Idioma original: inglés
Título original: Wildlife
Traductor: Jesús Zulaika
Año de publicación: 1990
Valoración: recomendable
Hoy entro en coto vedado: en este blog, el especialista en Richard Ford (y en literatura norteamericana en general) es Francesc, pero cuando a Ford le dieron el Premio Princesa de Asturias de las Letras (un premio que no creo que nadie previese, probablemente ni siquiera el escritor), decidí que tenía que leer algo suyo. Y como Francesc ya ha reseñado Canadá, que parece ser su novela más reconocida, me decidí por estos Incendios ("Vida salvaje" en el título original), que además tienen la ventaja de ser bastante cortitos.
Incendios se sitúa en Montana (como, parece, buena parte de la obra de Ford), y retrata un verano y otoño convulsos en la vida de una familia de clase media en Great Falls, una localidad provinciana y burguesa que se ve rodeada por unos misteriosos incendios forestales que nadie consigue apagar. El padre pierde el trabajo como instructor; la madre, en los pocos días que él está ausente, conoce a otro hombre y se enamora de él. Y el hijo y narrador de la novela, Joe, de dieciséis años, intenta comprender lo que está pasando e integrarlo en su propia vida y en su propio crecimiento.
Incendios tiene una gran virtud, que es la aparente sencillez con lo que pasa todo, y con lo que se cuenta todo lo que pasa. Es una sencillez difícil de conseguir, y que se encuentra también en otros escritores anglosajones (por ejemplo, en Julian Barnes). La visión de Joe, que es quien narra la historia, es la de alguien que se esfuerza por comprender -más que juzgar- a sus padres, y por eso tenemos la sensación de que en esta historia las cosas suceden porque tenían que suceder, y no por maldad o por estrategia.
Creo que está claro que hay una relación simbólica entre las pasiones de los protagonistas y los incendios que rodean Great Falls: de estos se dice que son focos aislados, imprevisibles pero también imparables y capaces de transformarse en algo poderoso cuando actúan en combinación. También me parece que el título original, Wildlife, daba una dimensión interesante a la observación de la vida de los tres personajes centrales (cuatro si contamos al amante de la madre) como si fueran parte de la vida natural de Montana, movidos por instintos y pasiones muy poco racionales.
¿Y por qué no le doy una nota más alta, a pesar de haber disfrutado con la lectura y de haberla considerado una novela muy agradablemente escrita? Pues porque la termino y me quedo con una cierta sensación de intrascendencia: los personajes principales tienen una crisis vital, el narrador descubre grandes verdades sobre la vida y... ¿Y? Creo que a la novela le falta el espíritu épico que (dicen) sí tiene Canadá; es una buena novela, pero me quedo con la sensación de haber leído una novela menor de un escritor muy competente, al que merece la pena seguir leyendo.
También de Richard Ford: Canadá, De mujeres con hombres, Rock Springs
Canadá no creo que sea su novela más reconocida. Si acaso, la más popular. El mayor reconocimiento y su obra más trascendente es la trilogía de Frank Bascombe (El periodista deportivo, El día de acción de gracias, y El día de la independencia). En cualquier caso, esa cierta sensación de intrascendencia es una característica general de la obra de Ford, si bien es cierto que en Canadá parece que haya más ritmo o "acción", aunque no creo que llegue a la épica! Sea como sea, haces bien en seguir leyéndolo; es uno de los grandes escritores de nuestro tiempo! Un saludo!
ResponderEliminar¿Y dónde cojones se supone que está la reseña de Canadá? Usar los hiperlinks es algo básico del Internet moderno, muchachos.
ResponderEliminarCasualmente, estoy terminando de leer El periodista deportivo. Me faltan solo 10 páginas. Y no croe que la lectura de las mismas cambie mi opinión sobre la obra: describe la vida medianamente intrascendente de un frustrado escritor, que ha sufrido la pérdida de su hijo mayor, se ha divorciado de su esposa y tiene aventuras de diversa índole con mujeres variopintas. Una historia convencional, narrada con maestría.
ResponderEliminarCoincido con Javier Ventura en que a Richard Ford hay que seguir leyéndolo. Un escritor formidable, que hace grandes las historias pequeñas. Llegué a él con un libro de relatos (Pecados sin cuento) y enterado de la existencia de la trilogía sobre Frank Bascombe (devenida hace poco tetralogía) encaré su primer volumen. Altamente recomendable, aunque no transcurra en Montana, sino en New jersey.
Gracias por compartir una muy buena reseña!
Agrego una frase de Frank Bascombe que tal vez nos ayude a comprender mejor el espíritu de la narrativa de Richard Ford: "En mi opinión, tenemos solo lo que hicimos ayer, lo que hacemos hoy y lo que aún podríamos hacer. Además de lo que podamos pensar sobre todo ello"
ResponderEliminarGracias a todos por los comentarios, en particular a los que han leído otras obras de Richard Ford y me animan a seguir leyéndolo; casi seguro que lo haré.
ResponderEliminarAnónimo del 4 de agosto: los enlaces a otras obras de Ford aparecen al final de la entrada, como solemos hacer en el blog (cuando no se nos olvida). Es verdad que podía haber enlazado también el título en la entrada, pero me pareció redundante...
es muy buen libro .
ResponderEliminartodo lo de fichar ford.
muy recomendable
es muy buen libro .
ResponderEliminartodo lo de richard ford.
muy recomendable
error de teclado en el nombre del padre de frank bascombe en el mensaje anterior...
y es que DETESTO los que escriben mal los nombres......bueno los nombres y todo lo demás.....
Excelente reseña
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