Los seres humanos somos superficiales por naturaleza (al menos, yo) y nuestras elecciones ha menudo están determinadas más por motivos estéticos que por razones más profundas. Bien que han sabido siempre los artistas, diseñadores y publicistas lo mucho que nos cuesta resistirnos a lo que nos entra por los ojillos, ya se trate de comida, automóviles o modelos de Victoria's Secret libros... En este último caso, ¿ quién no se ha sentido atraído alguna vez por la cubierta de un libro que luego ha resultado ser un auténtico tru... más bien mediocre? O viceversa: nos hemos resistido a leer otros excelentes porque su envoltorio nos tiraba para atrás...
Atendiendo a estas premisas, se me ha ocurrido hacer algunas consideraciones sobre cubiertas de libros publicados en el estado español el recién finiquitado año. He de decir, antes que nada, que, en mi opinión, el nivel del diseño gráfico en España y Europa, en general, es bastante notable (mejor, por ejemplo, que en EEUU, donde los diseñadores muchas veces echan mano al recurso facilón y sobado de los colores llamativos y el lettering que imita un trazo informal); de hecho, para el apartado de las mejores cubiertas del año he tenido que dejar fuera muchas que me gustan, para no alargar en exceso este post. De las que no me gustan, en cambio, he tenido que buscar ex profeso unas cuantas.
Un par de cositas más: esta clasificación no pretende ser un ranking de mejores o peores libros, sino que se refiere en exclusiva a la estética e idoneidad de sus cubiertas (aparte de que yo no los he leído todos y muchos ni siquiera tienen entrada en este benemérito blog). Por otra parte, los gustos y criterios expresados en esta entrada me pertenecen solamente a mí; no los he consultado con mis compañeros (a quienes he pillado a traición, de hecho), aunque, sin duda, cada uno y una tendrán las suyas propias. Ahora bien, los míos son mucho mejores, claro...; )
De lo güeno, lo mejor:
- La ciudad de la euforia, de Rodrigo Terrassa (Libros del K.O.) tiene, para mí, la mejor cubierta del 2021, pues sintetiza en una imagen divertida y comprensible al primer vistazo el tema del que trata el libro: los años de la burbuja económica, la corrupción política y el caloret en Valencia. En la mejor tradición de las míticas cubiertas de Daniel Gil para Alianza.
- Lo mismo ocurre con
Gordo de feria, de
Esther García Llovet, que es otro estupendo ejemplo de síntexis conceptual, aunque en este caso un poco más hermética, pues es necesario haber leído la novela para entenderla bien. Pero resulta, además de un homenaje a ciertos tóxicos pero deliciosos pastelitos, un ejemplo de la discreta pero continua mejoría en los últimos tiempos en las cubiertas de Anagrama que, sin renunciar a los emblemáticos (aunque feos ) colores de sus colecciones más populares, parece haber dejado atrás, por fortuna, la época de colocar cualquier foto más o menos random y chimpún...
- También en Anagrama, aunque en edición conjunta con Acantilado, destacan sus elegantes cubiertas para algunas novelas de Georges Simenon. Preciosas y elegantes, sobre todo la de El fondo de la botella, en mi opinión.
- No menos divertidamente conceptual (o viceversa), también este Diccionario del mentiroso, de Eley Williams (Sexto Piso). Sencilla y ocurrente, un tanto surrealista, casi se diría que es uno de los poemas visuales de Joan Brossa.
- Por seguir en la misma línea, la cubierta para La Ola, de Todd Strasser (Blackie Books) resume también a la perfección los elementos que encontramos en esta historia, como cualquiera que haya leído el libro o visto la película del mismo título podrá reconocer. de las pocas cubiertas, además en las que aparece una esvástica sin dar demasiado cringe.
- En el mismo estilo conceptual (quizás un pelín obvio), una cubierta adecuada para un libro titulado No puedo más. Cómo se convirtieron los Millenials en la generación quemada, de Anne Helen Petersen (Capitán Swing). La cosa no puede quedar más clarinete, amigos y amigas de ULAD...
- En una entrada sobre las mejores cubiertas de cualquier año no puede faltar alguna de Impedimenta. Es posible que alguno de sus libros publicados el año pasado tenga una más primorosa, pero a mí me ha caído en gracia ésta de Una libertad luminosa, de T. C. Boyle, que resulta algo diferente al estilo habitual de esta editorial, pero sin perder el aire vintage.
- Las cubiertas ilustradas con dibujos o cuadros, por lo general dependen (no siempre) de la calidad de éstos para la excelencia o mediocridad de su resultado final. Cuando la ilustración elegida es tan exquisita, a la par que llamativa (aunque también inquietante) como ésta de
Sola, de
Carlota Gurt, en Edicions Proa, el resultado es igualmente extraordinario.
- En principio, no quería incluir en esta selección las cubiertas de novelas gráficas o libros ilustrados, porque en ese caso, posiblemente hubieran copado la lista, pero no me he podido resistir a dos: la colorida cubierta "mexicana" de
Dr. Alderete para
El año de la rata (Libros del zorro rojo), un libro escrito con
Mariana Enriquez y que resulta en las antípodas de las que le suelen poner a los libros de esta autora, mucho más tétricas; en segundo lugar, como ya confesé mi debilidad por las ilustraciones de
Sara Morante en la reseña de ésta su última novela, la bella cubierta en
collage de
Flor fané (Astiberri), igual de excelente:
- Dando un último giro de 180º, acabaré con dos cubiertas de Blackie Books completamente opuestas al estilo de las anteriores: la muy sobria de
El evangelio, de
Elisa Victoria, con una edición cuyo diseño recuerda, precisamente, el que suelen ostentar las biblias (otra cosa es que la novela tenga algo que ver, que no sé).
- Y siguiendo el mismo concepto minimalista, pero, en este caso, luciendo un color vibrante (aunque no menos elegante), encontramos
Simon, de
Miqui Otero. Dos distinguidos ejemplos de una editorial que suele acertar con sus cubiertas, aunque también tiene algún que otra más cuestionable, como ya veremos...
No me quiero extender más, pero sí aconsejar a quien esté interesado en el diseño de cubiertas de libros o simplemente quiera recrear un poco la mirada, que le eche un vistazo a los catálogos de éstas y otras editoriales que también publican libros de un aspecto atractivo y original, como Ático de los Libros, La Felguera, La Navaja Suiza, Errata Naturae... entre otras muchas. Por lo general, se trata de editoriales independientes, cuya labor de edición, al menos en el caso español, alcanza frecuentemente niveles de excelencia.
Mañana, vamos con las peores... No os lo perdáis.
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