Idioma original: japonés
Título original: 海辺のカフカ (Umibe no Kafuka)
Año de publicación: 2002
Valoración: está bien
Después de mi "andanada" contra Murakami de hace unos meses (más de un año, en realidad, cómo pasa el tiempo), me había prometido a mí mismo no volver a leer nada de Murakami en una buena, buena temporada. Pero cuando una amiga me recomendó Kafka en la orilla como una de sus novelas favoritas, y la mejor de Murakami sin duda -algo que ya había oído antes-, me decidí a darle una nueva oportunidad. Pero no, lo siento, Haruki; lo siento, Susana: me reafirmo en mi opinión. Las novelas y, sobre todo, los personajes de Murakami no me convencen, no me los creo, me parecen artificiales, inverosímiles y repetitivos. No termino de entender que se sitúe a este autor (que a mí no me parece que diga nada esencial sobre la existencia humana, sinceramente) a la altura de otros como Phillip Roth, Ismail Kadare o Paul Auster. Qué le vamos a hacer, será cuestión de gustos.
En este caso, es verdad, Murakami le echa más inventiva que otras veces para contarnos la historia de dos personajes aparentemente no relacionados, pero que terminarán encontrándose porque en realidad estaban unidos por un destino superior. Se trata de Kafka Tamura, un adolescente que escapa de su casa y busca a su madre y a su hermana que lo abandonaron de niño; y Satoru Nakata, un hombre que de niño sufrió un extraño desvanecimiento, durante el cual perdió toda memoria y gran parte de sus capacidades intelectuales, pero a cambio ganó la habilidad de hablar con los gatos.
Es verdad, decía, que esta novela de Murakami es menos realista, más imaginativa y onírica que la mayoría de las demás. Pero esto, para mi gusto y en este caso concreto, no es una virtud, porque las invenciones sobrenaturales o sobrehumanas que se acumulan en la novela resultan de lo más arbitrarias, se acumulan sin adquirir sentido. Hay algunos pasajes intensos e interesantes, y la novela, como todas las de Murakami, se lee muy fácil, porque está escrita de manera ágil y llevadera; pero también hay escenas cuestionables (las de sexo, por ejemplo, están descritas de una manera demasiado genitalocéntrica para mi gusto) e innecesarias (la más clara, la visita de dos feministas a la biblioteca en la que vive Kafka, que no viene a cuento pero que a Murakami le debía apetecer incluir).
Tengo la sospecha de que para todo lector la primera novela que lee de Murakami es su favorita. Porque luego, todo lo que lea le sonará a repetido, o por lo menos, le parecerá ya menos original. La primera que yo leí fue Tokyo Blues, y me gustó bastante, sobre todo por el tono fácil y directo del autor, y por esos personajes poéticamente solitarios e inadaptados. Las que han venido después han sido darle vueltas al molino, y ya estoy cansado de leer sobre personajes poéticamente solitarios e inadaptados. Así que, ahora sí, me prometo firmemente a mí mismo no volver a leer nada de Murakami. Hasta la próxima vez, claro.
Sobre Murakami: A vueltas con Murakami, y de Murakami en UnLibroAlDía: After Dark, De qué hablo cuando hablo de correr, Al sur de la frontera, al oeste del Sol, Tokio blues, Los años de peregrinación del chico sin color, El elefante desaparece, De qué hablo cuando hablo de escribir, La muerte del comendador
11 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo en lo que dices de Murakami. Tengo éste pendiente de leer porque me han dicho que es distinto, pero tampoco me voy a dar prisa.
Y, aprovechando que citas a Kadaré, ¿qué tal si reseñas "Abril quebrado"? Ese libro me dejó un poco descuadrada y como tú has leído más del autor seguro que me aclaras algo.
Gracias, Joaquina. Pues precisamente me leí hace nada Abril quebrado, y pensaba que la había reseñado, pero se ve que no lo hice, probablemente porque hace poco reseñé El cerco y tampoco es cosa de abusar :) Como todo lo de Kadaré, me gustó, me recordó mucho a Frías flores de marzo, por cómo habla de Albania y del Kanun, aunque narrativamente es más tradicional... De todas formas, a ver si me animo a escribir una reseña completa más adelante...
