parece solo pendiente de que su presencia sea anónima y no tenga impacto. 

lunes, 7 de julio de 2025

Néstor Reina: La naturaleza nos acabará abrazando

Idioma original: Español 
Año de publicación: 2025
Valoración: Bastante recomendable

Hay una canción de Hidrogenesse (*) que alguno podría aplicar a este librito de Néstor Reina. Dice algo así como "No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo. Hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor...". Porque sí, la crisis de los 30 y una ruptura son tristes, pero eres ¡el putomejor estilista de Barcelona! y, además, "un turno de noche, eso mucho más triste, en la cadena de montaje esperando la sirena con lo peor de Rubí contando sus miserias...". ¡Por no hablar de los caballitos pony, claro! 

También puede haber alguien, probablemente miembro de "El club de los heteruzos chungos y fachas" que lea el libro y diga que vaya gilipollez, que eso le ha pasado a todo el mundo (o casi), que está hasta los cojones de libros autobiográficos en los que el autor expone sus lujos y miserias (**), etc. ¡Pues no, queridas y queridos míos, porque hablando de lo personal se puede hablar perfectamente de lo general (aquello de hablar de tu aldea para hablar del mundo "revisited")!

Así que yendo más allá de lo estrictamente autobiográfico, este libro es una mezcla de Sexo en Nueva York Fleabag (serie casi imprescindible y crush absoluto con Phoebe Waller-Bridge, por cierto), una tragicomedia sobre el amor y el miedo (***) o los miedos, sobre esa sensación de que "algo falta", sobre rituales o asideros, sobre ganas de llorar (¿los chicos no lloran?, como decía la canción del subnormal de Bosé), sobre nuevos comienzos y sobre ensoñaciones acerca del pasado y del futuro. Especialmente descacharrante, y muestra del tono del libro, es una visión que tiene de su propio funeral con parada final en la sala 1 de Apolo (****).

En resumen, que lo que leemos en La naturaleza nos acabará abrazando es un desinhibido ejercicio de introspección bajo la forma de diario de pensamientos, citas y duelos alejado de estructuras narrativas más o menos convencionales. Claro que esto último no debería sorprendernos cuando el libro lleva el sello Jekyll & Jill, ¿no?

Bueno, el caso es que esa estructura, obviamente, condiciona el texto y hace que no haya una continuidad o un desarrollo del autor-personaje (y de ahí ese final también un tanto abrupto), pero contribuye de forma decisiva  a que el libro transmita frescura y sinceridad. Estas cualidades, además, se ven reforzadas por ese distanciamiento que marca el autor, por ese mirarse desde fuera y verse, según el momento, gigante, patético, triunfante, perdido, radiante, etc.

Termino diciendo que dejéis de lado prejuicios, clichés y demás familia. Este es un buen libro que, sea de la forma que sea, habla de algo tan universal como el amor y la belleza, quienes por cierto "siempre, siempre, siempre se abrirán paso para hacer de este mundo un sitio más bello". Ojalá sea siempre así, Néstor, ojalá.

(*) La foto de Néstor Reina que aparece en la solapa del libro me lleva a la imagen de Genis (Hidrogenesse, Astrud...)? ¿Es Néstor su estilista, son colegas?

(**) Lujo y miseria es el título de un recopilatorio del sello AustroHúngaro en el que se incluía, entre otras, la magnífica "Vente conmigo a Italia" de... ¡¡¡¡HIDROGENESSE!!!! Demasiada casualidad, ¿no?

(***) El miedo que tengo es el título de una canción de Astrud

(****) En Apolo, pero en la sala 2, actuó Hidrogenesse el día 14 de marzo de 2025

domingo, 6 de julio de 2025

Spike Milligan: Mala pinta

Idioma original: inglés

Título original: Puckoon

Año de publicación: 1963

Traducción: Julia Osuna

Valoración: entre recomendable y está bien

En la irladérrima localidad de Puckoon, que por su pintoresquismo, mayor aún que el de Innisfree, habría hecho las delicias de John Ford, el advenimiento de la República de Irlanda resultó un acontecimiento gozoso, por razones obvias, a la par que perturbador, pues los miembros del comité encargado de trazar la frontera entre la nueva república y el Reino Unido, hartos ya de no llegar a un acuerdo y deseosos de irse al pub, decidieron tirar por la calle de enmedio, que casualmente pasaba por el citado pueblo de Puckoon y, sobre todo, por algunos de sus lugares más emblemáticos , como el pub local -que quedó dividido entre el territorio irlandés, mayoritario pero con los precios de las bebidas alcohólicas más altos y un rincón británico, más barato y, por lo que sea, más concurrido- o el cementerio, que quedó en el territorio de Su Graciosa Majestad, con el consiguiente trastorno para los vivos y aun los muertos irlandeses.

