Idioma original: inglés
Año de publicación: entre 1977 y 1991 (según el relato); 2013, como libro
Traducción: Eduardo Murillo, Víctor Pozanco y Alejandro Palomas (según el relato)
Valoración: bastante recomendable
Tras haber leído ya varias novelas de la superlativa Margaret Atwood, me he decidido por un libro de relatos para celebrar su tercer puesto (quizás merecería una mejor posición) en la votación del celebérrimo y prestigioso premio NOVEL otorgado por este sacrosanto blog. Libro algo peculiar, pues se trata de una compilación de relatos de la escritora canadiense que ya han visto la luz con anterioridad, y seleccionados por la propia autora, que les ha añadido un amable prólogo, pero que sólo han sido publicados como tal, que yo sepa, en castellano y por la editorial Lumen (*). Relatos que además cuentan con una característica común: están todos protagonizados -más o menos- por mujeres y han sido agrupados en tres partes de cuatro cuentos cada una: una dedicada a la infancia -y adolescencia, añado-, otra a la madurez y la tercera a la vejez. Es decir, que se supone que esta recopilación narra las vicisitudes de la condición femenina y su devenir a lo largo de las distintas edades de la vida humana, ejemplificándolas en una variada selección de mujeres, pero todas canadienses de los últimos 70 años (pues los cuentos fueron publicados entre 1977 y 1991, pero algunos están ambientados en los años 40 y 50 del siglo XX). Las historias, lejos de las distopías que han hecho célebre a esta autora, pueden calificarse de realistas; por decirlo de alguna forma, Atwood se adentra aquí en el territorio de su compatriota Alice Munro.
No voy a detallar los doce relatos del libro, pero hay que decir que, en mi opinión, el conjunto de todos ellos resulta cuando menos notable. Los que más me han gustado son los que abren y cierran el volumen: Momentos significativos de la vida de mi madre y Un hallazgo extraordinario, que en realidad se podrían considerar como dos partes de un solo relato, pues ambos disertan sobre la personalidad, costumbres y anécdotas varias de la vida de los padres de la autora, así como de su propia infancia. También destacan, entre los relatos de "madurez", El huevo de Barba Azul -curiosa reescritura contemporánea del cuento que ya trabajara Angela Carter en La cámara sangrienta- y, de entre los de la "vejez", Consejos para sobrevivir en la naturaleza, que también se podría considerar de alguna manera (aunque más bien indirecta), una versión actual y crepuscular de otro cuento, el del lobo y los tres cerditos... El que menos me ha convencido ha sido El jardín de sal, creo que excesivamente largo y divagante.
He escrito "vejez" entre comillas porque no todos los cuentos de este apartado se refieren a lo que consideramos hoy en día como tal -en verdad, sólo el último-, teniendo la protagonista-narradora de El peso, por ejemplo, tan sólo cuarenta y tantos años, y por ahí andan los de Isis en la oscuridad. Más bien habría que hablar de "envejecimiento (y más mental que físico), que es el proceso que caracteriza y une a todos los relatos , de igual modo que los de "Madurez" deberían llamarse de "maduración". En cuanto a los del primer grupo, ciertamente se refieren a la infancia y adolescencia de los personajes, pero, justamente y como resulta previsible en este tipo de relatos, a esos momentos de cambio y descubrimiento de alguno de los secretos (no siempre agradables) de la vida adulta.
Tal es, en realidad, el leiv motiv que mueve todos los relatos del libro: el cambio, la maduración, el aprendizaje (o resignación)... más incluso que el carácter "femenino" de los mismos. De hecho, en varios de ellos hay hombres que tienen un protagonismo indiscutible, si bien en la mayoría parecen seres ajenos, egoístas y/o incomprensibles; Esto resulta sobre todo evidente en los relatos de Madurez, son sus protagonistas siempre preocupadas, aunque sea desde el hastío, por lo que sucederá respecto a sus novios, maridos o amantes -o maridos convertidos en amantes-, tipos más bien impresentables, en general.de todos modos, ya avisa la autora en el prólogo que "la temática de estos relatos es sobre todo doméstica"...
Por lo que respecta al aspecto estilístico, la competencia de Atwood como narradora está fuera de toda duda: cualquiera de estos relatos es capaz de absorbernos y deleitarnos, incluso aquellos más angustiosos o incómodos para sus protagonistas. Con el plus añadido de un sentido del humor suave y guasón, aunque melancólico, que baña muchas de las páginas del libro y convierte su lectura en un placer. Que es de lo que se trata, al fin y al cabo.