Yo empecé Crónica del pájaro que da cuerda al mundo y no llegué ni a la mitad. Hay quien me dijo que tenía que darle otra oportunidad, pero, sinceramente, me pareció bastante aburrida (en mi opinión, si en 100 páginas de novela todavía no ha pasado nada, las 300 restantes me sobran) y me dejó sin ganas de seguir leyendo a Murakami.
Coincido en que tiene un estilo fácil y llevadero, y sí, en las 100 páginas que leí de esa novela aparecían seres poéticamente solitarios. Tan poéticamente solitarios, de hecho, que eran más que irreales.
Así que, entre tus reseñas, Santi, y lo poco que he leído yo, me vale.
A mí su "Tokio Blues" me gustó (básicamente por el personaje de Midori) y me lo leí de un tirón, si bien su "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo" me pareció una nada que conducía a ninguna parte bastante grande...
Pero vaya, en ambos casos su prosa era bastante ligerita y ágil, ideal para relajar la mente de vez en cuando o para lecturas playeras en el verano que nos está dejando.
Es una pena, a mí me pasa a menudo sobre todo con autores contemporáneos. Escriben una buena novela (a elegir, en este caso yo también prefiero Tokio blues", que es la primera que leí) y la publican repetidas veces con distintos títulos.
Un saludo
Empecé a leer Tokio Blues y a las pocas páginas lo dejé. No estaba mal escrito, pero fuí incapaz de encontrar pasaje alguno que removiera en mí alguna emoción. Y resulto una triste pérdida de tiempo. Creo que Murakami está muy sobrevalorado.
Yo no he leído Kafka en la orilla, y me considero aficionada a leer novelas clásicas y por ello siempre había tenido mis dudas sobre los escritores contemporáneos, sin embargo Murakami me hechizo; como lo mencionaron es cuestión de gustos pero yo regularmente me identifico con muchos de los personajes e historias de Murakami, y simplemente lo considero como un escrito surrealista que aporta mucho a la imaginación saliendo de las historias cotidianas
Resulta curioso la forma en la que podemos acceder a un autor. Leí una reseña en un diario, extrayendo aquel precioso párrafo acerca del destino que es "como la tormenta en el desierto"...; ese párrafo y la referencia a Kafka captó mi atención. Sigo pensando que Kawabata, Mishima o Tanizaki son referencias literarias más certeras, pero a pesar de lo surrealista que resulta la lectura de los libros de M., éstos te atrapan como las notas de sus múltiples referencias al género del jazz. ¿No creéis?
En mi caso, he de decir que me encanta Murakami, me parece que es un autor diferente, y que hace que la mente se abre, aportando gran imaginación..como es el caso de Kafka en la orilla o de Crónica del Pájaro. También hace muchas connotaciones musicales ya sean de jazz, como de música clásica pasando por los Beatles o los Clash, así que imagino que esto influye en mi caso.
Yo creo que ya se puede ser honestos; Murakami es un escritor de prosa simple, no ligera, simple, mal trabajada, brusca, de temas y tramas repetitivos y orientados a un tipo particular de público; adolescentes con problemas para definir su identidad sexual, jóvenes ansiosos de que "la fuerza del universo" les ponga delante al amor de su vida, y adultos que creen que leer frases con palabras como "oscuridad", "quietud" y "alma", es hablar en términos filosóficos...Como plus tenemos la desnudez de la chica, el gato perdido y las referencias a la cultura pop que todo el mundo conoce, Murakami jamás cita a un escritor o un músico desconocido, siempre son escritores o bandas de presencia masiva cosa que el lector se sienta más integrado en la novela. Yo no tengo nada contra los best sellers, pero no me gusta que me la metan doblada y que me digan "esto es de nobel" cuando en realidad "esto es de usar y tirar"
Después de leer el libro he ido buscando reseñas para intentar entender la obra y/o conocer mejor al autor. Me ha gustado tu enfoque, diferente a otras reseñas que he leído. Me llevo el enlace de la entrada a mi blog.
Saludos.
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