¿Me ha salido un parrafito más bien largo y algo abarrocado, verdad?, Bueno, pero es que cierto abarrocamiento, por no decir una afectación forzada, es precisamente el estilo predominante en la novela, trufado tanto con expresiones que imitan el habla popular, como con  sorprendentes hallazgos que podríamos considerar poéticos ..  además de un recurso "metaliterario" (quizás sea excesivo utilizar este término), con alguna que otra ruptura de la "cuarta pared", por decirlo así. Todo ello, de forma paradójica (o no), al servicio de una historia evidentemente humorística que, sin renunciar en ningún a la ironía, tiende al absurdo, la astracanada y el slapstick literario... Así, nos podemos encontrar desde difuntos que deben sacarse el pasaporte para poder ser enterrados o contrabando de ataúdes hasta verdaderos  cataclismos en los que se ven envueltos miembros del IRA vestidos de romanos, militares británicos retirados y tropas de granujientos boy-scouts. Por no hablar de cierta pantera negra, claro...

Spike Milligan fue un humorista indo-anglo-irlandés -lo de "indo" es porque nació en la India, hijo de un oficial del Ejército británico, cuyo recuerdo, por cierto da lugar a unas hermosas páginas de este libro-, muy popular en los años 60, al parecer (lo digo porque yo no lo conocía), colega de Peter Sellers -de hecho, hay momentos catastróficos en esta novela que parecen sacados de El guateque... O viceversa- y maestro, según decían ellos, de los mismísimos Monty Python, nada menos. Me creo que, como dice su nota biográfica, fuera una de las grandes figuras del, por otro lado, muy concurrido humor británico porque está novela está plagada de personajes peculiares, momentos hilarantes e incluso crítica social. Quizás su único problema es que el autor se recrea tanto en la descripción de esos personajes peculiares y de los momentos hilarantes que la crítica social y, más aún, la propia trama de la novela quedan un tanto deslucidas... Pero vaya, al menos las risas están aseguradas, lo que, tal y como están las cosas del mundo (y tal y como estaban cuando apareció el libro, hace más de sesenta años), ya me parece bastante.

sábado, 5 de julio de 2025

Edgar Cotes i Argelich: Un àngel cruel

Idioma original: Català
Año de publicación: 2023
Valoración: Está bien

Un àngel cruel, de Edgar Cotes i Argelich, es una novela breve de terror sobrenatural. En ella, un padre y sus hijos abandonan Barcelona (después de vivir una tragedia familiar y el confinamiento causado por el Covid 19) y se trasladan a un pueblo rural de Lleida. Su intención es dejar atrás el pasado, afrontar un futuro mejor y liberarse de sus respectivos fantasmas. Sin embargo, su nueva causa alberga una fuerza ominosa que se aprovechará de sus conflictos personales y tensiones internas.

Vaya por delante que Un àngel cruel me ha gustado. Es breve, está escrita con solvencia y se lee con interés. No obstante, reconozco que su inicio me ha parecido mucho mejor que su desenlace, que su desarrollo es demasiado lineal, que sus personajes (tanto protagonistas como villanos) son demasiado básicos y que la revelación de su misterio principal, sin caer en lo anticlimático, resulta algo decepcionante.

Entre los apartados más logrados de Un àngel cruel destacaría dos. El primero sería las voces narrativas que permean la obra. No sólo resultan moderadamente originales, pues pertenecen a una especie de narradores omniscientes diegéticos (cuyas identidades me niego a revelar) que hablan en segunda persona e interpelan directamente a los protagonistas, sino que también permiten relatar el argumento desde distintas perspectivas y explorar la psicología de los personajes.

La segunda virtud de Un àngel cruel, mucho más discreta que la anterior pero aun así reivindicable, es su trasfondo catártico. Y es que Cotes la aprovecha para abordar (entre otros muchos temas, como la muerte de una madre, el amor de adolescencia o la reconciliación entre padres e hijos) el del acoso escolar, puesto que él lo vivió de pequeño y sabe dotarlo de una nada desdeñable autenticidad. 

En definitiva, Un àngel cruel es una novela entretenida, ágil y solvente, que hace gala de algún apartado particularmente logrado. Si bien se hubiera beneficiado, al menos a mi juicio, de una mayor profundidad de su elenco y argumento, y de una mayor intensidad en su imaginería terrorífica, funciona a la perfección como historia sencilla   

viernes, 4 de julio de 2025

ZOOM: Retratos: de Cézanne a Picasso, de Ambroise Vollard

Idioma original: francés
Traducción y selección: Paul Châtenois
Año de publicación: Libro completo: 1936 Extracto: 2014
Valoración: Se deja leer


Como seguramente sabrán los lectores del blog, utilizamos eso de Zoom cuando se trata de un libro muy breve, o que de alguna manera es un extracto de otro más extenso, algo inconcluso, un suelto o cosas por el estilo. En este caso casi podríamos llamarlo mini-Zoom, porque llega justito a las sesenta páginas, incluido un (obviamente) pequeño prólogo y una docena de ilustraciones. Pero, además de escueto, me parece insuficiente.