(*) Un inciso: ni idea de si el título de la recopilación fue ocurrencia de doña Margaret o de alguien de la empresa editora. Sólo decir, que, a no ser que se me escape algo, no tiene nada que ver con ninguno de los relatos del libro.
Más títulos de Margaret Atwood reseñados en Un Libro Al Día: Nada se acaba, Doña Oráculo, El asesino ciego, El cuento de la criada, Por último, el corazón, Oryx y Crake, Érase una vez, La semilla de la bruja, La semilla de la bruja, Alias Grace, Un día es un día, Los testamentos, Posturas políticas
No voy a detallar los doce relatos del libro, pero hay que decir que, en mi opinión, el conjunto de todos ellos resulta cuando menos notable. Los que más me han gustado son los que abren y cierran el volumen: Momentos significativos de la vida de mi madre y Un hallazgo extraordinario, que en realidad se podrían considerar como dos partes de un solo relato, pues ambos disertan sobre la personalidad, costumbres y anécdotas varias de la vida de los padres de la autora, así como de su propia infancia. También destacan, entre los relatos de "madurez", El huevo de Barba Azul -curiosa reescritura contemporánea del cuento que ya trabajara Angela Carter en La cámara sangrienta- y, de entre los de la "vejez", Consejos para sobrevivir en la naturaleza, que también se podría considerar de alguna manera (aunque más bien indirecta), una versión actual y crepuscular de otro cuento, el del lobo y los tres cerditos... El que menos me ha convencido ha sido El jardín de sal, creo que excesivamente largo y divagante.
He escrito "vejez" entre comillas porque no todos los cuentos de este apartado se refieren a lo que consideramos hoy en día como tal -en verdad, sólo el último-, teniendo la protagonista-narradora de El peso, por ejemplo, tan sólo cuarenta y tantos años, y por ahí andan los de Isis en la oscuridad. Más bien habría que hablar de "envejecimiento (y más mental que físico), que es el proceso que caracteriza y une a todos los relatos , de igual modo que los de "Madurez" deberían llamarse de "maduración". En cuanto a los del primer grupo, ciertamente se refieren a la infancia y adolescencia de los personajes, pero, justamente y como resulta previsible en este tipo de relatos, a esos momentos de cambio y descubrimiento de alguno de los secretos (no siempre agradables) de la vida adulta.
Tal es, en realidad, el leiv motiv que mueve todos los relatos del libro: el cambio, la maduración, el aprendizaje (o resignación)... más incluso que el carácter "femenino" de los mismos. De hecho, en varios de ellos hay hombres que tienen un protagonismo indiscutible, si bien en la mayoría parecen seres ajenos, egoístas y/o incomprensibles; Esto resulta sobre todo evidente en los relatos de Madurez, son sus protagonistas siempre preocupadas, aunque sea desde el hastío, por lo que sucederá respecto a sus novios, maridos o amantes -o maridos convertidos en amantes-, tipos más bien impresentables, en general.de todos modos, ya avisa la autora en el prólogo que "la temática de estos relatos es sobre todo doméstica"...
Por lo que respecta al aspecto estilístico, la competencia de Atwood como narradora está fuera de toda duda: cualquiera de estos relatos es capaz de absorbernos y deleitarnos, incluso aquellos más angustiosos o incómodos para sus protagonistas. Con el plus añadido de un sentido del humor suave y guasón, aunque melancólico, que baña muchas de las páginas del libro y convierte su lectura en un placer. Que es de lo que se trata, al fin y al cabo.
(*) Un inciso: ni idea de si el título de la recopilación fue ocurrencia de doña Margaret o de alguien de la empresa editora. Sólo decir, que, a no ser que se me escape algo, no tiene nada que ver con ninguno de los relatos del libro.
Más títulos de Margaret Atwood reseñados en Un Libro Al Día: Nada se acaba, Doña Oráculo, El asesino ciego, El cuento de la criada, Por último, el corazón, Oryx y Crake, Érase una vez, La semilla de la bruja, La semilla de la bruja, Alias Grace, Un día es un día, Los testamentos, Posturas políticas
Buenas!
ResponderEliminarCuáles serían los libros mas recomendables/importantes para introducirse en esta autora?
Gracias!
Hola, anónimo lector o lectora:
ResponderEliminarPues sólo he leído algunos de los muchos libros de esta gran escritora, pero hasta donde llega mi conocimiento, yo diría queveste libro, precisamente, al ser de relatos, es una buena manera de empezar con su obra. Después, por supuesto, "El cuento de la criada", y en tercer lugar me arriesgoba sugerir "Alias Grace", pues aunque yo no l9 he leído todavía, lascreferencias son excelentes.
Un saludo y gracias por visitarnos.