Ambroise Vollard fue un marchante de arte que adquirió gran relevancia en los últimos años del siglo XIX y primeras décadas del XX. Su éxito despegó con la adquisición, un poco por casualidad y otro tanto por su buen ojo, de ciento cincuenta obras de Cézanne cuando este era todavía un pintor casi desconocido, rechazado por los Salones oficiales. Vollard fue en buena parte responsable de su proyección, y mantuvo estrecha relación con los demás artistas de la época, especialmente con los impresionistas, aunque también con Derain, Vlaminck o Picasso, entre otros muchos. 

Escribe Vollard una voluminosa autobiografía llamada Memoria de un vendedor de cuadros, que era mi lectura prevista, pero me dejé seducir por este opúsculo, quizá como aperitivo, y ha resultado ser una especie de selección de aquella obra mayor, un pequeño extracto que pone el foco en los retratos. No sé si de forma deliberada o casual, la idea de retrato tiene en este caso, o así lo quiero ver, una doble perspectiva: de una parte, como reproducción pictórica que algunos de estos grandes artistas hicieron del propio Vollard (quizá un tanto egocéntrico el hombre), y por otra, como semblanza muy rápida de aquellos pintores. 

Efectivamente, el autor describe casi siempre cómo fue a veces el encargo y otras la ocurrencia de hacerse retratar. No hay sin embargo muchas explicaciones, con la única excepción de Cézanne, que tiene el honor de ocupar buena parte de las pocas páginas del libro. Le define Vollard, generalmente con gracia y buena mano, como un tipo bastante obsesivo, capaz de destrozar unas cuantas obras en un arrebato de cólera, despedir a sus modelos, o tiranizarlos (incluido su propio marchante) obligándoles a posar durante horas en completo silencio y sin mover un músculo si el artista consideraba que la luz del momento era la adecuada. El pasaje concreto es entretenido e interesante, claramente por encima de los demás, que apenas aportan unas pocas pinceladas, nunca mejor dicho, en relación al resto de pintores de la época.

De manera que esta especie de abstract puede tener cierto interés para los aficionados al tema, da la impresión de que Vollard puede ser un buen narrador, pero estas páginas dan tan poquito de sí que personalmente no me saca de dudas sobre si merece la pena despachar la autobiografía completa. Y además, es que las selecciones (de textos más amplios, me refiero) no me gustan, quizá porque en mi tierna juventud me tragué unos cuantos ejemplares del Reader´s Digest y eso seguramente ha dejado alguna huella.

jueves, 3 de julio de 2025

Bekim Sejranović:De ningún lugar a ninguna parte

Idioma original: Croata
Título original: Nigdje, niotkuda
Traducción: Patricia Pizarroso y Marc Casals
Año de publicación: 2008
Valoración: Recomendable

Un funeral según el rito islámico, un montón de hombres acuclillados y un solo hombre que permanece en pie, sobresaliendo por encima de los demás y sin saber dónde poner los brazos. La viva imagen de la desubicación, de estar fuera de lugar o de no saber cómo hacer para "pertenecer" a ese sitio. 

Esa es la imagen con la que se abre De ningún lugar a ninguna parte, novela en la que se (re)construye un pasado en forma de mosaico, en la que se entrelazan biografía personal y álbum familiar y en la que el desarraigo y voluntad de pertenencia protagonizan un texto con un aparentemente alto contenido autobiográfico, si bien esto haya que cogerlo con pinzas ya que según confiesa el narrador "no confío en el recuerdo y la verdad no la puedo soportar"

(Re)construir un pasado en forma de mosaico. That is the question! Y de ahí se derivan las infinitas idas y venidas espaciotemporales (desde la época de la Segunda Guerra Mundial hasta el siglo XXI, desde el pueblo bosnio de la infancia hasta la isla de Svalbard) Siempre en fuga, siempre huyendo a cualquier rincón del mundo que nos de una nueva oportunidad.

Pero también de ahí los diferentes estilos y tonos que encontramos en el texto. Porque Sejranović puede ser una especie de Delibes deslenguado cuando habla del Brcko de su infancia o un Unamuno del vacío y la soledad balcánica o un Knausgard o un Saeterbakken pasado de rosca en esa parte final del libro en la que destroza la idílica imagen de los países escandinavos. Porque, ¿qué opción es la menos mala: emborracharse o dejar que los recuerdos te devoren como termitas?

En cualquier caso, una buena y amarga crónica del desarraigo a través del tiempo y el espacio (Alija, Lars, Marko, el propio narrador), a la que acuden a dar oxígeno ciertas dosis de humor negro, una historia de perdedores, de búsquedas y huidas, muchas veces grotescas y absurdas, de intentos de felicidad que se van diluyendo con el transcurso de las páginas; un texto que crece a medida que avanzamos en él y se aleja de aparentes arquetipos y/o estereotipos, un texto jodido pero altamente recomendable.